Hidenobu Fukuda, el director la empresa, introdujo su política de “gatos en la oficina” en el año 2000 a petición de uno de sus colaboradores y autorizó a los empleados a acudir con su gato preferido. ¡Pero eso no es todo! Este empresario recompensa bien a sus empleados que salven mininos.“También le doy 5.000 yenes (45 dólares) al mes a quien salve un gato”, manifestó para la agencia AFP. Por su parte, Eri Ito (una secretaria del Ferray) señaló encantada que “los gatos están durmiendo justo a nuestro lado, es relajante”.Sin embargo, algunos gatos —por su naturaleza traviesa— les juegan malas pasadas a los colaboradores de Ferray. Según contó Fukuda “a veces, los gatitos camina sobre el teléfono y corta la llamada, o apagan los ordenadores al pisar el interruptor”.A pesar de las mínimas complicaciones que pueda contraer tener gatos en la oficina, nadie puede negar que estas mascotas les hacen un bien a la personas que necesitan relajarse con unos animalitos peludos y con bigotes largos.
Dato
- En Tokio hay alrededor de sesenta cafés con gatos oficialmente reconocidos, donde los felinos deambulan entre los clientes.
Fuente: http://peru21.pe