Un arqueólogo camba que deslumbra


“Deberían dibujar a Ñuflo de Chaves sentado, escuchando y aprendiendo de los indígenas”.

Volvió a casa. Danilo Drakic Ballivián nació en Santa Cruz y por épocas se estableció primero en EEUU y luego en México. Desde 2011 está en su tierra desenterrando la historia. Fotos Jorge Uechi / Álbum personal del entevistado / Archivo EL DEBER



Gina Justiniano

Pionero y aventurero. Eso dice la carta astral de Danilo Drakic Ballivián. Su signo del zodiaco es aries, por lo tanto, si las estrellas están en lo cierto, le gustan los retos, la libertad y las nuevas ideas. “A los aries les encanta liderar y prefieren dar instrucciones a recibirlas. Al ser el primer signo del horóscopo, su papel es empezar algo”, dice la predicción para este cruceño alto y largo, despeinado, vestido a lo Indiana Jones con botas pesadas de caña larga para que no lo alcance el veneno de las víboras. Aunque muy rara vez le interese leer lo que le depara el destino.

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Era niño cuando se le ponía la piel de gallina cada vez que pasaba por el Fuerte de Samaipata camino a Cochabamba para pasar las vacaciones familiares. Su fructífera imaginación lo tenía convencido de que los antepasados que vivieron ahí le hablaban.Tal vez la única que llegó a adivinar aquello fue su abuela paterna, María Rico, una señora muy de su hogar, que tenía el don de curar a punta de hierbas naturales y que una vez, sin previo aviso, montó una ceremonia para protegerlo en su recorrido por esta  vida. Él tenía 12 años y no entendía para qué iba a serle útil aquello.

“Después de mucho tiempo comprendí que fue necesario para emprender este camino de búsqueda y que no me llegue a pasar nada. Seguro ella vio algo, vio que yo iba a caminar- refiriéndose a sus andanzas-”, lo dice un adulto, de 45 años, que se mete al monte tres semanas al mes, que lidia con alimañas venenosas, que abre sendas y que se ha pegado más de un susto cuando en plena expedición no ha sido una urna, un pueblo o un tesoro arqueológico lo que ha encontrado sino una fábrica de cocaína. 

Una filosofía de vidaRemover la tierra, desenterrar el pasado es su religión. Actualmente está con proyectos paralelos en Samaipata, Mairana, San José y Roboré.

Fuente: eldeber.com.bo