El Gobierno autoriza venta de coca prensada en frontera sur; «es para la droga» dice ex autoridad

El ex viceministro de Defensa Social, Ernesto Justiniano, advierte que “la hoja prensada» no sirve para el acullico y se la utiliza solo para la droga. Los “rollitos” son exportados al mercado argentino desde Yacuiba, Bermejo y Villazón

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Denuncia. La Prensa accedió a un convenio firmado entre la Dirección General de la Hoja de Coca e Industrialización (Digcoin) del Viceministerio del área y los comerciantes en el que se les autoriza a vender en el límite con Argentina, y para el mercado de ese país, hasta 15 libras por persona del producto prensado. Resolución avala compra de la hoja del Chapare



La Prensa

El Gobierno autoriza la venta de coca prensada en la frontera

EL ESTADO ADMITE QUE EL PRODUCTO SE EXPORTA A LOS PAÍSES VECINOS

Los mismos comerciantes minoristas acreditan que la coca no se desvíe al narcotráfico. La coca ennegrecida o la que comienza a descomponerse sólo puede destinarse al narcotráfico.

La Dirección General de la Hoja de Coca e Industrialización (Digcoin) autorizó el 5 de febrero el uso de prensas en Yacuiba, Bermejo y Villazón para la venta de un máximo de 15 libras a ciudadanos extranjeros.

A través de un documento firmado por Luis Cutipa Salva, principal autoridad de Digcoin, y Cevero Aguilar, ejecutivo de la Federación Nacional de Comerciantes Minoristas en Hoja de Coca al Detalle de Bolivia, acordaron esta modalidad de venta.

“Se establece el uso de prensas en los lugares fronterizos como Villazón, Yacuiba y Bermejo, debido a que se comercializa con los países circundantes y se requiere esa modalidad para el transporte y consumo de los habitantes de los países vecinos”.

En febrero de 2008, La Prensa denunció que en el mercado de la Asociación Departamental de Productores de Hoja de Coca de La Paz (Adepcoca) los taques de coca eran reducidos a un volumen muy pequeño.

Un taque de 50 libras, que cabe en bolsas más grandes que las de un quintal de azúcar o harina, se prensa hasta que quepa en una bolsa capaz de contener media arroba de esos mismos productos alimenticios.

Esas hojas pierden todas sus propiedades para hacer infusiones y acullicar, por lo que sólo es apta para fabricar cocaína.

El ex viceministro de Defensa Social Ernesto Justiniano afirmó que “la hoja prensada es materia prima ideal para la producción de cocaína, es sinónimo de droga”.

El mencionado convenio declara que su objetivo es lograr una mejor coordinación entre Digcoin y los detallistas para “la correcta comercialización de la hoja de coca y su llegada a destino final evitando su desvío a fines ilícitos y para la revalorización como producto ancestral de uso lícito”.

En las poblaciones fronterizas de Yacuiba, Bermejo y Villazón, la demanda proviene principalmente de Argentina.

Sin embargo, la Convención Única de Estupefacientes de Viena, firmada en 1961, prohíbe la exportación de coca a países que no autorizaron al 1 de enero de 1961 el acullico.

Fuentes del Viceministerio de la Coca revelaron que con ese acuerdo se busca revalorar la hoja de coca producida en el Chapare, pues se piensa que ésta no es adecuada para su uso tradicional y sólo se destina a la producción de droga.

Peripecias en la frontera

Emilio Huasco es un comerciante que lleva mensualmente 500 libras a Yacuiba para revenderlas.

El detallista explicó que con las prensas “no se trata de hacer ‘chanchitos’, sino que con la ayuda de prensas C, parecidas a las de carpintería, se hacen ‘rollitos’ que pesan cuarto kilo”.

Las hojas, refirió, son cuidadosamente colocadas una sobre otra y el “rollito” se envuelve en papel periódico. El largo del envoltorio no supera los 25 centímetros y el grosor es de diez.

Al estar prohibido el ingreso de hoja de coca en Argentina, los revendedores se colocan hasta 28 pequeños paquetes pegados al cuerpo en el abdomen y las pantorrillas. Así cruzan la frontera internacional. Ya en el país vecino, se desenvuelven los atados y se recuperan las hojas, que son consumidas en ciudades y poblaciones del norte argentino.

Cada persona tiene derecho a adquirir hasta siete kilos de la hoja, aunque al no definirse el periodo en el que se debe efectuar cada transacción, una misma persona puede hacer las compras cuantas veces vea conveniente, incluso por día. Huasco aseguró que el impedimento legal es teórico, pues cada ciudadano argentino puede pasar a su país con un cuarto de kilo de coca en estado natural.

Los controles fronterizos no son muy estrictos en lo que respecta a las personas, mientras que sí lo son con la mercadería.

En el sur, un kilogramo de este producto cuesta 70 bolivianos. “La verdad es que la ganancia no es grande. Nosotros pagamos entre 40 y 42 bolivianos por el transporte en bus de cada taque. Debemos pagar hojas de ruta y los impuestos, hotel, alimentación y otros rubros, así que nuestra utilidad se reduce mucho”.

Martín Cusi, dirigente de los minoristas, dijo que los afiliados a su Federación son muy cuidadosos al llevar al interior del país y a fronteras, pues la coca ennegrecida y la que está en proceso de descomposición son decomisadas por la Policía bajo el argumento de que sólo puede destinarse al narcotráfico.

Cusi añadió que también circula en el país coca peruana, aunque no es de buena calidad. “Si fuera buena, el comerciante la compraría, pero no lo hace, no tiene demanda entre nuestros clientes. No es buena”.

Ex Viceministro advierte que es para la droga

image Ventas: una persona acomoda los taques de coca sobre un vehículo para llevarlos al interior del país y vender la coca al detalle

El ex viceministro de Defensa Social, Ernesto Justiniano, aseguró ayer que “la hoja prensada es la materia prima ideal para la producción de cocaína, es sinónimo de droga”, en referencia al acuerdo interinstitucional suscrito entre detallistas y el principal ejecutivo de la Dirección General de la Hoja de Coca e Industrialización (Digcoin) el 5 de febrero.

“Eso ocurre aquí y en todas partes. Además, vi en muchos lugares del norte argentino que, si bien las personas acullican, consumen hojas enteras, que no han sido destruidas por un mecanismo físico que las prense”.

Definió este convenio como “un permiso más que da el Gobierno para favorecer a los narcotraficantes, pues les permite tener las hojas listas para ser procesadas por el método colombiano”.

Este sistema de procesamiento consiste en moler la hoja de coca en una trituradora mecánica, cuyo resultado es acopiado en bolsas y se llevan a tanques de maceración, donde se mezcla con diésel, ácido sulfúrico, gasolina o acetona.

El analista indicó que las incautaciones de hoja de coca en estado natural que se destina a la elaboración del alcaloide llegan al 1 por ciento.

Criticó el Nuevo Reglamento de Circulación y Comercialización de la Hoja de Coca en su Estado Natural, pues “ha dejado a los efectivos de los organismos de lucha contra el narcotráfico en una situación muy complicada, pues ha dejado de ser ilegal la circulación de grandes volúmenes del producto”.

Ese documento autoriza a los productores a convertirse en detallistas. Sólo la Asociación Departamental de Productores de Hoja de Coca de La Paz (Adepcoca) cuenta con 33.000 afiliados. Justiniano calcula que en todo el país los cultivadores son más de 80.000, quienes se suman a los 6.000 vendedores minoristas, por lo que resulta prácticamente imposible controlar semejante cantidad de coca.

Ese reglamento transgrede disposiciones de la Ley 1008 y “lo que ha hecho el Gobierno, pese al discurso anticapitalista que maneja en los foros internacionales, ha sido librar la hoja de coca a las leyes del mercado, porque sus precios son fijados por la oferta y la demanda”.

“El Estado no fiscaliza la hoja de coca y, lo que es peor, veo cierta complacencia de Naciones Unidas, porque los datos oficiales de superficie cultivada se basan en información del Gobierno”.

Viceministro avala obligación

El Viceministerio de la Coca y Desarrollo Integral avaló la imposición a los detallistas de adquirir mensualmente cinco taques de hoja de coca chapareña “adicionales, sólo, única y exclusivamente del mercado legal de Sacaba”.

El segundo punto de la Resolución Administrativa 089, emitida el 14 de junio de 2007, señala textualmente: “Los comerciantes que no adquieran los cinco taques adicionales correspondientes de forma mensual del mercado legal de Sacaba, automáticamente, pierden su cupo, no pudiendo adquirir los cinco paquetes de ningún otro mercado, en este caso del mercado de Villa Fátima, del departamento de La Paz”.

El 30 de mayo de 2007, la Dirección General de la Hoja de Coca e Industrialización (Digcoin), las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, cuyo líder es el presidente Evo Morales, y la Federación Nacional de Comerciantes en Hoja de Coca al Detalle de Bolivia firmaron, según la parte considerativa de la indicada resolución, un acuerdo por el que deciden comprar cinco taques del producto chapareño con frecuencia mensual.

El primer acápite de la mencionada resolución autoriza “adecuar” los artículos 14 y 19 del Reglamento de Circulación y Comercialización de la Hoja de Coca en su Estado Natural, por lo que “permite” a los detallistas hacer la compra señalada.

Este acuerdo fue refrendado por otro, suscrito en Sacaba el 5 de mayo de 2008, que tiene similar contenido y vigencia de ocho meses, aunque la resolución del Viceministerio de la Coca no fue derogada y mantiene la amenaza de suprimir la licencia a los detallistas que no compren el producto de Sacaba.

Un comunicado emitido ayer por el Viceministerio de Defensa Social y Sustancias Controladas dio cuenta de que Digcoin no firmó el convenio de las Seis Federaciones con los detallistas el 5 de mayo de 2008, aunque la imposición para que los vendedores al raleo adquieran ese producto deviene del 14 de junio de 2007 y autoridades de esa cartera, según la Resolución Administrativa 089, solicitaron que el mencionado acuerdo del 30 de mayo de 2007 fuese incluido en la reglamentación de venta de la hoja.

El director nacional de Digcoin, Luis Cutipa, y el director regional de Digcoin-Cochabamba, Reynaldo Ledezma, participaron en la reunión en la que se logró ese acuerdo, cuyos alcances no han sido modificados.

“Mejora hoja del Chapare”

Mientras la producción del Chapare mejora, las cosechas de los Yungas son cada vez de menor calidad, según Matías Cusi, dirigente de los comerciantes al detalle.

Desde 2007 “mejoró la calidad de la coca del Chapare. Antes de ese año, los productores no tenían cuidado en la manipulación de sus cosechas. Empaquetaban las hojas con tallos, con palos grandes y eso mermaba el peso. Tampoco ‘trasteaban’, o sea, seleccionaban las hojas por su calidad y tamaño. Por ello se hizo de la fama de que no servían para el consumo tradicional”.

En contrapartida, dijo que los campesinos yungueños emplean fertilizantes que incluso ayudan a producir hojas más grandes o más pequeñas, y hay sistemas de riego por aspersión.

Entonces, “la hoja ha dejado de ser ecológica, muchas veces, inclusive, no la cosechan cuando está madura y con el apoyo de los químicos logran hasta cuatro cosechas por año, cuando antes obtenían dos”.

En el departamento de La Paz, la mejor producción se obtiene actualmente de Caranavi, Guanay, Teoponte, Apolo, la provincia Bautista Saavedra e Inquisivi, porque los cocaleros siguen los procedimientos tradicionales.

Cusi reconoció también que los cultivos hechos en el departamento de Pando no tuvieron éxito “porque la tierra en esa zona no es apta”.

Revaloración

Las Seis Federaciones del Chapare necesitan vender sus cosechas a los detallistas.

De esa manera, dicen, se dejará de ver a la hoja chapareña no apta para uso tradicional.

Los detallistas se resisten a adquirir la producción que se expende en Sacaba.