Entre auténticos e impostores

El Mundo

Observando una hipócrita fotografía entre el Presidente y los Prefectos de Potosí, Santa Cruz, Beni, Tarija y una banda de ladrones que con ayuda ilegal del Presidente arrebataron con artimañas y bayonetas a otros como los interventores prefecturales de La Paz, Cochabamba, Oruro (Quien según la convocatoria del Ejecutivo perdió las elecciones) y el obediente Almirante que de hacer la vista gorda al contrabando de camiones hoy es "Prefecto", la única que mantuvo una dignidad respetable de no prestarse a la fototipo de la hipocresía fue Sabina Cuellar.

Me imagino que debe haber sido difícil encontrar coincidencias entre legitimas autoridades que representan a sus departamentos y ovejas obedientes y dóciles que solo responden al adiestramiento de su amo, cómo pueden coincidir o encontrar puntos de acuerdo dos posiciones encontradas, era sin duda un diálogo desventajoso, unos que buscan un encuentro de un acuerdo democrático, pluralista, legitimo, legal, que sea una imagen real del conjunto nacional y no un mamotreto constitucional que solo es la imagen de Evo y el MAS que tiene como postulados el prorroguismo, el autoritarismo, el revanchismo, el odio y el arrebatamiento al país de cualquier posibilidad de respeto y dignidad.



Nadie pone en duda la legítima representación de Evo Morales, como puede ser legítima su aspiración inconstitucional de reelegirse la cual puede y debe ser modificada porque en última instancia es el pueblo mediante el voto quien tendrá la ultima palabra, lo que es inadmisible es que exista un proceso electoral con el actual padrón electoral, que no se puede negociar nada sino existe una auditoria de dicho padrón; cómo podemos pensar asistir a una votación con un padrón electoral donde mas de 100.000 personas nacidas entre 1903 y 1907 asistieron a votar y un homónimo nacido el mismo día y en el mismo lugar pueda votar en 12 recintos diferentes, eso es inmoral y los que apoyaron no realizar la revisión del padrón electoral fueron justamente los Prefectos impostores, los que no ganaron ninguna elección, los que el dedito mal doblado del Presidente y las bayonetas del general Trigo los eligieron, ¿acaso puede salir humo blanco de un diálogo entre Prefectos legítimos y los impostores que jamás ganaron ni las elecciones de su curso?

Todos sabíamos que el diálogo no podía tener un final que logre el encuentro esperado de la unidad boliviana, todos sabemos de las condiciones del Presidente que usa todo el poder para imponerse, que cuenta con el apoyo de una comunidad internacional desinformada, con un ejercito de indígenas fundamentalistas dispuestos a todo, con las tropas militares en cada uno de sus estamentos, con un poder dócil y domesticado, con un aparato comunicacional preparado para manipular y distorsionar, y por el otro lado un grupo de Prefectos con legitimidad si pero amenazados, acosados, cercados y por qué no con miedo después de que su colega Prefecto fue apresado, juzgado y sentenciado sin pruebas ni juicio alguno y hoy está secuestrado en una cárcel, así no podía existir posibilidad alguna de éxito en el diálogo.

Que se puede dialogar con un Presidente que llama conspirador al Cardenal, que no respeta las leyes, que está seguro que él es el estado y el dueño y amo de vidas y haciendas de los bolivianos, así no existe diálogo, éste encuentro definitivamente nació muerto.