Cochabamba dejó de ser un exportador de flores

Dificultades | La exportación fue suspendida hace un año debido al incremento de los fletes de transporte aéreo, la incapacidad de cubrir los volúmenes requeridos, la limitada mano de obra calificada y la subida de los precios de fertilizantes, agroquímicos y plásticos para construir invernaderos

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Los Tiempos



Por: A. D. Hans Soria O.

Rosas | Cochabamba se caracteriza por la producción de rosas para proveer a todo el mercado nacional. Esta flor también era apreciada en el extranjero. | Noé Portugal

Desde hace un año, aproximadamente, los claveles, las rosas y crisantemos cultivados en las húmedas y fértiles laderas de la cordillera del Tunari dejaron de adornar espacios personales, familiares e institucionales en diferentes ciudades de Estados Unidos, Chile y Paraguay, debido a que los floricultores de Cochabamba se vieron obligados a suspender sus exportaciones desde el 27 de octubre de 2007.

Ese día, la empresa HH Flor se encargó de colocar en el mercado norteamericano el último cargamento de 285 kilogramos de flores cochabambinas, por un valor de 1.080 dólares. Hasta esa fecha de la gestión 2007, Cochabamba había exportado a Estados Unidos, Chile, Paraguay y Argentina 173.501 kilos de flores por 494.467 dólares, según estadísticas de la Cámara de Exportadores de Cochabamba (Cadexco).

La suspensión abrupta de la exportación de flores se debe a varios factores externos e internos. Entre los más importantes destaca el encarecimiento de los fletes de transporte aéreo; la incapacidad productiva de sostener en el tiempo volúmenes requeridos de exportación; la escasez y fuga de mano de obra; el incremento de los precios de los fertilizantes y agroquímicos, así como de los plásticos.

La consecuencia fue la reducción de varias empresas y la drástica caída (hasta 26 hectáreas) de superficie cultivada de flores bajo invernadero, según una evaluación preliminar de William Goytia, presidente de la Asociación de Floricultores de Cochabamba.

Explicó que en el periodo 2002-2005, el Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) transportaba el kilogramo de carga a Miami (Estados Unidos) por 0,98 dólares, que en la práctica era un precio de fomento a las exportaciones y hacía competitivo el comercio con las flores producidas en Colombia y Ecuador.

“Desde que el LAB dejó de operar, hasta la fecha, el transporte del mismo kilo de carga en el resto de las líneas aéreas tiene tarifas entre 1,60 y 1,70 dólares, situación que tornó insostenible las exportaciones por los elevados costos de operación”, indicó Goytia.

Precios

En el caso de los fertilizantes y agroquímicos (pesticidas y fungicidas) importados, así como de los plásticos, sus precios se incrementaron por encima del 60 y 95 por ciento, respectivamente, como consecuencia de la subida del costo del petróleo en el mercado internacional. Este fenómeno ha provocado que las principales empresas productoras de flores reduzcan sus actividades, disminuyan sus áreas de cultivo en más del 60 por ciento y utilicen un 50 por ciento menos de mano de obra requerida.

Los pequeños productores (familias campesinas), que en los últimos 10 años asimilaron pacientemente conocimientos en los invernaderos, como esperando su oportunidad, asumieron en los últimos tres años el reto de reactivar la floricultura, sembrando pequeñas superficies bajo invernadero o al aire libre, que proporcionan trabajo a más de 1.200 personas, en el entorno familiar, dice el presidente de los floricultores.

El cierre de las exportaciones provocó una sobreoferta de flores en la temporada primavera-verano que obligó a los productores a bajar precios a niveles tan bajos, que hoy se puede adquirir una docena de rosas a 12 bolivianos o menos.

Hay pocas empresas y más productores campesinos

A la fecha, la producción de flores en las laderas del Tunari y los valles bajo, central y alto de Cochabamba está sustentada por tres empresas (HH Flor, Floralex, El Clavelito) y más de 200 pequeños productores o familias, que cultivan a cielo abierto y bajo carpa una gran variedad de flores en superficies pequeñas de hasta mil metros cuadrados.

Del total de la producción, las rosas y claveles representan el 52 por ciento; mientras que las otras especies como claveles silvestres, crisantemos, pompones, gladiolos, nardos, astromelias, ilusiones, margaritas, siempre vivas, fresias y algunas variedades exóticas, representan el 48 por ciento.

A nivel comercial, un 40 por ciento de producción total se vende en Santa Cruz; un 30 por ciento en las ciudades de La Paz y El Alto; un 20 por ciento en Cochabamba y el restante 10 por ciento en los mercados de Oruro, Potosí, Sucre, Tarija e incluso Trinidad.

FAMILIAS CONSTITUYEN LA NUEVA BASE SOCIAL Y PRODUCTIVA

Nacen generaciones de floricultores

En los últimos 20 años, la superficie cultivada de flores se redujo de 60 a 26 hectáreas, debido a que la base social y productiva de la floricultura en Cochabamba sufrió una transformación sustancial. De grandes emprendimientos económicos entre los años 1985-1998 a pequeñas unidades productivas, en la actualidad.

La generación de las grandes empresas productoras de flores, con significativos capitales de inversión, alta tecnología y apoyo crediticio de la banca, que llegó a cultivar hasta 60 hectáreas, dejó de existir a fines de los años 90, para dar paso a otra generación de floricultores cuya base social y productiva son familias campesinas, que arriesgan su pequeño capital, en una actividad que continúa siendo rentable a pesar de la crisis del transporte aéreo, que encareció los fletes, los insumos y fertilizantes y cerró las exportaciones, señala el presidente de la asociación de Floricultores de Cochabamba, William Goytia.

“Esta nueva generación de floricultores, sin créditos bancarios, escasa asistencia técnica privada o del Gobierno, mantiene latente la producción de flores en niveles de rentabilidad a pesar de la diferencia de precios de invierno y verano”, señaló a tiempo de indicar que una docena de rosas en invierno puede llegar a costar hasta 25 bolivianos puesta por productor, mientras que la misma cantidad en verano puede bajar hasta 8 bolivianos.

ANÁLISIS

“El Gobierno no reaccionó para salvar al sector”

Las exportaciones de flores bolivianas se desarrollaron en determinado período cuando existían condiciones favorables internas y además teníamos un mercado externo atractivo para atender nuestra oferta productiva.

En otras palabras, Cochabamba –principalmente- estaba en condiciones saludables para invertir, estábamos incentivados para producir, teníamos buen conocimiento y manejo del quehacer genético, biológico, etc.

La transportación, especialmente aérea, a los mercados externos estaba en condiciones aceptables, tanto en precios como en servicios. Al otro lado, los compradores externos contribuían con precios satisfactorios para atender nuestra oferta.

En 1986, Cochabamba realiza su primera exportación de flores frescas, con un valor aproximado de 19 mil dólares, el destino de este producto fue Brasil. Con posterioridad a esta fecha entramos a un proceso ascendente en nuestra producción y ventas al exterior, habiendo logrado nuestra mayor exportación el año 1994, con 1.393.0000 dólares.

A partir de este año se inicia una curva descendente leve de exportaciones y así se aprecia que el año 1998 las ventas alcanzaron 731.000 dólares.

En este punto tenemos que anotar que nuestra crisis se agudiza principalmente por el efecto “tsunami” que viene desde los países asiáticos. Esta caída de precios en los mercados externos conduce a una hecatombe comercial y de costes en los principales compradores del exterior, principalmente de Estados Unidos.

Nuestras ventas al exterior cayeron hasta 20.000 dólares anuales el año 2004 y el año 2007 alcanzó a 25.000 dólares. Al igual que Bolivia los principales productores y exportadores de América Latina, Colombia y Ecuador, estaban envueltos en esta crisis, pero la reacción de sus gobiernos fue muy positiva: abren programas de incentivos, créditos favorables y en algunos casos suspensión temporal de pago de impuestos para salvar su industria. El Gobierno de Bolivia no reacciona de la misma manera, ignora a los productores y exportadores nuestros.

Ramón Rada Velasco Ex presidente de la Cámara de Exportadores