Cría cuervos…

Juan esta aprendiendo que en el diccionario político del binomio gobernante no figura la palabra lealtad o gratitud.

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Pobrecito de Juan, que decía no tener miedo pero ahora está tembloroso, al borde de un ataque de nervios. Es que acaba de darse cuenta a los extremos a los que puede llegar la ingratitud humana. Debe ser tremendamente frustrante ser tratado como es tratado después de largos desvelos al lado de Evo y preocupándose por la suerte de Álvaro cuándo este estaba entre rejas por terrorista.



El alcalde de La Paz esta aprendiendo que en el diccionario político del binomio gobernante no figura la palabra lealtad o gratitud.

Insultos como “desleal” y “sinvergüenza” deben haber sido para él demasiado al punto que tuvo que salir de su desolado silencio para recordar ciertos aspectos que el vicepresidente Alvaro García Linera es seguro prefiere olvidar o por lo menos deformarlos y darles un carácter épico, dignos de figurar en las antologías revolucionarias junto a la toma del Palacio de Invierno durante la Revolución Rusa o el asalto al cuartel Moncada en Cuba.

Pero sucede que las actividades de Alvaro siempre mantuvieron una razonable distancia de los acontecimientos revolucionarios que estemos de acuerdo o no con ellos, se debe reconocer que han pasado a figurar en la historia del mundo. Sus acciones fueron siempre más prosaicas y tuvieron mayor parecido con las de bandas gangsteriles o terroristas que con la de grupos revolucionarios. Eso lo sabe Alvaro y por ese motivo prefiere intentar cubrirlos con el piadoso manto del olvido, aunque hasta ahora los resultados han resultado infructuosos. Nunca falta el comedido que se da a la tarea de refrescarnos la memoria.

García Linera fue miembro del EGTK que realizó una serie de asaltos ente ellos a una remesa de la empresa Caracoles llevándose un botín de 40 mil dólares; en febrero de 1990 asaltó otra remesa de Cobee lo que le redituó otros 20 mil dólares; el 4 de noviembre de 1989 asaltó la casa de Walter Gumucio llevándose un botín de 95 mil dólares; en abril de 1991 robó en Cochabamba de la casa de Zenón Daza la suma de 60 mil dólares y su acción más lucrativa se realizó en la universidad de Cochabamba cuando se hizo de 622 mil dólares, que según el Mallku Felipe Quispe "solo el Alvaro sabe que hizo con la plata".

Entre las acciones “heroicas” de García Linera se pueden recordar los atentados contra una torre de alta tensión en El Kenko (La Paz), el poliducto de YPFB en Villa Remedios, otra torre de alta tensión en Sacaba y otra más en Milluni.

García Linera en su descargo dijo que él no participó en estos hechos ya que era solamente el “ideólogo” del EGTK. En suma, otros debían arriesgar el pellejo, dar la cara pero el dinero siempre llegaba a sus manos ya que fue detenido mientras intentaba comprar armas con el producto de los robos en la plaza del Estadio en La Paz.

Sin embargo, al entonces diputado por el MBL, Juan del Granado le pareció que García Linera era una inocente palomita y se dio a la tarea de defenderlo desde la Comisión de Derechos Humanos. Hasta ahora dice que fue “injustamente” detenido pero lamentablemente su lealtad hacia Alvaro es correspondida con una bofetada artera y propinada sin rubor ni remordimiento alguno.

Hasta ahora Juan sin miedo mantuvo un silencio bastante parecido a la estupidez y una actitud conciliadora respecto de los jerarcas del MAS y seguramente tiene sus razones pero evidentemente todo tiene su límite.

Ahora Juan decidió nomás correr el riesgo de una represalia al más puro estilo masista y recordar que en su partido no hay Santos Ramirez como en el MAS, a la par que ilustrar al atildado Vice sobre el significado de la palabra lealtad. Será interesante constatar hasta donde llega este juego de lealtades y deslealtades, además de sinverguenzuras entre los otrora entrañables aliados y hasta compadres espirituales.