El gobierno boliviano incumple las observaciones de derechos humanos de la ONU

Rolando Antelo

Rol Ante Como presidente del Comité Suisse pour les droits de l’homme (Comité Suizo por los Derechos del Hombre), he recibido en mano el “Informe del Grupo de Trabajo sobre el Examen Periódico Universal” en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, emitido en el marco del “14º período de sesiones”.

Desde la página 15 a la 24 inclusive se encuentra el “Punto II, Conclusiones y/o Recomendaciones”, donde el gobierno de Evo Morales Ayma admite el incumplimiento de varias observaciones y miente en otras dándolas por realizadas, omitiendo información en los que -supuestamente- son los más importante de sus logros: el “Programa de Desnutrición Cero” y el “Bono Juana Azurduy”, dejando en los países miembros serias dudas acerca de planes que requirieron y requieren ingentes aportes económicos del pueblo boliviano (Observación 64, realizada por Bangladesh).



Evo Morales admite que ha incumplido los numerales 7, 15, 16, 26, 28, 30, 33, 35, 36, 41, 50 y 64, no menos importantes que cualquiera de las otras recomendaciones.

Observación 50, realizada por Chile: tomar medidas para evitar linchamientos.

Observación 41, realizada por Dinamarca: adopción de medidas para avanzar en los centros de justicia.

Observación 36, realizada por Costa Rica: protección de los niños y adolescentes, erradicar el trabajo infantil, explotación y prohibición de castigos corporales.

Observación 35, realizada por Malasia: no realizó la solicitud de asistencia técnica para reintegrar niños explotados.

Observación 33, realizada por Costa Rica: no registró la violencia contra la mujer, la impunidad ni ha tipificado el femicidio como delito.

Observación 30, realizada por Eslovenia: no realizó esfuerzos a fin de proteger niños y mujeres contra abusos, trata y violencia doméstica.

Observación 28, realizada por Eslovaquia: no mejora las condiciones de detención de mujeres y niños ni da posibilidad de recibir educación, separando condenados adultos de menores.

Observación 26, realizada por Holanda: no incluyó en leyes la orientación sexual e identidad de género para luchar contra la discriminación, ni ha desarrollado “programas para educar al público y autoridades policiales, militares, judiciales, penitenciarias y de otra índole”.

Observación 16, realizada por Eslovaquia: no adoptó ni aplicó políticas para luchar contra la venta, explotación sexual y trata de niños.

Observación 15, realizada por Brasil: incumplió la resolución 11/7 del Consejo de DDHH y la resolución 64/142 de la Asamblea General.

Observación 7, realizada por Polonia: no promulgó la ley sobre venta de niños, explotación sexual y trata, ni adoptó medidas inmediatas para fortalecer el “Consejo Nacional contra el tráfico y la trata de personas”.

Lo grave del caso es que estas 12 observaciones de 9 países, de voluntario cumplimiento, no son las únicas que Evo ha incumplido. La Observación 40 de febrero de este año, que Evo Morales da como aplicada o en aplicación, es una aberración que debió ser denunciada por representantes políticos del pueblo boliviano, es decir, los diputados y senadores representantes del sector que no respalda la política del gobierno, pero no se hizo nada.

Las observaciones realizadas por Italia, Dinamarca, Alemania y el Reino Unido han quedado como aplicadas tal cual se observó, ante el tácito asentimiento opositor.

¿Qué dice el numeral 40?: “adoptar las medidas necesarias para asegurar la independencia del Poder Judicial del Ejecutivo, a fin de promover la primacía del derecho y garantizar el adecuado funcionamiento del Tribunal Constitucional y de la Corte Suprema (observación de Italia); no demorar más el nombramiento de los miembros de los órganos judiciales supremos y garantizar la imparcialidad de esas personas (observación de Dinamarca); poner fin a la parálisis del Tribunal Constitucional nombrando nuevos magistrados (observación de Alemania); velar porque en el proyecto de la ley electoral prevista en la nueva Constitución y en el proceso de nombramiento se garantice la independencia del Poder Judicial (observación del Reino Unido)”.

La verdad de los jueces nombrados a dedo por el Sr. Evo Morales exime de toda duda: se burla como presidente de un país que, aunque pobre, supo guardar decencia en sus relaciones con la comunidad internacional. No sólo ha incumplido observaciones que hacen Estado, sino que ha enviado a empleados (sus nombres están en el anexo pág. 25) a realizar una campaña de mentiras, para cubrir las abiertas intenciones de perpetuarse en el poder con la manifiesta complicidad de algunos connotados “opositores”, que prefieren callar los atropellos y violaciones a la ley y al Estado de Derecho, dedicándose a la vil mercantilización de la Prefectura cruceña con un séquito de parlamentarios alrededor.

Lamentable, pero cierto: Evo Morales ha mentido en lo relativo al numeral 40, dejando a todo el país como mentiroso, dañando aún más la deteriorada opinión que el mundo tiene de nosotros.

Resulta imprescindible el pronunciamiento de la ciudadanía boliviana y sus instituciones en todas las áreas, para desenmascarar a la misión diplomática enviada por el Sr. Evo Morales, que miente sobre la verdadera situación de opresión que existe en Bolivia.

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