Febrero 13 de 2003. Los bolivianos presenciamos la sublevación de un grupo de policías contra el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.
Fue definitivamente un día trágico. Las intenciones golpistas eran más que evidentes y el Ejército fue llamado para sofocar la rebelión. El resultado fue lamentable. Treinta y tres muertos en una situación más que confusa no fue un saldo gratificante para nadie.
La entonces oposición con Evo Morales a la cabeza, criticó duramente que los militares del Ejército fueran convocados para defender un gobierno que con todos sus bemoles, había sido elegido democráticamente por la vía del voto popular. Ahora sin embargo esa oposición erigida en gobierno, bate palmas porque en Ecuador, el Ejército intervino a balazos para restituir el orden constitucional. Cambia, todo cambia.
Quieren prevenir y no lamentar
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Cuando veas la barba de tu vecino rasurar, pon la tuya a remojar, aconseja la experiencia. Duchos como son en las confrontaciones políticas, los masistas ya están tomando sus previsiones porque no son como los opositores que, como dijo el vicepresidente, recién a los muchos meses se dan cuenta de las consecuencias de lo que hicieron o no hicieron.
La nota enviada por el Ministro de la Presidencia, Oscar Coca a los altos mandos militares y policiales no deja duda. Quieren evitar una experiencia similar a la ecuatoriana y por eso mismo, en la orden de destinos para la gestión 2011 existe la instructiva explícita para que cualquier oficial que tenga aspiraciones de ascender de rango y mucho más de acceder al generalato tendrá necesariamente, que militar en el MAS. La instrucción fue impartida en horas de la mañana de este viernes al Departamento Tercero (Personal) de las Fuerzas Armadas. No se dan cuenta que son precisamente las disposiciones de este tipo las que desencadenaron la crisis ecuatoriana.
Le pasó por comedida
Marianela Paco (foto Erbol)
A la diputada Marianela Paco sus ímpetus inquisidores la están llevando camino a ser el pato de la boda. De manera muy comedida se le ocurrió anunciar la inminente revisión y hasta derogatoria de la Ley de Imprenta pero fue de inmediato desautorizada y no de una forma muy cortés.
El portavoz gubernamental y otrora periodista, Iván Canelas, por encargo del presidente Evo Morales (que para eso es muy rápido) la llamó al palacio de Gobierno y ella fue muy prestamente. “No te metas en lo que no sabes” fue el encargo y le reprochó que hubiera revelado las intenciones gubernamentales de revisar la Ley de Imprenta. Eso sumado al papelón que hizo en un programa dominical transmitido por los medios oficialistas ha ocasionado que la condenen a tener la boca cerrada hasta nueva orden.