Reclaman asistencia económica que nunca le llegó.
El cuerpo de Héctor García, preso político en el primer gobierno de Hugo Banzer y fallecido ayer a los 86 años fue llevado por sus compañeros hasta el edificio prefectural y exhibido en el patio.
El cuerpo de Héctor García Centellas, ayer en el patio de la Prefectura. | Daniel James
Los Tiempos
El cuerpo de Héctor García Centellas, preso político en el primer gobierno de Hugo Banzer y fallecido ayer a los 86 años en la Caja Nacional de Salud (CNS), fue llevado a mediodía por sus compañeros de la Asociación Pro Defensores de Víctimas de la Dictadura hasta el edificio prefectural y exhibido en el patio. Los compañeros reclamaban la asistencia económica comprometida por el Gobierno mediante Ley del 11 de marzo de 2004 y que hasta ahora no se materializó.
García Centellas murió ayer a las 3:00 sin recursos para recibir sepultura. Sus compañeros burlaron la vigilancia del hospital y trasladaron el cuerpo en un taxi hasta la Prefectura. Allí, los propios guardias de seguridad ayudaron a bajar el cuerpo envuelto en una frazada sin imaginar que se trataba de un cadáver.
El prefecto, Jorge Ledezma, que bajó a ver el cuerpo, se comprometió a interceder ante el Gobierno por las rentas para las víctimas, y anunció que la Prefectura correría con los gastos del sepelio y que se lo velaría en el mismo edificio (por la tarde se optó por un salón en la funeraria Campos).
García, según sus compañeros, estuvo detenido en 1972 en la carceleta de la isla Koati, conocida por los presos como la Isla del Diablo, en el lago Titicaca. Junto a otros reos se fugó a Perú y de allí fueron trasladados en calidad de refugiados a Cuba, donde vivió 12 años.
Cuando volvió al país, trabajó en diversos oficios, pero ninguno rentable hasta que enfermó de insuficiencia renal, insuficiencia cardíaca y próstata, entre otras, que acabaron con su vida.
DETIENEN A LOS AMIGOS
Una vez repuestos del estupor que causó el traslado del cuerpo de Héctor García, una patrulla policial se llevó el cuerpo a la morgue, mientras los compañeros fueron trasladados a celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) por alterar el orden público.
El director de la Felcc, Freddy Pimienta, dijo que siguiendo los procedimientos, había que tomar declaraciones a quienes se los encontró en posesión de un cadáver en un edificio público. “En primera instancia, presumimos que ellos están involucrados en la muerte, pero, dadas las investigaciones, establecimos que el cadáver se encontraba en la pequeña morgue que tienen en la Caja Nacional de Salud”, aclaró Pimienta.