Índice de los Editoriales de Periódicos
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El Día: El alma de Santa Cruz
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Bajo el Penoco, El Día: Gladiadores en la Cainco
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Los Tiempos: Quillacollo, un escenario de la crisis del MAS
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El Deber: Alianza con Irán
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La Razón: Piedras al adulterio
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Cambio: Fidel, en la escalinata histórica
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La Prensa: Los errores del Gobierno
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El Diario: Abopó-Izozog, ¿nuevos “graneros” del país?
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El Mundo: Una aventura
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Opinión: Reflexiones informales sobre el sentido social de la economía
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Clarín, Argentina: Incertidumbre económica por actitudes oficiales
El Día: El alma de Santa Cruz
Un bombazo en el parque El Arenal abrió los actos de ¿celebración? del Bicentenario de las luchas por la independencia en Santa Cruz. Mientras que los medios de comunicación tratan de relacionar este gran acontecimiento cívico e histórico con manifestaciones costumbristas, tratando de rescatar viejas tradiciones y recordarle a la gente el significado de palabras como “cheruje” o “popechi”, los cruceños debieran estar más preocupados por la imagen de “cotudos” que están mostrando ante el resto del país, que no sale del asombro por el vergonzoso cambio de actitud y la pérdida de liderazgo en los que ha caído esta región, que luce acomplejada y amedrentada por un régimen autoritario.
El alcalde Percy Fernández ha sido el único en alzar la voz sobre lo ocurrido en el parque El Arenal y cuestionar la ridícula explicación que han dado las autoridades sobre lo que a todas luces ha sido un atentado, cuyo fin ha sido recordarles a los cruceños que el Bicentenario no debe ser pretexto para levantar cabeza. La respuesta ha sido una misteriosa visita ministerial y la consiguiente demostración de fuerza de un personaje que ha recibido el pleno respaldo del presidente para reprimir, ordenar torturas y allanamientos y desplegar todo el poder del Estado Plurinacional, como sucedió en Caranavi en mayo y como puede ocurrir en cualquier parte del país.
En estas condiciones, a Santa Cruz no le queda más que añorar. Añorar el carretón, el mojón con cara, la sopa tapada, porque al parecer, a los líderes locales se les tiene prohibido recordar los viejos anhelos, las glorias pasadas, las luchas que pusieron a esta región a la vanguardia en la lucha por la democracia, la libertad y la autonomía. ¿Autonomía? ¿quién menciona hoy esa palabra? La han sacado del diccionario cruceño, como están por arrancarle el alma a la gente que nunca pensó en una capitulación tan deshonrosa, en una derrota tan canallesca.
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Esta región y su gente no se merece esta humillación y debe, por lo menos, tener la oportunidad de reflexionar sobre el rumbo al que condujeron a Santa Cruz sus líderes y obviamente considerar si dan la talla para enfrentar el desafío de recuperar los anhelos y las genuinas aspiraciones colectivas.
Un bombazo nos ha dejado atónitos e inermes. ¿Pasará lo mismo cuando el régimen arremeta contra el aparato productivo cruceño, contra la propiedad privada y contra la forma de vida de este pueblo al que, fuera de toda visión bucólica, pretenden literalmente obligarla a retroceder a la era de la pala y el azadón? ¿O es que alguno de los que hoy se muestra complaciente y hospitalario con los representantes del régimen piensa que la espada de Damocles no le va a caer en la cabeza? La respuesta está muy clara con lo ocurrido recientemente con uno de los más ilustres empresarios bolivianos y tal vez uno de los primeros en asumir la actitud condescendiente con “el cambio”.
“Siempre Libres” es el lema del Bicentenario, pero nunca antes habían estado tan cuestionado ese estribillo del himno cruceño. Nunca antes había estado tan amenazada esta región. Como nunca, hay que hacer esfuerzos por cambiar, por recuperar y evitar a toda costa que unos aventureros le arrebaten el alma a esta tierra cuyo destino es tan grande como el país que lo alberga.
Nunca antes había estado tan amenazada la región. Que el Bicentenario sirva para retomar el rumbo y recuperar liderazgo.
Bajo el Penoco, El Día: Gladiadores en la Cainco
Muchos de los que asistieron al acto de celebración de los 95 años de creación de la Cámara de Industria y Comercio el pasado viernes, habrán recordado aquel grito de los gladiadores que ingresaban a la arena en el circo romano: “¡Ave César, los que van a morir te saludan!”. Eso vale para los que tuvieron por lo menos la oportunidad de abrir la boca, porque en realidad el que más habló fue el presidente Morales, quien confesó que ya no les tiene miedo a los empresarios cruceños. Algunos se han vuelto tan dóciles que ya no inspiran respeto, ni siquiera para ser incluidos dentro del programa oficial del evento de la organización más emblemática de la región. El Primer Mandatario aclaró ante los presentes que sólo asistió porque se trataba de la inauguración de un centro cultural que va beneficiar a los barrios marginales de Santa Cruz. No les especificó si es que ese gesto les ayudará a los empresarios locales a salvarse de algún decreto parecido al que dejó a su colega Samuel Doria Medina sin su fábrica de cemento en Chuquisaca.
Los Tiempos: Quillacollo, un escenario de la crisis del MAS
NUESTRA PALABRA
Además de las motivaciones personales, las pugnas por la Alcaldía de Quillacollo sacan a luz uno de los puntos débiles del proyecto del MAS
Hace unos días, por tercera vez en menos de cuatro meses desde que en mayo pasado se posesionó al ganador de las elecciones municipales del 4 de abril, Quillacollo ha estrenado alcaldesa. Es una más de una ya muy larga sucesión de alcaldes y alcaldesas que han hecho de ese uno de los municipios más inestables de nuestro país.
El caso no es único, pues a lo largo y ancho del territorio nacional se producen similares disputas alrededor de sillas edilicias cuya posesión no termina de ser dirimida pese a que hace sólo cinco meses se realizaron elecciones con la ilusión de que sería el pueblo quien, a través de su voto, designaría a sus autoridades municipales. Pero, lo que ocurre en Quillacollo, además de mostrar sin tapujos a través de muy pintorescas escenas los extremos a los que pueden llegar las disputas por el poder y por los privilegios que éste trae consigo, es también una elocuente expresión de la nueva etapa a la que ingresó el "proceso de cambio" después de que terminaran de esfumarse los últimos vestigios del viejo sistema de partidos políticos y de la oposición política que fracasó en su intento de llenar el vacío que éstos dejaron.
Así, la facilidad con que los concejales masistas lograron destituir al alcalde ganador de las elecciones generales -quien en su persona encarnaba la última expresión de agonía de los antiguos partidos, en este caso Unidad Cívica Solidaridad, por una parte, y el papel protagónico que en su defenestración jugó quien fuera hombre fuerte en Quillacollo del Movimiento Nacionalista Revolucionario, después de abandonar las filas del Partido Comunista, por la otra- puede ser vista como una magistral representación teatral que con pocos personajes y una trama simple da cuenta de la manera vergonzosa como se produjo la definitiva salida del escenario de quienes fueron protagonistas de la era "premasista" de la vida política nacional.
Tan elocuente como lo anterior es la manera en la que en Quillacollo se representa la irrupción en reemplazo de quienes fueron desplazados, de los nuevos actores protagónicos del drama nacional. El MAS, que mientras tenía un fuerte antagonista a quien dar batalla parecía una monolítica organización política sin fisuras internas, poco a poco comienza a mostrarse como lo que realmente es: una muy abigarrada y compleja coalición de grupos sociales, corrientes políticas e ideológicas, gremios, corporaciones e intereses que por lo diversos y mutuamente excluyentes que son podrían desembocar en un proceso de disgregación que termine socavando los pilares sobre los que se sostiene el gobierno del MAS.
En el caso de Quillacollo, las pugnas entre regantes, transportistas, dirigentes gremiales y representantes de otros sectores son el telón de fondo de las sórdidas disputas por el control del poder que amenazan con destruir la unidad interna de la "megacoalición" gobernante.
Unas disputas que si no son contenidas mediante una "ofensiva estratégica" que con métodos drásticos imponga la disciplina interna, puede condenar al régimen a una suerte similar a la que, por similares motivos, condujo a la quiebra del sistema de partidos que dejó de existir en 2003.
El Deber: Alianza con Irán
El presidente Evo Morales confirmó, al volver de Corea del Sur, que su gobierno tiene un criterio preciso sobre la política de alianzas internacionales, que privilegia a países como Irán.
Ninguno de los cinco países vecinos de Bolivia tiene preferencias similares en sus políticas de alianzas internacionales.
A propósito de las inclinaciones políticas de los países de la región, recientes publicaciones llaman a América Latina “el extremo occidente”. En la región, sólo Venezuela tiene las preferencias internacionales de Bolivia.
El presidente Morales ha ido más allá todavía, pues decidió reclasificar la imagen internacional de Irán, al que califica de “pacifista” a pesar de que es el centro de los peores temores en todo el medio oriente.
El mandatario boliviano dijo en una improvisada declaración pública que, según cree, Israel tiene entre 60 y 200 bombas atómicas que no ha declarado a las Naciones Unidas.
Este tipo de declaraciones, hechas en nombre de un país, tienen que ser más serias. Otros gobernantes se cuidan de decir frases como “según informes de diferentes fuentes”, para sustentar alguna información.
Dijo el Presidente que hay países pacifistas, como Irán, que se arman para defenderse y otros, como Israel, que se arman para agredir o para invadir.
Quizá sea conveniente que el Gobierno, pero específicamente el presidente Morales, tengan más cuidado cuando se trata de hablar en nombre del país, no solamente en los detalles y en las informaciones, que deberían ser precisas y sin vaguedades como la mencionada.
En el fondo, se trata de otro caso que señala la urgencia de que el país elabore una política exterior coherente, que no sea susceptible de entusiastas cambios de tendencia.
Los intereses del país deberán ser tomados como guía de todo lo que se decida en política exterior. Sólo el interés del país debería ser tomado en cuenta para estos propósitos.
Quienes diseñen la política exterior deberán enterarse de lo que está ocurriendo en el mundo. En este momento, cuando en el mundo se habla del choque de culturas o de civilizaciones, cuando el terrorismo islámico amenaza al occidente, se podría esperar que los gobernantes bolivianos tengan el tino de alinear el país de manera que sus intereses sean precautelados de manera privilegiada y excluyente.
En las Naciones Unidas, el debate sobre las armas nucleares es motivo de cuidadosos análisis. Países vecinos, como Argentina y Brasil, que han avanzado en proyectos de energía nuclear, se cuidan mucho de respetar lo estipulado por el organismo internacional, para que no queden dudas sobre los propósitos pacifistas que tienen.
Por lo demás, América Latina goza de la condición de ser una zona libre y protegida de armas nucleares. Esto obliga a los países de la región a ser muy cuidadosos con este tema.
La cancillería debería proponerse enviar al Parlamento las bases de una política exterior permanente para Bolivia, e iniciar un debate amplio sobre el tema, de tal modo que no se den confusiones como la que ha tenido el presidente Morales.
La Razón: Piedras al adulterio
Sometida a presiones psicológicas por el régimen carcelario iraní, esta mujer, que ya ha recibido 99 latigazos por “relación ilícita” con el presunto asesino de su marido, ni siquiera tiene la posibilidad de comunicarse con sus pares y sus guardias, pues ella pertenece a la minoría azerí y casi no entiende el farsi.
Distintas organizaciones humanitarias han iniciado movilizaciones en todo el mundo para protestar contra la decisión judicial que se basó en el Código Penal de Irán, que desde 1979 prevé la lapidación para los adúlteros, siempre y cuando se produzca la confesión repetida del acusado o se cuente con el testimonio de cuatro testigos varones o de tres hombres y dos mujeres.
El machismo imperante en aquella República Islámica pone los pelos de punta. También la atrocidad de algunas de sus normas indignas, además, para la vida humana: Sakineh Ashtiani, de cumplir su condena, será enterrada hasta el pecho y golpeada hasta la muerte con piedras que no sean tan grandes como para matarla de forma instantánea ni tan pequeñas que no le causen daño. Más o menos así está descrito, con pavorosa frialdad, en el Código Penal.
El tribunal que atiende su caso por supuesto adulterio ha desoído los pedidos de clemencia de Sakineh. Hace tiempo que nadie sabe de ella; le han prohibido las visitas de los jueves.
La voz de su hijo, de 22 años, es la única que de alguna forma refiere a la mujer, en tanto se mantiene la incertidumbre por cuándo sería sometida a una de las muertes más horrendas que se pueda imaginar. “Se lo ruego, no cedan, no se rindan. Les repito que son ustedes (las organizaciones que claman por su libertad) los que nos están tendiendo la mano. Si no estuvieran ahí, mi madre ya estaría muerta”.
Se puede hacer más por esta mujer de rostro templado y ojos tristes; una mujer que está siendo injustamente castigada sobre la base de leyes retrógradas e irrespetuosas de derechos humanos fundamentales.
En el caso de Bolivia, el presidente Evo Morales Ayma está en una situación de privilegio respecto de Irán. El hijo de Sakineh confía en que Brasil o Turquía, ambos vinculados con aquel país asiático, podrían interceder por su madre. El Mandatario boliviano tiene las mismas posibilidades, aprovechando las relaciones cordiales que conserva con su par Mahmoud Ahmadinejad.
Es hora de sentar un precedente de unidad mundial en contra de las lapidaciones.
Cambio: Fidel, en la escalinata histórica
La presentación del comandante Fidel en la Universidad de La Habana, el pasado viernes 3 de septiembre, fue sin duda un hecho de singular importancia que fue destacado -desde distintas ópticas- por los medios informativos. Es que Fidel hace noticia las veces que se planta al frente para reflexionar sobre la coyuntura política y económica mundial. Esta vez lo fue no sólo por su alocución enérgica y certera, como mantiene acostumbrado a su auditorio, sino por su sorprendente vitalidad física, su restablecimiento pleno.
El líder de la Revolución Cubana hizo gala, sin duda, de su entereza y demostró una vez más por qué es el líder indiscutible del pensamiento revolucionario actual. Fidel reaparece vital en un momento crucial para la humanidad, empeñada en la lucha por la paz. Quién puede dudar que ése fue y es el estandarte más importante que izó la Revolución Cubana y los revolucionarios del mundo, en contraposición a las políticas guerreristas que, en todo momento de la historia, esgrimió el imperio contra los pueblos.
La revolución socialista supone un alto sentido de la solidaridad y de defensa de la vida, del derecho de la humanidad a seguir habitando en el planeta Tierra. Ésa es la conducta que ha mantenido la Revolución Cubana muy a pesar del bloqueo criminal que mantiene Washington por más de medio siglo.
Fidel sintetiza no sólo la fortaleza de la Revolución Cubana, sino también su solvencia moral y ética, que le permite acusar al imperialismo norteamericano de ser autor intelectual y material de los más atroces crímenes contra la humanidad, más allá del bloqueo contra Cuba que -en los hechos- resulta un fracaso pese al extremo sacrificio y múltiples limitaciones que éste exige al pueblo cubano. El acoso imperial, aquella máquina perversa contra la vida, no ha impedido que las ideas liberadoras del comandante Fidel lleguen a cada vez más pueblos y señalen el camino de la verdadera revolución antiimperialista. Los temas esenciales que hacen a la preocupación de los pueblos hoy, fueron parte de las palabras del líder revolucionario en las escalinatas memorables de la Universidad de La Habana. Las palabras de Fidel: "Esta escalinata, a la que nunca imaginé volver, guarda imborrables recuerdos de los años en que comencé a tener conciencia de nuestra época y de nuestro deber. Se puede adquirir conocimientos y conciencia a lo largo de toda la vida, pero jamás en ninguna otra época de su existencia una persona volverá a tener la pureza y el desinterés con que, siendo joven, se enfrenta a la vida. A esa edad descubrí mi verdadero destino. Es por ello inevitable que, en estos instantes, me acompañe el recuerdo de tantos compañeros que conocí hace exactamente 65 años…Me anima sobremanera tener presente a los que son hoy, como nosotros ayer, aunque incomparablemente más cultos, más libres y más conscientes…
No pareciera posible que un país tan pequeño como Cuba se viera obligado a cargar el peso de la lucha contra aquellos que han globalizado y sometido el mundo a un inconcebible saqueo, y le ha impuesto un sistema que hoy amenaza la propia supervivencia de la humanidad. No hablo sólo en pro de los intereses de nuestra nación. Podría decirse que tales objetivos quedaron atrás, en la medida en que la existencia y el bienestar de los pueblos dejaron de ser nuestros objetivos, en aras de intereses mundiales, sin los cuales la vida de las naciones es imposible. También es cierto que en nuestras luchas por la emancipación nacional y social, nuestro país, bastión del coloniaje español en este hemisferio, fue el primero en ser ocupado y el último en sacudir ese yugo después de más de 400 años de dominación.
Nuestra lucha por la liberación nacional se mezcló con el tenaz esfuerzo de los trabajadores de nuestro país por su liberación social. No fue obra de la voluntad, lo fue del azar. El mérito del pueblo cubano es haber sabido comprender y fortalecer los indisolubles lazos entre ambos. El tiempo que la humanidad dispone para librar esta batalla es increíblemente limitado. A lo largo de más de tres meses de incesante batallar me esforcé modestamente por divulgar, ante un mundo inadvertido, los terribles peligros que amenazan la vida humana en nuestro planeta…".
El líder de la revolución hace suyas las preocupaciones de millones de seres humanos no sólo por lo que la extrema explotación de los recursos naturales y el consumismo capitalista han significado para la destrucción del planeta, sino por lo que podría significar un eventual ataque militar de las potencias imperialistas, a la cabeza de los Estados Unidos, sobre Irán. No habría escapatoria posible, las consecuencias para la humanidad serían fatales, advirtió Fidel ante los miles de universitarios de La Habana.
En el marco de sus reflexiones recuperó las expresiones de un ciudadano de nuestra América que reclama por el derecho a la vida para nuestros hijos: "Necesitamos vivir en paz y seguros en un planeta que cada día es menos habitable. Es muy fácil de entender. El armamento nuclear debe desaparecer, ningún país debe poseerlo, la energía atómica debe ser usada sólo para el bien. La única verdadera victoria está en ganar la paz".
Fidel concluyó su emotivo discurso seguido con atención y muestras de afecto de los miles de universitarios: "¡Que la vida humana se preserve! ¡Que los niños y los jóvenes disfruten de ella en un mundo de justicia! ¡Que los padres y los abuelos compartan con ellos el privilegio de vivir! La distribución justa de las riquezas materiales y espirituales, que el hombre es capaz de crear por el fabuloso desarrollo de sus fuerzas productivas, es ya la única alternativa posible."
La revolución socialista supone un alto sentido de la solidaridad y defensa de la vida, del derecho de la humanidad a seguir habitando el planeta Tierra… Fidel sintetiza no sólo la fortaleza de la Revolución Cubana, sino su solvencia moral y ética.
La Prensa: Los errores del Gobierno
La ‘recuperación’ de la fábrica de cemento Fancesa mostró al mundo cómo se puede, en nuestro país, arrebatar bienes ajenos sin proceso previo.
Mientras aumenta el descubrimiento de riquezas naturales que, adecuadamente explotadas e industrializadas, podrían revertir la situación de pobreza del país, la popularidad del Gobierno nacional cae a niveles sin precedentes.
Por primera vez en los anteriores al menos cinco años, la popularidad del presidente Evo Morales bajó del 50 por ciento, ubicándose en el 47 por ciento, según encuesta de la empresa Ipsos. Lo propio sucede con el vicepresidente Álvaro García Linera, en tanto que el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, ve derrumbarse estrepitosamente su credibilidad.
Muchas son las causas para esta crisis de credibilidad de los principales hombres del poder, a pesar de explicaciones que al final resultan inútiles por increíbles.
Las autoridades gubernamentales continúan cometiendo error tras error, dañando su imagen y la del país.
Se insultó a la pobreza comprando en casi 40 millones de dólares un avión hiperlujoso que poseen muy pocos presidentes de los países más ricos del mundo. Cualquier justificación, incluida la de la Fuerza Aérea, que recomendó su adquisición, resulta inconvincente para una sociedad pobre, con gente que carece de trabajo, que pide limosna en las calles, gente que no tiene qué comer.
Lastimó a la población de Caranavi ser violentamente reprimida por una Policía que tampoco actuó oportunamente en el caso del secuestro de cuatro policías, cerca de Uncía. Lo propio sucedió con las demandas de Potosí. Este conflicto creció y el Gobierno perdió el apoyo de los potosinos, donde la popularidad del Mandatario cayó estrepitosamente.
El Presidente no se cansó de disfrutar de su avión, que por su modernísima tecnología carece de pilotos nacionales. Se fue de viaje y obtuvo ofrecimientos de las ideológicamente opuestas Corea del Sur e Irán, para industrializar un litio apetecido por las mayores fábricas de automóviles y baterías del mundo, sin decidirse qué propuesta aceptar, mientras ese costosísimo metal duerme en los salares de Uyuni, como el Uranio en Coroma, entre Potosí y Oruro, y muchos yacimientos de gas en Tarija y Chuquisaca.
Otro factor del desgaste es la ?recuperación? de la fábrica de cemento Fancesa, que mostró al mundo cómo se puede, en nuestro país, arrebatar los bienes ajenos sin un proceso previo. Se exhibe así la falta de seguridad jurídica, a pesar de la demagogia de un ministro de haber revertido esa imagen conversando con empresarios extranjeros, mientras las inversiones están en acelerada bajada.
La falta de respeto a los derechos humanos, como el inhumano traslado de un acusado de estafar al Estado boliviano, traído de Perú y las inclementes declaraciones al respecto, del ministro de Gobierno; la persecución a opositores y disidentes políticos; la defenestración de alcaldes y las ofensivas declaraciones presidenciales contra Costa Rica por no tener ejército y provocar enérgicas reacciones del país centroamericano, ejemplo de democracia, son también algunos de los errores que le restan popularidad al Presidente y su gobierno y que deben ser enmendados para evitar bajas más acentuadas.
El Diario: Abopó-Izozog, ¿nuevos “graneros” del país?
Desde la década de la “revolución nacional” -1952 a 1964-, el país ha sido receptor de grandes anuncios, de planes que podían concretarse, de perspectivas que deberían ser realidad en corto tiempo. Uno de esos grandes anuncios: “Toda la región del Abopó-Izozog se convertirá, en corto tiempo, en el nuevo granero del país”, debido a su paso a la administración de las Fuerzas Armadas. Éstas, aleccionadas por la euforia “revolucionaria” aceptaron la encomienda y ratificaron el propósito de ser autoras de la transformación de esa región.
Pasaron los años y todo quedó en el listado de las fantasías y las quimeras, en los proyectos “revolucionarios” de imposible realización porque nunca hubo la intención de hacer realidad algo que podía serlo y con grandes perspectivas: aprobada la ley de ayudas al exterior de los EEUU, uno de los rubros de cooperación consistía en la donación de trigo y harina a los países pobres y Bolivia fue uno de los beneficiarios; el Gobierno “revolucionario” -siempre dichoso con la conmiseración foránea- aceptó la harina de trigo y dio el gran golpe a la producción nacional porque al ofrecer en bajos precios esos donativos, cuyos dineros se los destinaría al “desarrollo”, se deprimió la producción en Cochabamba, Chuquisaca y hasta en Potosí y, consecuentemente, dejamos de producir nuestro propio trigo.
Ese, a grandes rasgos, es el historial de un proyecto que nunca se realizó. Por supuesto, y como siempre ocurrió con muchos proyectos encomendados a responsabilidad de las Fuerzas Armadas, que seguramente imbuidas ya por el principio de Resignación y Constancia, dejaron que ese mega proyecto quede para las “calendas griegas”. Hay que recordar que ese plan del “nuevo granero” quedaría complementado con la represa del Bala que, conjuntamente la cooperación técnica y económica de la URSS, se llevaría a buen término.
Ahora, pasados tantos años, se sostiene que debido a los cambios, se gestarían nuevos proyectos que el MAS llevaría a cabo; el caso de Abopó – Izozog podría ser uno que merezca atención prioritaria puesto que las condiciones del lugar y su ubicación estratégica -cercana al Bala- no han variado. Corresponderá conseguir cooperación técnica de algún organismo internacional y, por supuesto, los créditos necesarios para hacer realidad una represa que regule los regadíos de la zona; además, la construcción de una hidroeléctrica de magnitud.
Aprovechar las ricas tierras de Abopó-Izozog sería de gran beneficio para el país, puesto que al margen de la agricultura podría explotarse otros rubros de la agroindustria y, lo expresado, con las aguas del Bala hacer realidad proyectos de gran envergadura. La comunidad internacional, preocupada por la ecología y el medio ambiente, se interesaría en los proyectos que impliquen la utilización de esta región tan rica e importante del país.
En cualquier caso, cuando se determine la realización de proyectos -caso del aprovechamiento del Bala- será importante encomendar todos los trabajos a un consorcio internacional; aún creer que nuestras Fuerzas Armadas puedan hacer algo, entra en lo utópico, puesto que en más de cincuenta años no pudieron atender debidamente a las empresas que tiene Cofadena (entidad netamente militar) y las quiebras y fracasos han sido sus características. El Gobierno, pues, tiene un gran desafío para sus intenciones de cambio con lo que podría hacerse en Abopó-Izozog.
El Mundo: Una aventura
Después de reiterados anuncios, el presidente Barak Obama ha dispuesto el retiro de las tropas de Estados Unidos del territorio de Irak, lugar a donde fueron trasladadas durante la presidencia de George Bush, en una a acción que no se justificaba en su momento y menos ahora, cuando las acusaciones iniciales no fueron probadas. Recordemos que en una acción conjunta, las fuerzas armadas de Inglaterra y los Estados Unidos decidieron esa operación, considerando que Irak se constituía en una amenaza para el mundo, al tener en su territorio instaladas plantas de armamento nuclear que en cualquier momento podrían ser utilizadas.
Durante la permanencia del ejército norteamericano en territorio iraquí, luego de los permanentes enfrentamientos, se puede hablar de alrededor de cien mil el número de personas que habrían perdido la vida.
Cabe recordar también que el presidente de Irak, Saddam Hussein, fue juzgado y ejecutado por el gobierno de los Estados Unidos, por las acusaciones antes mencionadas y ante la mirada del mundo que en muchos casos, no alcanzaba a explicarse la magnitud de las acciones.
Hoy después de todo el tiempo transcurrido y de todas las acciones realizadas, se puede llegar a la conclusión de que las razones por las que se produjo la intervención armada no pudieron comprobarse, ya a que a pesar de la búsqueda permanente de las citadas bases militares, no se pudo demostrar su existencia.
Mientras el mundo se encontraba ideológicamente dividido en dos bloques, después de la Segunda Guerra Mundial, el uno encabezado por Estados Unidos, Inglaterra y Francia y el otro por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la carrera armamentista se desarrolló con intensidad e incluso se realizó una larga serie de pruebas y demostraciones, de la efectividad de las armas que se venían fabricando, con el propósito de disuadir a los adversarios.
Luego de la caída simbólica del Muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética, el liderazgo armado en el mundo pasó a ser prioridad del país del norte que como se sabe, tampoco pudo demostrar la existencia de las armas que él mismo había anunciado, como aquellas plantas ubicadas en el espacio y que en su momento se conocieron como las promotoras de la Guerra de las Galaxias.
A partir de ese momento, el país del norte se ha convertido en una especie de tutor de la humanidad y su presencia no siempre amigable ha sido efectiva en los países del medio oriente, como es el caso que nos ocupa y el de Afganistán que todavía se mantiene intervenido, con la explicación de una guerra contra el terrorismo que por sus características, ha llegado con mayor intensidad a las poblaciones civiles que además de quedar materialmente destruidas, viven bajo permanente amenaza.
Resultaría imposible negar que en el fondo, la presencia norteamericana en el medio oriente está estrechamente relacionada con la producción del petróleo, base del desarrollo industrial que como sabemos, tiene en el país del norte el primer lugar en el planeta y fue el origen en principio de la Guerra del Golfo, cuando el país del norte asumió la defensa del emirato de Kuwait que fue invadido por Irak y que dio como resultado la presencia de Estados Unidos en Arabia Saudita, donde actualmente mantiene bases militares.
Ojalá que la actual decisión del gobierno de Obama termine por traer la paz al planeta, devolviendo la autonomía a organizaciones que como la de las Naciones Unidas que a pesar de su misión de buscar la armonía entre las naciones, han quedado hoy neutralizadas por la presión del más fuerte.
Opinión: Reflexiones informales sobre el sentido social de la economía
Para los que tienen la gentileza de leer lo que escribo, debo informarles acerca de las funciones que cumplo en este medio de comunicación. Opinión, tiene un Director y un Codirector, los dos actuamos en el mismo nivel, en el marco de un programa que asigna áreas y responsabilidades, claramente delimitadas. Por ahora, y provisionalmente, yo estoy a cargo de la gerencia general de Coboce, esto quiere decir que el director en ejercicio es el Dr. Federico Sabat Lara. Mi ausencia temporal no me releva de las responsabilidades ideológicas que nos comprometen a todos los que prestamos servicios en esta empresa periodística.
Para diferenciar las funciones de Director de las que realizo como intelectual, firmo mis artículos. Ahora, en esa condición, formularé algunas reflexiones acerca de la necesidad de realizar transformaciones estructurales para que la economía esté al servicio de la gente.
El debate acerca de las funciones del Estado, en esta materia, es permanente, quizá no acabe nunca, mientras la organización política actual siga vigente. Yo creo que el Gobierno, como parte del Estado, tiene facultades para resolver los problemas que afectan a la sociedad, lo político es aquella parte de la economía, de la ciencia o del arte, que interesa a todos. En esa proyección, es normal que las autoridades dicten normas y las apliquen mediante los niveles administrativos pertinentes. En ejercicio de esa facultad rectora, el sector público, también puede planificar el desarrollo nacional. Como se sabe, el término desarrollo, abarca todos los aspectos del país, en función del ser humano. En este ámbito, un tema concreto es el que se refiere al sector público respecto de la organización y administración de unidades productivas específicas, hay quienes dicen que el Estado debe manejar los sectores estratégicos de la economía. Conceptualmente, estratégico quiere decir aquel nivel o sector del que pueden surgir otras corrientes económicas y que, de algún modo, tiene relación con la seguridad del Estado y el bienestar de la población. Considerando tal definición, aquí en Bolivia, los sectores estratégicos serían: hidrocarburos, minería, industria pesada, agricultura de alimentos básicos y, contemporáneamente, la cibernética, lo demás tendría que estar bajo la responsabilidad del sector privado, con las garantías necesarias.
A fin de lograr una articulación eficiente, oportuna y ágil de todo el aparato productivo, es no sólo pertinente, sino obligatorio que el Gobierno planifique el desenvolvimiento global del país. En materia de planificación hay tres métodos: el imperativo, el consensual y el indicativo. En el primer caso, todos están en la obligación de cumplir las tareas señaladas por el Gobierno; en el segundo, de lo que se trata, es de un acuerdo deliberado entre los sectores público y privado; logrado el acuerdo, los objetivos y la disciplina implícita en la planificación, se convierten en obligatorios. El tercer método se refiere a un conjunto de fines, actividades y plazos establecidos por el sector público como mera sugerencia u orientación. Todo esto, habida cuenta de las leyes de la economía que se cumplen, a pesar de la voluntad de las personas o de las instituciones. Yo soy partidario de la planificación concertada. Creo que todos podemos ponernos de acuerdo para hacer de Bolivia un país admirable.
A través de este sistema, el sector público puede poner la economía y, en ese marco, la propiedad privada, al servicio del bien común. Contemporáneamente, aun los países capitalistas más tradicionales, se preocupan por el bienestar de sus pueblos. Saben que no es posible lograr el progreso sólo de un sector o de grupos privilegiados, sin provocar contradicciones y conflictos que imposibilitan una existencia digna y feliz. Allá donde la mayoría sufre injusticias, hambre y privaciones, obviamente, los sectores económicamente solventes, no pueden estar lejos del drama ocasionado por esas diferencias e injusticias.
La solución no es fácil, es urgente buscar fórmulas ingeniosas que resuelvan las diferencias sin trasladar los costos a otros sectores o niveles. Circunstancialmente, parece fácil confiscar a unos para dar a otros. Una fórmula tan simple en la dinámica de las luchas partidarias, acaba muy pronto, empobreciendo a todos y, consiguientemente, generalizando la violencia. De lo que se trata es de aumentar la riqueza, crear puestos de trabajo y dar a las personas la oportunidad de ganar su pan con la dignidad implícita en su condición humana. Ganar el pan con el esfuerzo propio significa haber alcanzado un nivel importante de evolución. Estoy de acuerdo que, en esta proyección, el Estado puede utilizar incentivos y disuasivos y con mayor eficacia el sistema tributario para poner las cargas más pesadas sobre las espaldas más anchas. Los impuestos constituyen los mecanismos más eficientes para la redistribución de la riqueza.
Lo que el gobierno del presidente Evo Morales ha hecho, en ámbito de los hidrocarburos, es plausible, los resultados están ahí y son contundentes. En minería y agricultura, todavía no hay un sistema completo de largo alcance, es urgente que esto sea concluido, lo antes posible. Las acciones realizadas con empresas, que estaban en manos nacionales, no son las más aconsejables. Con la indemnización que se pagará, se podían establecer otras unidades productivas, creando más fuentes de trabajo e incrementando los ingresos de las áreas correspondientes. Lo que ha sucedido últimamente en Sucre, más allá de su contenido político y moral, económicamente hablando, no es lo más eficiente. La cementera ya era de propiedad del sector público (Alcaldía y Universidad), esto quiere decir, que podía ser administrada desde esa perspectiva. Con el dinero de la indemnización, seguramente treinta millones o más, se podía haber instalado otra fábrica en Sucre. Aquel hermano departamento, además de poseer físicamente la fábrica de cemento, hubiera tenido otra inversión importante con los efectos consiguientes en puestos de trabajo y en rendimientos económico financieros. Ahora, el precio que pague el Estado, con seguridad y dadas las condiciones jurídicas imperantes, será trasladado a otro lugar.
En economía, lo importante es el sentido social de lo que se produce. La mejor forma de redistribuir la riqueza es creando fuentes de trabajo. El gobierno del presidente Evo Morales tiene condiciones excepcionales para hacer de Bolivia un país próspero, capaz de ofrecer a su pueblo condiciones dignas de existencia.
Clarín, Argentina: Incertidumbre económica por actitudes oficiales
La celebración del Día de la Industria fue escenario de uno de los problemas que afectan a la economía y, por lo tanto, a toda la sociedad, como es la política de confrontación y rechazo del diálogo del Gobierno. En este contexto, el anuncio de de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, de que concurrirá a un acto de la UIA, a fin de año, contribuye a distendir el clima de crispación imperante. Habrá que ver si esto implica un cambio de política o si, como ha sucedido en ocasiones pasadas, es un reacomodamiento pasajero ante el rechazo que provocan las actitudes agresivas del oficialismo.
Cuando organizó el acto para atacar a Papel Prensa, el Gobierno realizó intensas gestiones y presiones sobre los empresarios para que acompañaran la ofensiva. Sin embargo, salvo contadas excepciones, los hombres de negocios decidieron no acudir a la convocatoria, lo cual constituyó una seria derrota política del oficialismo y marcó un antes y un después de sus relaciones con el sector privado.
En este contexto llegó el Día de la Industria y la Unión Industrial decidió hacer la tradicional celebración en Entre Ríos para evitar fricciones con el Gobierno, pero el gobernador provincial presionó a los empresarios locales para que no invitaran a la UIA. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner participó, a su vez, de un acto en el que tuvo expresiones agresivas para con el empresariado no adicto, al tiempo que muchas empresas están experimentando demoras en trámites en el Estado y visitas de control impositivo que pueden interpretarse como expresiones de represalia oficial.
A esto se suman la presión de sindicatos oficialista sobre empresas que no han querido identificarse con el Gobierno y, por supuesto, la ofensiva que mantiene contra los medios de difusión independientes.
El clima anti empresario generó preocupación en empresas locales y del exterior y esto se verifica en un bajo ritmo de inversiones a pesar del aumento de la demanda interna y externa y en un aumento de importaciones que, en otras condiciones, podrían sustituirse con inversiones locales.
A esto se suma una evolución de la macroeconomía que puede generar problemas en el futuro. La actual recuperación de la economía se apoya fundamentalmente en un aumento de la demanda externa, pero también en un aumento en el poder de compra local que no está acompañado con suficiente inversión, lo cual está contribuyendo a generar inflación.
El Gobierno, por su parte, no sólo decidió no implementar una política explícita para reducir la inflación sino que la convalida con una política expansiva del Banco Central, que ha fijado metas de crecimiento monetario que replican la inflación estimada por institutos estadísticos provinciales y consultores privados y que superan ampliamente la reconocida por el INDEC.Esta política está destinada a recuperar la muy deteriorada imagen oficial en la opinión pública pero está provocando, también, una creciente licuación de los ingresos, especialmente en los sectores más carenciados, que sufren aumentos en los bienes de primera necesidad.
Como consecuencia de esto, el aumento de la demanda real está frenándose, como se refleja en muchos segmentos del mercado.
Se está aplicando, en suma, una política cortoplacista inspirada por razones básicamente políticas que puede amenazar la sustentabilidad del crecimiento y a desaprovechar las condiciones favorables del mercado mundial.
La política de agresión a las empresas, unida a inconsistencias de la política macroeconómica, están afectando la inversión. Los elevados aumentos de precios están erosionando el poder de compra y afectando especialmente a los sectores de menores ingresos. La incertidumbre generada por el clima anti empresario y la inflación pone en riesgo la recuperación de la economía estimulada por la demanda externa.