Una “Inteligencia” no muy inteligente


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La desbocada imaginación esta vez le jugó una mala pasada al ministro de Defensa, Rubén Saavedra. Decir que los tres oficiales, alumnos de la Escuela Militar de Inteligencia del Estado  estaban jugando a los espías y no  extorsionando a comerciantes en La Paz fue realmente un exceso producto de una imaginación copiosa y fértil, impermeable a cualquier atisbo racional.

De acuerdo a las versiones que circulan en el municipio paceño, el gobierno está dispuesto a utilizar no solamente  mecanismos supuestamente legales para quitar del medio al alcalde paceño,  Luis Revilla, también podría utilizar otros métodos que podría ser calificados, cuando menos, como vedados. En realidad a los tres oficiales se les encargó provocar a  los comerciantes, aplicándoles multas y decomisándoles su mercadería de forma de causar  su reacción y generar una marcha hacia la Alcaldía para pedir su renuncia generando, además,  una batahola de padre y señor  mío. Pero por lo visto los “aprendices de inteligentes” no son buenos alumnos y se hicieron pescar al primer intento.



La suprema traición

Durante su intervención en la sesión de honor del Concejo Municipal de Cochabamba, el presidente Evo Morales,  dijo estar rodeado de traidores aunque, como es su costumbre no abundó en detalles y nos dejó con la curiosidad de saber de quiénes se trata aunque existen múltiples versiones al respecto.

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Sin embargo, en voz baja nos comentaron que no se refirió a nadie de su entorno más íntimo y menos aún a alguien que no se quita el traje y la corbata ni para bañarse. Los aludidos fueron, nos indicaron, aquellos que le creyeron que este gobierno sería de los indígenas y los originarios y le exigen que cumpla sus promesas. La verdad es que merecen un calificativo mucho peor por ingenuos.

Los nuevos terratenientes

Hasta hace poco, Alejandro Almaraz era una persona de mucha confianza de Evo Morales y se dice que le consultaba siempre que tenía en ciernes algún problema político serio. En suma, Almaraz era un hombre de la “nomenclatura” masista y, por tanto, conoce todos los entretelones y los sinuosos senderos por los que transita la nueva oligarquía del Estado Plurinacional.

Por eso es que no dudamos de sus palabras cuando dice que en el MAS nadie quiere solucionar el problema de la tierra sino que hay un grupo que simple y llanamente quiere apropiársela. “Ahora nos toca a nosotros” sería, según Almaraz, el lema de este grupo que tendría como su más nítido exponente al dirigente “campesino” y senador, Isaac Ávalos, un grueso personaje que se la tiene jurada al ex viceministro de Tierras debido a un problemita relacionado con algunos tractores que se hicieron humo y a un especial interés que habría tomado Almaraz en el asunto.