Imparable. La Miss Bolivia 2012 y magnífica habla del amor que tiene por Santa Cruz.
De haber nacido en otro lugar, ni hablar. El único sitio ideal e imaginable para Alexia Viruez se llama Santa Cruz. Ha pisado prestigiosas pasarelas en todo el mundo y probado las comidas más exóticas pero no cambiaría el sabor del majadito batido, ni la tranquilidad que le transmite Samaipata o Buena Vista. «Soy una eterna enamorada y orgullosa de mi tierra», expresa la magnífica de Pablo Manzoni y Miss Bolivia Universo 2012/2013. A cuatro días de entrar al mes aniversario del departamento se declara privilegiada de ser cruceña. “He viajado a varios lugares, y a pesar de las falencias que tengamos, vivimos como reyes», asegura la modelo de 23 años que es madre de la pequeña Alessandra.
No le cambiaría nada a su pueblo. Apasionada por la música, el arte y el teatro le encanta la calidez y la amabilidad de su gente. «Las personas que vienen de otros países siempre quedan impresionados por estas características de Santa Cruz», señala la exmiss. Reconoce que si bien no cambiaría nada del departamento, siempre es bueno mejorar. «La educación sobre todo, desde el que maneja su vehículo hasta el que hace fila para sacar algún documento», expresó la exótica morena.
Valiente y enérgica como el espíritu de su tierra. Su rostro representa a grandes empresas en Bolivia. Es imagen de la tienda de calzados Femenina y Nibol la escogió para ser la cara visible en su stand los días de la Expocruz. Pero la morena no solo conquista a grande organizaciones, sino también a jóvenes talentos como la diseñadora Úrsula Cabrera, quien la eligió como su imagen. Entusiasta, la presentadora del programa Enhorabuena, de la red nacional PAT es una mujer que no le tiene miedo a lo que se viene. Actualmente se posiciona como una de las modelos más solicitadas para los eventos sociales.
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Una mujer que no para de soñar. La magnífica ha pausado su carrera universitaria por el momento pero asegura que la retomará más adelante. Cursa la carrera de ingeniería comercial en la Nur. Acostumbrada a sacrificarse por lo que quiere, su deseo más grande es dirigir su propia empresa. «Aún estoy pensando en la razón de mi emprendimiento, de lo que estoy segura es que mi madre será mi socia”, dice con una voz risueña.
Una cambita es dueña de su corazón. Su tono y su mirada cambia cuando habla de su pequeña hija, que mientras va creciendo no hay día que no haga reír a su madre. «Va creciendo y es tan inteligente que se da cuenta de todo. Ella es mi compañera», dice Alexia visiblemente derretida de amor. «Mi hija es amorosa, inquieta, sociable y no se cohíbe con nada. A veces le sale su berrinche», cuenta entre risas la amorosa y luchadora madre.
Fuente: eldia.com.bo