Todos comentan, se ríen y algunos se irritan con cierto tono moralista con el temita del Whatsapp. Pero lo cierto es que nadie deja de usarlo y la prueba es la histeria mundial que se produjo el pasado miércoles, cuando 1.200 millones de usuarios quedaron sin este servicio de mensajería instantánea, el más efectivo que haya existido en la era electrónica. La falla global de algunas horas ha sido la noticia más comentada del día y más allá de las reflexiones que provoca el mal uso y el abuso de las redes sociales, hay que destacar un elemento muy importante en la civilización actual, ávida de información, devoradora de datos e insaciable de conocimientos, pero sobre todo, hiper-conectada y ansiosa por comunicarse, compartir ideas y pensamientos. Algunos creen que el hecho de que todos vivan pegados a la pantalla del celular va a crear generaciones de bobos. Así decían de la radio y del televisor, del telégrafo y del teléfono y lo cierto es que a mayor comunicación, menos tiranos. Eso se debería destacar.
Fuente: eldia.com.bo