El profesor de Portachuelo


Jimmy Ortiz Saucedo

JIMMY El profesor Pedro López Pérez murió en Portachuelo, el 12 de enero de 2010, víctima del odio y la violencia desatados por colonizadores occidentales, afines al partido del presidente Evo Morales, que bloqueaban un camino en las proximidades de Santa Rosa del Sara.

“No pudo soportar el daño cerebral que le ocasionaron. Lamento que en todo este tiempo no se hubiera dado con los culpables”, dijo Dubeisa Franco, esposa de López Franco. Ella contó que arrastraron a López más de 700 metros, luego de fracturarle un brazo y darle varios golpes en la cabeza con palos que tenían clavos. “Le deshicieron la mitad del cráneo”.



Los colonizadores, como es su ‘modus operandi’, agredieron a periodistas, destrozaron equipos y materiales, incendiaron siete motocicletas y destruyeron una camioneta, catalizados por la coca y el alcohol. Son colonizadores del odio y de la muerte, aunque pertenecen a un partido que en teoría propugna la descolonización y la cultura de la vida.

En marzo de 2008, Javier Medina, abogado defensor, denunció que el gobierno municipal de Santa Rosa dotó al grupo masista de víveres, dos médicos, una ambulancia y ripas que fueron utilizadas para agredir al profesor.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

El Comité pro Santa Cruz expresó su homenaje póstumo al profesor López, a quien consideró héroe cruceño.

A pesar de su trágica muerte, nuestro insigne profesor tuvo una vida fructífera. Fue un hombre de bien, amante de su tierra y de la libertad. Dedicó la mitad de su vida a la noble tarea de educar a la juventud de su pueblo. Numerosas generaciones de estudiantes recordarán al hombre gentil que los inició en el camino del saber. El profesor de Portachuelo vive en ellos por siempre. Y su tierra camba nunca lo olvidará.

Son más de dos años del asesinato de Santa Rosa, y la impunidad ha prevalecido sobre la justicia. Ésta es una característica de los crímenes que perpetran los ‘Sectores Sociales’ (SS) afines al partido de Gobierno. Policías, fiscales y jueces no le ponen ningún empeño. Por el contrario, se trasforman en ‘abnegados operadores de justicia’, cuando los delitos son cometidos por opositores.

Los asesinatos impunes de los ‘SS’ son muchísimos. Una somera investigación en Internet muestra lo siguiente: los esposos Andrade, asesinados en octubre de 2000, durante un bloqueo en Chapare. Cristian Urresti, asesinado en el asalto a la Prefectura de Cochabamba, en enero de 2007. Julio Tumiri, fundador del CISA, asesinado en enero de 2007, en El Alto. Rolando Gira, linchado en la zona de Chapare, en enero de 2008. Edwin Mollinedo y José Ordóñez, asesinados en marzo de 2008, en la zona de Santa María. Gonzalo Durán, José Luis Cardoso y Juan Carlos Serrudo, asesinados en La Calancha, en noviembre de 2007. Pedro Oshiro, Alfredo Céspedes y el pastor Antonio Rivero, asesinados durante el golpe prefectural a Pando, en septiembre de 2008. Edson Ruiz, asesinado en el bloqueo de Tiquipaya, en septiembre de 2008. Javier Quenta y Víctor Mamani, asesinados en Achacachi, en noviembre de 2008. Los policías Nelson Alcócer, Rubén Cruz, Esteban Alave y Miguel Ramos, asesinados por la ‘justicia comunitaria’ en las proximidades de Uncía, en mayo de 2010.

La sangre de estos muertos clama justicia ante el silencio cómplice de los tribunales.

El Deber – Santa Cruz