Cochabamba tiende a ser un laboratorio de droga

Unas 5 comunidades del Departamento están bajo el control del narcotráfico. No dejan ingresar a policías. Las fábricas de cocaína han desplazado a los cultivos. Los que en el pasado fueran agricultores ahora son peones del narcotráfico.

imageLa “narcocasa” descubierta en Tusca Pujlla (Sacaba) el 27 de noviembre de 2008. | Daniel James

Los Tiempos



Por: Katiuska Vásquez

CRECIMIENTO | Hay cinco regiones de acceso difícil para las fuerzas antidrogas y proliferan las “narcocasas”. En enero, la Felcn halló 115 fábricas de droga en una sola comunidad. También las hallan en la periferia de la ciudad y hasta en el mismo centro. Se descubrió una cerca de la terminal

Cochabamba, un gran laboratorio de droga. Pantipata, en el municipio de Sipe Sipe, es una de las comunidades dominadas por el narcotráfico. Las fábricas de cocaína han desplazado a los cultivos. Los que en el pasado fueran agricultores ahora son peones del narcotráfico.

Fruto de ese vínculo, forjaron 115 fábricas de cocaína, que fueron destruidas en enero por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), dentro del “megaoperativo” Serranía. También se halló más de una tonelada de marihuana en Tutimayu.

Pantipata es parte de la red de poblaciones que se han volcado al narcotráfico. Se han identificado cinco regiones críticas: Arque, Pongo, Capinota, Sipe Sipe y Charamoco, todos en la zona andina. El hostigamiento a los policías de la Felcn es permanente y con uso de armamento letal. En enero, las fuerzas antidrogas encontraron una feroz resistencia en Charamoco, donde los “narcos” los ahuyentaron con disparos de fusil, explosiones de dinamita, petardos y pedradas.

Arque es una de las zonas más pobres, donde abunda la fabricación de droga y donde el acceso para las patrullas es difícil. Lo mismo ocurre en Pongo, donde los narcotraficantes usan las quebradas para elaborar droga.

Mimetizados

El narcotráfico se ha extendido a la ciudad. En 2008, se detectaron siete “narcocasas” urbanas. Quillacollo, Sacaba y Cercado, son los nuevos bastiones “narcos”. Son varios los factores que han empujado las fábricas a la ciudad, como las nuevas técnicas para hacer droga, que han convertido las pozas de maceración en recursos del pasado.

Hoy se imponen fábricas móviles, que constan de tanques de agua y motores, que facilitan la elaboración. La coca molida también simplifica la fabricación. Hay antecedentes de decomiso de coca triturada cerca de la terminal de buses de Cochabamba.

Las “narcocasas” quedaron al descubierto por los incendios que provocaron, por manipular precursores para la producción de pasta base de cocaína. Estas fábricas urbanas utilizaban como fachada viviendas precarias situadas en barrios alejados de la ciudad como Ushpa Ushpa, Vinto, Quillacollo y Sacaba.

Los “narcos” simulaban ser vecinos y por lo general tomaban la casa en anticrético o alquiler.

En las casas quemadas se hallaron residuos de coca macerada, químicos altamente inflamables y hojas molidas.

Chapare

Las incautaciones más grandes en 2008 y en lo que va de 2009 ocurrieron en Chapare. El 23 de septiembre, Umopar se incautó de 147 kilogramos de cocaína, en poder de las hermanas de la constituyente y dirigente del Movimiento Al Socialismo (MAS), Margarita Terán: Elba y Juana Terán, además, del esposo de una de estas, Tomás Veizaga.

El 22 de enero, Umopar se incautó de 665 kilogramos de clorhidrato de cocaína en Bulo Bulo, el cargamento en tránsito provenía del puerto de Ilo y se presume que iba ser enviada a Brasil o Argentina.

Más de media tonelada en 2008

En 2008, la Felcn se incautó de más droga que en 2007. Las cifras revelan que se decomisaron una tonelada y media de cocaína. Se destruyeron 496 fábricas en el departamento y 854 pozas de maceración. Las operaciones de la Felcn se incrementaron en 40 por ciento con relación a 2007, según un informe anual de 2008.

Un fenómeno de lo ocurrido en 2008 fue la proliferación de las “narcocasas” y los envíos de encomiendas a España, que persisten pese a los constantes controles en los aeropuertos.

La tendencia del narcotráfico tiende a ir en aumento, además, por la paralización de la erradicación de coca excedentes en el trópico y la proliferación de sembradíos en otras zonas como Yungas de Vandiola, según fuentes cercana a la lucha antidrogas.

CARGA GIGANTE

El 22 de enero, Umopar se incautó de una de las mayores cantidades de droga de los últimos dos años al descubrir un cargamento de 665,4 kilogramos de clorhidrato de cocaína, elaborada en Perú con destino a Santa Cruz.

La mercancía iba escondida en el doble fondo de un camión cisterna procedente de puerto de Ilo con placa 868-XEC, valorada en medio millón de dólares. El hallazgo considerado el más grande de los últimos cinco años ocurrió el 22 de enero a las 18:45 en el retén de narcóticos de Bulo Bulo, en Chapare.

HOSTIGAMIENTO

El 9 de junio de 2008, unos 80 productores de hoja de coca hostigaron con explosiones de dinamita los campamentos de erradicadores Rojo 2 y Rojo 6 de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).

El objetivo era impedir que avancen en la erradicación de cocales en el Parque Nacional Isiboro Sécure.

El 13 de junio de 2008 unos 150 comunarios de Pantipata emboscaron con piedras, explosivos y barricadas a tres patrullas de la Felcn, que se trasladaron al lugar con la misión de destruir fábricas de cocaína. En el incidente resultó herido un poblador. A raíz del atentado, fueron detenidos dos comunarios, que fueron enviados a prisión. Los autores de la emboscada bloquearon con troncos el camino de salida de las patrullas y convocaron a la gente con sonidos de petardos y pututos, según informes policiales.

El 28 de noviembre de 2008, una patrulla de Umopar fue emboscada y soportó más de 100 disparos, en el Sindicato 1 de Mayo en Yapacaní. En el atentado, murió un policía y cinco salieron heridos.

LAS “NARCOCASAS”

El 11 de enero de 2008, se quemó una “narcocasa” en Vinto. La casa, a medio construir servía como depósito de sustancias controladas y también para armar pozas de maceración.

A los pocos días, el 24 de enero, se incendió otra en el barrio Canillitas, de Quillacollo. En este hecho se incautaron de sustancias químicas y residuos de coca. En febrero, se notificó de otra fábrica quemada en Tiquipaya.

El 14 de junio, en el barrio Entre Ríos, de Sacaba, se incendió la cuarta “narcocasa”, El 8 de septiembre se registró el quinto incendio en un caserío ubicado en Villa Encarnación (Ushpa Ushpa). El sexto incendio ocurrió el 27 de noviembre en Tusca Pujlla, de Sacaba, donde se encontraron molinos con silenciadores y fábricas móviles. La fabrica tenía la capacidad de procesar gran cantidad de droga se estima que 8 mil gramos por hora.