La situación era insostenible. Un mal resultado como el de hoy y "era", como tituló el principal periódico brasileño, Oglobo. La relación de Dunga era tan frágil como lo fue su defensa la mañana de hoy en la derrota por 2-1 frente a Holanda, por cuartos de final de la Copa del Mundo. En 2006, el técnico asumió el cargo de entrenador del "Scratch". Esto, luego de otra decepcionante actuación de la selección verde amarilla en Alemania 2006, cuando cayeron en la misma instancia que en el Mundial que transcurre, pero frente a Francia. Esa vez, el fiasco fue encabezado por Carlos Alberto Parreira.
Grandes estrellas, como a lo largo de la historia, son las que comenzaba a encabezar Dunga. Robinho, Ronaldinho, Kaká y Adriano, por sólo nombrar algunos, eran sus dirigidos. Sin embargo, a pesar de contar con todos esos jugadores, el planteamiento de Dunga fue catalogado como defensivo y en contra de la historia de "jogo bonito" que muestran habitualmente los pentacampeones del mundo.
Dos títulos a su haber y el haber ganado las eliminatorias sudamericanas para llegar a Sudáfrica durante su proceso, no fueron suficiente para que el técnico se ganara a la prensa y a la hinchada que no lo quería en su equipo. Durante su estadía ganó la Copa América de 2007 y la Confederaciones 2009, logros que no consiguieron afianzar una relación que nunca fue positiva para el campeón del mundo en 1994 como jugador. "Asumo todas las culpas.
Más, la responsabilidad es de todos. No es justo entregar toda la responsabilidad a un sólo jugador", afirmó tras la derrota sobre las críticas que le llueven a Felipe Melo. Jugador que estuvo en medio de todas las jugadas desafortunadas de los brasileños en el duelo frente a Holanda. "En cuanto a mi futuro, todos saben que cuando llegué a la selección brasileña, eran cuatro años los que me iba a quedar", cerró.
Noticias de TV: Red Uno.