El complot


El gobierno ha desatado una ofensiva dirigida a aniquilar la industria del cemento en el país lo que significa también la anulación política de Samuel Doria Medina, el principal empresario en este rubro ya que es propietario de SOBOCE y también controlaba a FANCESA.

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Escasez en Santa Cruz. Afluencia de gente a los puntos de venta en procura de una bolsa de cemento (foto El Deber)



Para ello se ha diseñado una estrategia de dos aristas. La primera, la nacionalización de FANCESA y la segunda consiste en disminuir el flujo de gas natural hacia las plantas de SOBOCE y otras en las que Doria Medina tiene participación accionaria, para obstaculizar la producción, lo cual ya se ha traducido en la aguda escasez de cemento que se confronta, particularmente en Santa Cruz, en los últimos días.

Para atenuar el desabastecimiento que él mismo gobierno ha provocado, ahora anuncia la importación de cemento y como no podía ser de otra forma, desde Venezuela. Esto dará como resultado que seamos dependientes de ese país no solo en cuanto al abastecimiento de carburantes sino también de cemento. Son las consecuencias de la “amistad” de Hugo Chávez con Evo Morales: Bolivia dejó de ser el “eje energético” en la región; ahora no será autosuficiente en la producción de cemento y estaremos cada día mas endeudados con Venezuela. 

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La ingenuidad de los campesinos

Desde las cuatro de la mañana del miércoles y cargando pesada documentación, 80 miembros de la Federación de Campesinos Tupac Katari aguardaban en las cercanías del palacio de Gobierno la reunión que tenían con el presidente Evo Morales. Sin embargo se fueron con los crespos hechos debido a que la instrucción llegada desde el despacho presidencial era que solo podían ingresar 20. “El no puede obligarnos” indicaban algunos incautos dirigentes que seguramente creyeron el cuento de que ellos son parte del gobierno «indígena».

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Para los dirigentes campesinos la actitud no es más que una nueva muestra de la soberbia de Evo, de quien lamentaron que se haya olvidado de «los hermanos» que lo llevaron al poder. Insistieron que hay alguien de su entorno que lo está llevando a pelearse con el pueblo y entre estos se mencionó de manera insistente a García Linera,  Llorenti y el viceministro de Coordinación con los movimientos sociales, César Navarro, quien ha pasado a formar parte de los «duros», luego de la bofetada que le propinaron los potosinos, sus coterráneos.

Racismo y libertad de prensa

La ley contra el racismo que está siendo tratada en la Asamblea Legislativa tiene un preocupante aspecto que es dado suponer ha sido introducido de forma deliberada para tener un elemento de control sobre los medios de comunicación. Establece que las expresiones “racistas” que se pueden verter en determinado medio serán causal de enjuiciamiento por la vía penal.

Hasta aquí alguien podría opinar que eso no tiene nada de malo por cuanto las expresiones racistas son totalmente deplorables. Pero en este punto debe tomarse en cuenta la peculiar percepción que tiene el gobierno del MAS sobre lo que es el racismo. Lo más probable es que con esta norma cualquier crítica al presidente Evo Morales será considerada como una muestra de “racismo” así como las denuncias de los hechos de corrupción cometidos por indígenas afines al «proceso de cambio».