Índice de los Editoriales de Periódicos
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El Día: Restricción vehicular
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Bajo el Penoco, El Día: ¿Hasta cuándo?
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Los Tiempos: BLOQUEO AL DIÁLOGO
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El Deber: Sin trascendencia
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La Razón: Vocales electorales
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Cambio: Hora de negociar
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La Prensa: Un país sin trascendencia
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El Diario: Graves peligros para la unidad
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El Mundo: ¿Tú qué pones?
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Opinión: El fantasma de la oposición o la oposición inexistente
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Clarín, Argentina: Gobierno y Justicia ante la inseguridad
El Día: Restricción vehicular
Las autoridades de las grandes ciudades adoptan medidas para evitar la congestión vial en las zonas más afectadas por el intenso tráfico vehicular y la concurrencia de ciudadanos, como suelen ser las zonas centrales. Para ello, diseñan sus planes de tráfico y viabilidad apoyándose en sólidas y sistemáticas acciones de control de vehículos, que incluyen no sólo el límite de la velocidad de los automotores, sino el respeto a las normas de circulación, parqueo y seguridad ambiental. Sin duda que para el éxito de estas iniciativas la participación consciente y motivada de la gente resulta imprescindible, tanto de la que conduce vehículos como de la que constituye la inmensa mayoría de ciudadanos de a pie.
Sin esos esfuerzos conjuntos, donde las autoridades cumplen sus labores fiscalizadoras y punitivas bajo el amparo de las normativas legales, con dedicación, esmero y visión de futuro, y los ciudadanos se muestran celosos cumplidores y respetuosos de las instrucciones y normas que buscan preservar la seguridad y la vida de conductores y peatones, sería difícil pretender hacer más llevadera la agitada vida citadina, de suya compleja, estresante y de crecientes exigencias. Resulta sensato admitir que en la medida que unos y otros asuman sus responsabilidades, el problema del tráfico vehicular y la seguridad vial deja de ser tal.
Resulta llamativo que en el Concejo Municipal de Santa Cruz se haya presentado un proyecto de ordenanza para restringir el ingreso de vehículos al primer anillo, sin considerar los otros factores importantes para que la medida sea exitosa y permita resolver en parte la problemática del tráfico y viabilidad en la ciudad. El sólo hecho de prohibir el acceso al primer anillo de vehículos en días fijados de acuerdo al número final de placa, impresiona como una medida parcial que castiga injustamente a la ciudadanía. ¿No resulta más sensato iniciar previamente el reordenamiento del tráfico vehicular, especialmente del transporte público, los microbuses y trufis, que son los que congestionan el centro urbano?
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Se ha ignorado que el paso de estas unidades vehiculares por zonas tan concurridas como son los mercados ha desbaratado todas las buenas intenciones de sucesivas autoridades y echado por la borda cuantiosos recursos erogados en repetidos planes e intentos de poner orden en el flujo vehicular y resguardo de la seguridad peatonal. Por otro lado, la educación vial ha sido permanentemente un asunto secundario y de insuficiente implementación, lo que ha dado motivos a la ciudadanía para obviar las normas o transgredirlas a la menor oportunidad. Salta a la vista que las autoridades tampoco han realizado a cabalidad sus vitales tareas de prevención, así como tampoco las de control y sanción a los infractores.
La restricción de ingreso de vehículos al centro de la ciudad puede permitir la disminución de éstos en circulación dentro del primer anillo, pero sin duda que la congestión vehicular seguirá siendo una constante en las zonas neurálgicas de la ciudad, porque continúa siendo el resultado del paso obligado de las unidades de servicio de transporte público, cuyos conductores gozan de la mala fama de infractores reincidentes y recalcitrantes. Si bien el alcance del proyecto de ordenanza privilegia las acciones punitivas, debería hacer énfasis en otros factores causales de la congestión y caos vehicular.
Si bien el proyecto de ordenanza privilegia acciones punitivas, debería hacer énfasis en otras causas de congestión y caos vehicular.
Bajo el Penoco, El Día: ¿Hasta cuándo?
Al paso que va, el fiscal Marcelo Soza supuestamente va a descubrir la organización terrorista más grande del mundo, la más indiscreta, la más diversa y también la más payasesca. Los citados a declarar en relación al caso Rózsa ya sobrepasaron los doscientos en 16 meses de investigación y no se descarta que la peregrinación a La Paz continúe indefinidamente. Ni para el tercer día de Carnaval se ve tanta farándula y tanta gente “pringada”, lo que hace pensar que el objetivo no es hallar la verdad de un hecho, sino mantener la zozobra en cientos de personas y familias de Santa Cruz por el tiempo que el régimen crea necesario para disimular tantas cosas. Mientras sigan apareciendo matones alemanes, conflictos en Potosí, hechos de corrupción y peleas internas en el Gobierno, el fiscal Soza siempre tendrá a mano una listita de nuevos citados. Es más o menos la imagen del matarife que, cuchillo en mano, entra al corral a elegir la res más gorda colgarla en el gancho, mientras las otras se agazapan tratando de escapar ¿hasta cuándo?
Los Tiempos: BLOQUEO AL DIÁLOGO
Parecería que estamos ante un ejercicio del "poder total" anunciado por el Vicepresidente, en la que el disidente debe someterse o ser sometido
La situación en Potosí está llegando a límites intolerables, pero eso, aparentemente, no es problema para las autoridades de gobierno que han dado muestras de su profunda incapacidad para dialogar con quienes piensan diferente a ellas.
Es de esperar que en el curso de hoy se llegue a un acuerdo. De hecho, al cierre de esta edición las partes están reunidas, y se puede observar que hay un notorio cansancio en las filas potosinas y, seguramente, un profundo sentimiento de impotencia, y en el campo de las autoridades porque se puede presumir que se dan cuenta de que esta movilización ha provocado una seria fisura con varios sectores aliados, que se suma a la que provocaron con los pueblos indígenas del oriente. Es decir, se han creado condiciones para que no sólo sea interés de los dirigentes potosinos llegar a acuerdos, sino también de las autoridades.
Más allá de establecer responsabilidades concretas sobre el desarrollo de este proceso -algún día seguramente se pedirá cuentas– esta experiencia muestra la tendencia profunda que tienen las autoridades de gobierno para privilegiar el enfrentamiento antes que la búsqueda de soluciones concertadas. Educadas en la lógica del bloqueo para que se atiendan sus demandas y a la resolución del todo o nada (de la que, por lo demás, siempre salían indemnes de responsabilidad), hoy, en el ejercicio del poder, simplemente han dado la vuelta la tortilla pasando del bloqueo a la imposición.
El desarrollo del encuentro entre los ministros instalados en Sucre con los dirigentes potosinos para iniciar "el diálogo" de la tarde del jueves es demostrativo de esa característica: primero que nada se dedicaron a "reñir" e intentar "humillar" a sus interlocutores. Luego, cuando comenzaron a hablar los dirigentes potosinos no sólo que no se los escuchaba sino que se dejó de transmitir el acto por el canal estatal. Previamente, el vocero presidencial y el Ministro de Gobierno y, luego, el propio Presidente de la República, agredieron verbalmente a los movilizados -con implícitas amenazas– acusándolos de ser instrumentos de la "derecha y el neoliberalismo", tratando de ignorar que senadores, diputados y el propio gobernador de Potosí, todos del MAS, se adhirieron a las demandas cívico-populares.
Se trata de condiciones que obstaculizan el diálogo y de ahí es que se puede colegir que las autoridades buscan doblegar a los representantes potosinos como se lo ha hecho en Cobija, en Cochabamba, en Santa Cruz y se intentó en Tarija. Parecería, pues, que se trata de la estrategia del poder total anunciada por el Vicepresidente de la República, en la que el disidente debe someterse o ser sometido.
Pero, bien harían las autoridades en recordar -en este proceso de aprendizaje del ejercicio del poder en el que se encuentran– que si hay algo que el pueblo boliviano ha dado muestras claras de repudiar es la prepotencia y la humillación. Y más allá de la forma en que se resuelva el conflicto con Potosí, lo cierto es que seguramente muchos de quienes confiaron en la retórica del MAS en la búsqueda del poder pasará a segundo plano porque, en verdad, el rasero del poder iguala proyectos, ideología y métodos.
El Deber: Sin trascendencia
Bolivia es un país con un cúmulo impresionante de problemas internos, unos grandes, otros medianos, muchos pequeños y no pocos, asimismo, descomunales. Pero esa problemática que a nosotros ya no nos destroza, gracias a Dios, los nervios, carece de resonancia y por lo tanto de trascendencia -aun como simple pieza noticiosa- del otro lado de nuestras fronteras, es decir, en aquellas playas vecinas o lejanas.
Por razones personales estuvimos -en nuestra calidad de director- ausentes algo más de un mes del tráfago nacional ordinario y, por enésima vez, caímos en cuenta de lo poco o más bien de lo nada que motiva el acontecer boliviano en cualesquiera de los medios de comunicación de fuera. La única alusión que más por búsqueda afanosa que por mera casualidad hizo impacto en nuestros sentidos fue aquella que hizo referencia a la adquisición, por el Gobierno del presidente Evo Morales, de un lujoso y complejo avión que costó la friolera de 38 millones de dólares. La cita fue redondeada con el añadido de que tal aparato permanecía en tierra por no contar con quien lo haga volar y de paso apuntar que en Bolivia el dispendio no reparó ni en las amarguras que supone el hecho de que los hospitales bolivianos carecen hasta de gasas y vendas para atender a sus enfermos. (sic).
Tras aquella resumida referencia, a la que los medios consideraban crudamente un despropósito boliviano, de lo nuestro nunca más -así lo colegimos tras nuestras afanosas búsquedas- se dijo alguna cosa que nos concierna como bolivianos particularmente en más de un mes, en tanto se multiplicaban las citas sobre quehaceres mínimos de incluso pequeños y olvidados países centroamericanos o de los de nuestro Sud Continente, sin excepciones, a no ser la que motiva este comentario y que en el fondo nos resulta muy amargo digerir.
¿Será que en ninguna de las disciplinas del quehacer humano, de las luchas por la supervivencia, de los hechos a los que debemos nuestra presencia en el globo terráqueo poseen peso como para mover a comentarios o a reflexiones? ¿Será que nunca alcanzamos, ni por los caminos del bien ni por los del mal, una resonancia que valga así más no sea que una referencia subliminal? ¿Será que los bolivianos, en definitiva, no somos ni chicha ni limonada como vulgarmente se dice?
Legítimamente, según nuestro modo de sentir las cosas, estamos orgullosos de nuestra historia, de nuestros próceres, de los episodios y sus forjadores que colocaron los pilares de nuestra soberana existencia republicana. Pero a partir de tales enaltecedores hitos fundacionales, nuestra existencia ha sido un desplazamiento constante hacia la deriva. Por eso en el tiempo presente, como que no contamos para nada. ¿No es suficiente motivo para que nos impongamos la consigna de darnos un sacudón soberbio que nos libere de estigmas que nos bloquean los caminos del sol?
La Razón: Vocales electorales
La población estará expectante del accionar de los nuevos vocales, a la espera de probidad
Con la decisión de elegir a tres vocales para el TSE, el MAS desestimó la propuesta de posponer el proceso por 40 días, lo que, según la oposición, hubiera servido para ampliar la convocatoria y así contar con al menos 12 postulantes y no 11, como finalmente ocurrió. El planteamiento era lógico: se necesitaban seis titulares y seis suplentes.
Se espera que el presidente Morales designe un vocal más, como es su atribución constitucional, para que el TSE pueda contar desde el lunes con el quórum mínimo. Se debe convenir en que la garantía de continuidad en el trabajo de la máxima instancia electoral es indispensable, por lo que preocupa su funcionamiento a media máquina, sin sus autoridades en capacidad de reunirse en sala plena, pues ello redundará en perjuicios que se verán a la larga.
El plan del oficialismo es completar los puestos vacantes en 90 días. Mientras tanto, el calendario electoral tendrá modificaciones y la más importante, sin dudas, será el aplazamiento de las primeras elecciones a través del voto ciudadano en el Órgano Judicial, que estaban previstas para diciembre y, al parecer, se concretarán en mayo del 2011.
De acuerdo con el nuevo modelo de Estado, el Órgano Electoral es un cuarto poder, junto con el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. Por lo tanto, su actual estatus demanda tácitamente a los políticos que se pongan a la altura de los acontecimientos históricos del país. Que exista una bancada mayoritaria al punto de que, si lo desea, puede prescindir de la opinión de las voces minoritarias, no significa que sí o sí deba emprender la construcción de leyes sin discusión alguna.
Preocupa que se repita la costumbre de que algunos asambleístas lleguen a sus curules sin conocer por qué o por quiénes votan, ante lo cual se limiten a levantar las manos para cumplir con un formalismo. Y también que los opositores se retiren permanentemente del Congreso, sin completar su trabajo.
Fuera de las eternas disputas, la población estará expectante del accionar de los nuevos vocales, a la espera de probidad, imparcialidad y, sobre todo, independencia respecto del poder político. La transparencia de las futuras elecciones constituye un requisito indispensable para el sostenimiento del sistema imperante en el país, que en los últimos años ha dado pasos importantes dentro de un proceso de consolidación acorde a la convicción democrática de los bolivianos.
Cambio: Hora de negociar
Para instalar una mesa de diálogo que busque soluciones concertadas a problemas planteados, es necesario la concurrencia de dos partes, pero si una de éstas sistemáticamente evita sentarse a ella y acude a cuanto argumento encuentra para bloquearlo, desvela su clara intención de profundizar el conflicto, alentar el enfrentamiento y asumir una posición política ajena a las reivindicaciones económicas y sociales que dice defender.
Esto es lo que ocurrió en las últimas dos semanas con la dirigencia del Comité Cívico Potosinista (Comcipo), cuyo principal dirigente, Celestino Condori, fue el abanderado de la intolerancia, del sabotaje y de la manipulación de las legítimas demandas del pueblo potosino, el que -cansado de la impostura de que era objeto- obligó ayer a esa dirigencia a aceptar la instalación de mesas de diálogo con autoridades del Gobierno en Sucre y buscar las legítimas respuestas que demanda.
Cinco ministros y una viceministra de Estado se constituyeron en la capital del Estado Plurinacional, como una muestra irrefutable de la voluntad oficial de encarar la solución a las demandas regionales potosinas en el único escenario que señala nuestra democracia: una mesa de diálogo y concertación.
Pero para instalar el diálogo tuvieron que pasar 16 días de un paro indefinido que castigó a miles de residentes en la capital potosina, a cientos de pasajeros varados en los caminos departamentales, a decenas de turistas obligados a permanecer en esa ciudad hasta que ayer fueron evacuados, y un país fue testigo de cómo la intolerancia y el sabotaje desvirtuaban la legítima demanda regional.
No otra cosa significa que Condori y sus afines hayan hecho oídos sordos a seis convocatorias para instalar la mesa de diálogo. El 1 y 2 de agosto la cita había sido fijada en Cochabamba, el 4 y 5 en Sucre, el 9 en La Paz y el 12 de agosto nuevamente en Sucre. Todos estos llamados fueron ignorados por Comcipo.
Según explicaron ayer los ministros de la Presidencia, Óscar Coca; de Autonomía, Carlos Romero; y de Minería, José Pimentel, prácticamente todas las demandas de los cívicos potosinos han sido atendidas. La dirigencia de Comcipo demanda la definición de límites interdepartamentales con Oruro en el sector de Coroma, construcción de infraestructura vial, un aeropuerto internacional, la conservación del Cerro Rico, un polimetalúrgico y la instalación de una fábrica de cemento en la región en disputa.
Los dirigentes cívicos potosinos exigen que la definición de pertenencia de una región a un departamento sea solucionado mediante un referendo, demanda que no es constitucional, ya que la Ley Marco de Autonomías -en su artículo 17- sólo reconoce que ese mecanismo será aplicado cuando haya diferendos entre municipios y no entre departamentos, como es el caso actual.
De igual manera, la exigencia de crear macrorregiones no corresponde al Gobierno, sino a acuerdos que pueden asumir los municipios o gobernaciones involucrados.
Respecto al diferendo limítrofe entre Coroma (Potosí) y Quillacas (Oruro), éste se encuentra en la etapa de conciliación, una vez que ambas partes presentaron documentos que pueden probar que esa región corresponde a sus límites departamentales. Y lo que corresponde es que desde el punto de vista administrativo se abran audiencias de gabinete y de campo para la etapa conciliatoria con el fin de acercar posiciones.
Sobre los proyectos camineros, el Gobierno sostiene que en los últimos años Potosí se benefició con una inversión de al menos 570 millones de dólares en carreteras y que se tiene previsto otra de 370 millones de dólares para los siguientes dos años. Y en lo que corresponde al tramo entre Bella Vista-Vitichi-Cotagaita, vía entre Potosí y Tarija, las obras se reanudaron el pasado 27 de julio, una vez que fueron superados los problemas emergentes del traslado de equipos.
Respecto a la reactivación de la planta metalúrgica de Karachipampa, el presidente Evo Morales propuso ya en 2007 que el Gobierno se haga cargo del proyecto; sin embargo, la dirigencia de Comcipo, la misma que hoy alienta el conflicto regional, se opuso y apostó a que la empresa canadiense Atlas Precious Metals prosiga con él bajo el compromiso de invertir 90 millones de dólares en dos años, de los que apenas desembolsó dos millones. Es por este incumplimiento que la Comibol, en resguardo de los intereses potosinos y del país, dispuso la ejecución de la boleta de garantía por el incumplimiento del contrato, además de que las autoridades ratificaron su decisión de hacerse cargo del proyecto y garantizar la estabilidad de los trabajadores.
Con relación a la preservación morfológica del Cerro Rico de Potosí, el trabajo fue encaminado con la realización de estudios de mensuración y geotécnicos que demandaron una inversión de 300.000 dólares. Lo que está pendiente es cómo preservar el cono del legendario sin afectar la estabilidad de los mineros que trabajan en sus entrañas.
Ahora bien, la demanda de instalar una fábrica de cemento en Potosí también es una cuestión definida, ya que desde junio de 2009 se han realizado estudios de cuantificación de los yacimientos de piedra caliza que existen en Coroma, los que concluyeron con proyecto de factibilidad, de registro ambiental y de mercado, por lo que sólo falta concluir el diseño final y el financiamiento.
Entonces, ¿por qué una dirigencia radicalizada impidió por más de dos semanas la instalación de la mesa de diálogo? Acaso no estaba consciente de que cada día de paro significaba una pérdida de 200 mil dólares por la suspensión de las exportaciones de minerales.
Pero tuvo que ser la presión del propio pueblo potosino la que obligó a Celestino Condori y a algunos dirigentes regionales a asumir el camino correcto para encarar una solución negociada a sus demandas regionales. Es en este marco que anoche por fin se instaló en Sucre la mesa de diálogo para superar el conflicto. Sólo con este hecho ya ganó Potosí, porque sus dirigentes asumieron el camino que nos señala la democracia para encarar nuestros problemas y encontrar soluciones.
Por fin se instaló en Sucre la mesa de diálogo para superar el conflicto. Sólo con este hecho ya ganó Potosí, porque sus dirigentes asumieron el camino que nos señala la democracia para encarar nuestros problemas y hallar soluciones.
La Prensa: Un país sin trascendencia
¿Será que nunca alcanzamos, ni por los caminos del bien ni por los del mal, una resonancia que valga así más no sea que una referencia subliminal?
Bolivia es un país con un cúmulo impresionante de problemas internos, unos grandes, otros medianos, muchos pequeños y no pocos, asimismo, descomunales. Pero esa problemática por la que transitamos los bolivianos que a nosotros ya no nos destroza, gracias a Dios, los nervios, carece de resonancia y, por lo tanto, de trascendencia ?aun como simple pieza noticiosa? del otro lado de nuestras fronteras, es decir, en aquellas playas vecinas o lejanas.
Quien por alguna razón personal deba estar ausente algo más de un mes del tráfago nacional cotidiano, muy fácilmente podrá caer en cuenta de lo poco o más bien de lo nada que motiva el acontecer boliviano en cualesquiera de los medios de comunicación de los otros países. La única alusión que más por búsqueda afanosa que por mera casualidad hizo impacto fue aquella que hizo referencia a la adquisición, por el Gobierno del presidente Evo Morales, de un lujoso y complejo avión que costó la friolera de 38 millones de dólares. La cita fue redondeada con el añadido de que tal aparato permanecía en tierra por no contar con quien lo haga volar y de paso apuntar que en Bolivia semejante dispendio no reparó ni en las amarguras que supone el hecho de que, por ejemplo, los hospitales bolivianos carecen hasta de gasas y vendas para atender a sus enfermos (sic).
Tras aquella resumida referencia, a la que los medios de comunicación consideraban crudamente un despropósito boliviano, de lo nuestro nunca más ?así lo colegimos tras nuestras afanosas búsquedas? se dijo alguna cosa que nos concierna como bolivianos particularmente en un periodo algo mayor de un mes, en tanto se multiplicaban las citas sobre quehaceres mínimos de incluso pequeños y olvidados países centroamericanos o de los de nuestro sud continente, sin excepciones, a no ser la que motiva este comentario y que en el fondo nos resulta bastante amargo digerir.
¿Será que no exista una disciplina en el quehacer humano, de las luchas por la supervivencia, de aquellos hechos cotidianos que marcan nuestra presencia en el globo terráqueo que posean cierto peso como para mover a comentarios o a reflexiones en otros ámbitos algo alejados de nuestro país? ¿Será que nunca alcanzamos, ni por los caminos del bien ni por los del mal, alguna resonancia que valga así más no sea una pequerña referencia subliminal? ¿Será que los bolivianos más allá de nuestras fronteras, en definitiva, no somos ni chicha ni limonada como vulgarmente se dice?
Legítimamente, según nuestro modo de sentir las cosas, los bolivianos estamos orgullosos de nuestra historia, de nuestros próceres, de los episodios y sus forjadores que colocaron los pilares de nuestra soberana existencia republicana. Pero a partir de tales enaltecedores hitos fundacionales, nuestra existencia ha sido un desplazamiento constante hacia la deriva. Por eso, en el tiempo presente, como que no contamos para nada. ¿No es suficiente motivo para que nos impongamos la consigna de darnos un sacudón soberbio que nos libere de estigmas que nos bloquean los caminos del sol?
El Diario: Graves peligros para la unidad
Los acontecimientos negativos que se han producido en las últimas semanas y que desacreditan muy seriamente al Gobierno y su partido, el MAS, son golpes duros a nuestra democracia y son una especie de “espada de Damocles” que se coloca el propio régimen que ha sido permisivo con muchos de sus correligionarios a título de “reivindicaciones por el pasado”. Lo grave de esta situación es que todo lo negativo ocurrido divide más al país, porque el partido de gobierno sienta bases de desunión que son peligrosas para la continuidad democrática como para lo que se podría vislumbrar en el futuro.
Dividir para reinar parecería ser premisa de muchos dirigentes y ex dirigentes del MAS; las acusaciones de una y otra parte son graves y tienden a crear susceptibilidades que podrían generar hasta hechos de violencia como ya ocurrió en Caranavi y otros sitios en los que las fuerzas que apoyan al Gobierno se han visto enfrentadas hasta el extremo de cobrar víctimas con heridas graves.
Cabría preguntar: ¿cúal es el criterio del jefe del MAS que permite la división radical en su partido? ¿Qué intereses se juegan para que sectores que se creía “monolíticos” se encuentren hoy enfrentados? ¿Qué perspectivas puede haber para el futuro con fuerzas que se debilitan con la división?
La situación se torna preocupante no porque la división o unión en el MAS sea importante para el país sino porque las consecuencias de todo lo que protagonizan, perjudican no sólo a la tranquilidad de la comunidad sino al prestigio del país, puesto que las denuncias y amenazas tienen cursos peligrosos que podrían generar hechos de imprevisibles consecuencias; en otras palabras, los intereses creados que están en la balanza parecen muy grandes y, además, la división crea animadversiones en autoridades que manejan prefecturas o gobernaciones y alcaldías municipales.
Por supuesto, hay que convenir en que no puede haber coordinación de trabajos entre autoridades que discrepan entre sí y que están carcomidas por la división que se expande en grupos sociales, en dirigencias sindicales y en grupos afines o contrarios al Gobierno.
El presidente Evo Morales, luego de la evaluación de seis meses de gobierno, estaría empeñado en identificar yerros y rectificarlos; en aplicar políticas que efectivamente ayuden al desarrollo; en cuidar que la Constitución y las leyes con miras a que las autonomías sean una realidad – aunque bajo la mira y los intereses del régimen –; habría conciencia de las debilidades y fortalezas partidarias en lo que respecta a combatir efectivamente a la corrupción en todas sus formas.
Esas intenciones serían plausibles siempre que sean propósitos llevaderos a buenos resultados y no resulten simples poses demagógicas y populistas que buscan “contentar” al pueblo siquiera momentáneamente, para luego seguir con las políticas del “dejar hacer y dejar pasar” tan características de este Gobierno. La experiencia enseña que los partidos políticos que se han dividido, más temprano que tarde desaparecen porque la división debilita, inmoviliza y anula valores, propósitos y conciencia de partido. La división, pues, es contraria a todo propósito constructivo, a toda conducta recta y responsable; la división es el hongo que, ingresado en el cuerpo de una organización, actúa hasta lograr su destrucción. Lo grave de esta situación es que esa división puede afectar, directamente o no, acentuar la división existente en el país, y sus consecuencias pueden ser desastrosas.
El Mundo: ¿Tú qué pones?
La falta de una propuesta seria de parte del Gobierno para poder negociar hace imposible la solución al problema que desde hace medio mes tiene comprometido al departamento de Potosí y que ha sacrificado a una gran parte de la población que además de haber depositado su voto en favor del MAS, no ha tenido una actividad política que pueda ser considerada determinante. Los negociadores designados por el gobierno para resolver el problema lo que han hecho ha sido ahondarlo al extremo de convertirlo en algo imposible de resolver, el Presidente que hasta el momento había mantenido un prudente distanciamiento de la situación, al extremo que su discurso en el aniversario patrio no mencionó para nada el conflicto que ya se había desatado en el principal distrito minero del país, ayer se animó a repetir lo que ya teníamos entendido, ese paro para él es obra del neoliberalismo, el imperialismo y otros ismos que dañan tendrían que ver con el manejo del gobierno y la marginación que han metido todos los distritos ajenos a la sede de gobierno, en un centralismo que nos ha obligado a retroceder a los años anteriores a la revolución federal o la guerra civil de fines del siglo XIX y que en esa época se resolvió con un traslado de la sede del gobierno a la Paz donde ahora radica aunque ha recuperado todas las situaciones que en aquel momento se criticaron y que en buena cuenta fue resuelto par la agresividad del un líder indígena, Pablo Zárate Villca.
La gravedad de la situación se relaciona hoy con el tiempo transcurrido y las repercusiones del problema que han movido a reacciones especiales, desde la recomendación de algunos gobiernos de pedir a sus ciudadanos que no se animen a visitar las ciudades envueltas en el conflicto hasta el movimiento de solidaridad que ha movilizado a gran parte de la población boliviana en favor de las familias potosinas castigadas por las exigencias de sus líderes que no pueden ser resueltas por un gobierno central que de sed populista se ha convertido en una élite soberbia que no quiere negociar y menos ofrecer algo para resolver la situación.
Hasta hoy hemos visto que el tiempo no ha hecho otra cosa que agravar la situación y nos preocupa que ello todavía se vaya profundizando aunque el Gobierno ha estado aprovechando el paréntesis para continuar con algunas movidas como la Ley del Contrabando o la nominación de algunos vocales para el Órgano Electoral con el mentado rodillo que deja un margen muy pequeño a la disidencia que en el modelo de democracia que hoy se practica en Bolivia ha dejado de tener ureica.
La indiferencia que muestran las autoridades para atender el problema nos recuerdan a los presos que pasaron años en la cárceles cubanas y que finalmente tuvieron que ser puestos en libertad sin ningún mérito para el gobierno que dispuso la liberación o la dureza de Margaret Thatcher que le ganó el mote de �dama de hierro� por haber dejado morir por inanición a un grupo de disidentes irlandeses que reclamaba lo que consideran cosas justas y que fueron seriamente censurados por los socialistas no sólo bolivianos que hoy imitan la posición sino de todo el mundo.
Nos imagínanos que los vocales del Órgano Electoral que han sido designados por el rodillo oficialistas van a tener dificultades para recuperar los altos porcentajes de votación a favor del partido de gobierno y tal vez van a tener que poner en funcionamiento la máquina de fabricar votos que fue utilizada por los gobiernos fascistas y neoliberales del pasado.
Opinión: El fantasma de la oposición o la oposición inexistente
En el discurso que ha venido esgrimiendo durante los últimos meses el vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, ha puntualizado que el proceso de confrontación en el país ha llegado a un punto tal que el Gobierno ha ganado electoral, política y militarmente a la oposición.
Estas afirmaciones corresponden a la realidad política que vive el país y a la democracia, caracterizada ahora más que en el primer período de Gobierno de Evo Morales, por una especie de hegemonía del partido oficialista que se expresa, legítima y legalmente, en el número de escaños que controla en la Asamblea Legislativa Plurinacional, en los consecutivos e innumerables errores de partidos y agrupaciones ciudadanas que en las elecciones decidieron concurrir por separado, renunciando a una coalición común que haga frente a la poderosa maquinaria política y electoral del Movimiento Al Socialismo, al absurdo de la oposición cívica regional de la denominada ?media luna? que no pudo articular un discurso nacional ni mucho menos objetivos ideológicos a partir de sus victorias autonomistas, y que por el contrario, optó por el camino de la violencia barrial, el grito y el insulto inútil, la toma de instituciones cívicas y otras decisiones equivocadas que le costaron su propia autoflagelación política.
Los jefes políticos opositores no tuvieron las agallas de ser opositores, el ex presidente Quiroga prefirió el autoexilio y el ex prefecto Reyes Villa huyó ante el miedo de verse entre rejas. En suma, el discurso del masismo, desde sus altas cúpulas partidarias hasta las élites gubernamentales sobre lo enclenque de la oposición se adecúa a una realidad innegable. La oposición decretó su muerte por sus desaciertos y, como se sabe, los errores en política se pagan muy caro, y los otros vestigios de oposición, terminaron por ser desarticulados por el Gobierno con acciones no muy ortodoxas, pero que sirvieron para sus fines.
Por todo esto, lo que afirma el ministro de Gobierno Sacha Llorenti, y el vocero presidencial Iván Canelas, sobre oposición política comprometida en el gravísimo conflicto limítrofe entre Potosí y Oruro, por recursos naturales, es algo que podría llamarse inédito en esta época de la debacle opositora. Muchos se preguntan a qué oposición se refieren aquellos funcionarios gubernamentales, porque es difícil de creer que la oposición ?tradicional? a la que nos referimos líneas arriba, se haya reorganizado y adquirido tal poder de organización y de coherencia, pero sobre todo de valentía, para manejar un movimiento tan complejo en su composición social y ciudadana como es el de Potosí.
Es cierto que el Ministro de Gobierno ha citado algunos nombres de opositores de algunos partidos o frentes ciudadanos opositores, pero es más cierto que son tan desconocidos, tan poco importantes, como lo son sus tiendas políticas hoy aniquiladas o en el ostracismo político.
Es difícil también considerar la importancia o la influencia del alcalde potosino René Joaquino, que obtuvo un modesto resultado electoral para obtener la silla edil de Potosí, esto sin tomar en cuenta la plaza política electoral mayoritariamente oficialista desde la Gobernación en manos de un militante del MAS, hasta la afinidad de movimientos sociales y de mineros antes de que estalle el conflicto limítrofe.
Lo que está ocurriendo en Potosí va más allá de la oposición política, que como se ha dicho es hoy inexistente. El Gobierno debe analizar el asunto desde otra óptica, sobrepasando el molde de la simple conspiración política opositora.
Clarín, Argentina: Gobierno y Justicia ante la inseguridad
Con el propósito de eludir sus responsabilidades en el problema de la inseguridad, el Gobierno Nacional ha decidido culpabilizar a la Justicia por el tratamiento de los delincuentes. Al Poder Judicial le imputa, básicamente, no cumplir debidamente con las leyes y ser permeable en el otorgamiento de excarcelaciones.
Efectivamente, es desde hace tiempo evidente que es necesario más eficacia en la acción de fiscales y jueces, para obtener mejores rendimientos en el esclarecimiento y sanción de los delitos. Pero para atender adecuadamente este problema es necesario introducir cambios legales, mejoras de infraestructura para el alojamiento de detenidos, y una transformación de pautas que le den más inmediatez y celeridad a los pronunciamientos, así como mayor control de las sanciones.
Por otra parte, resulta imprescindible mejorar las estrategias de prevención del delito, y en esto urge coordinar la labor de las distintas fuerzas policiales y extender la presencia de los agentes en el espacio público.
Es decir que también existe una clara responsabilidad del Gobierno Nacional y de los provinciales por los problemas judiciales o policiales que afectan la seguridad.
Es destacable, además, que el Gobierno haya decidido que ni el Banco Central ni la Policía Federal se hicieran presentes en la discusión sobre salideras bancarias de la Comisión de Finanzas de la Cámara de Diputados, eludiendo tratar el tema con representantes de la ciudadanía.
Al cuadro descripto esto, hay que agregar la notoria falla de las estrategias asistenciales y educativas, lo cual ha extendido la marginación y la exclusión social, la violencia y el tráfico de drogas y armas en amplias franjas de adolescentes y adultos que han carecido de una socialización adecuada en valores convivenciales básicos.
La inseguridad es un problema de todos que el Gobierno Nacional debe asumir en primer término, y cuyo tratamiento no puede estar subordinado a intereses políticos.
El Gobierno trata de eludir su responsabilidad en la inseguridad culpabilizando a la Justicia. Es tema requiere un tratamiento integral no subordinado a intereses políticos.