La duquesa de York, Sarah Ferguson, confesó que había bebido y “estaba por los suelos” cuando aceptó dinero a cambio de facilitar a un falso empresario el acceso a su ex marido, el príncipe Andrés, representante especial para Comercio e inversiones del Reino Unido. Fergi hizo estas declaraciones en una entrevista a la estadounidense Oprah Winfrey, que será emitida el martes, pero de la que se han divulgado algunos fragmentos.
“Había bebido y no estaba en el lugar correcto”, confesó, para justificar el episodio grabado por el periódico News of the World, que le tendió una trampa. En la cinta, la ex nuera de Isabel II acepta una maleta con 40.000 dólares en efectivo como adelanto y da a entender a su interlocutor, un periodista que hacía el papel de hombre de negocios, que medio millón de libras (575.000 euros) le abrirían la puerta del despacho de su ex marido. “No he mirado al demonio a la cara, porque estaba por los suelos en aquel momento”, manifestó, en referencia al encuentro con el falso empresario.
News of the World explicó que decidió tender la trampa a la duquesa después de que alguien próximo a la Familia Real le revelara que se estaba dedicando a ese tipo de operaciones para ganar dinero. Pero el escándalo no solo se está cebando con la Casa Real británica. También, con el nuevo gobierno del conservador David Cameron. Ayer se conoció que más de 170 altos cargos públicos tienen salarios superiores al del primer ministro, que cuenta con un sueldo anual de más de 169.000 euros.
Este dato se conoce un día después de que saltase a la luz que el sustituto del ministro de Finanzas, el liberaldemócrata Danny Alexander, eludió el pago del impuesto del patrimonio cuando vendió su segunda vivienda y presentó una factura por importe de 43.000 euros por su renovación. Un día antes, su antecesor, David Laws, tuvo que dimitir tras presentar una factura de 40.000 libras por alquiler de una vivienda que en realidad era de su novio.
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