“Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un monstruoso insecto”. Así comenzó Franz Kafka su memorable cuento titulado “La metamorfosis”. Un malintencionado político, de esos que nunca faltan, dijo que un cambio similar se ha producido en Sacha Llorenti, quien de acérrimo “defensor de los derechos humanos” en el pasado; se ha tornado como ministro de Gobierno en un represor al que no le conmueven los muertos de Caranavi.
Nuevamente contra la prensa
Todo indica que el oficialismo está preparando la cama para justificar una arremetida contra los medios de comunicación independientes. El ex dirigente del gremio de los periodistas y actual vocero gubernamental, Iván Canelas, arde en deseos de aplicar su “ley mordaza” que cortaría las alas a los medios y periodistas que pudieran resultar incómodos para el “proceso de cambio”.
No es casual que el periódico oficialista “Cambio” tenga por noticia principal una supuesta connivencia de los principales medios de comunicación escritos de Argentina con las dictaduras del pasado y las medidas que está adoptando Cristina de Kirchner para someterlos mediante la producción de papel.
Medidas más drásticas aún contra los medios se producen regularmente también en Venezuela. ¿Si lo hacen en Argentina y Venezuela porque no podemos hacerlo nosotros? seguramente se pregunta Canelas a quien muchos periodistas deben sentir vergüenza de haberlo tenido como dirigente.
Que no se nos vayan
Los masistas no quieren que otros hagan lo que ellos hicieron y quieren tener el monopolio del transfugio. Resulta que ahora quieren impedir que algún asambleísta se declare “independiente” o se produzcan “actos bochornosos” en el parlamento. La vida realmente tiene muchas vueltas y vienen a la memoria las tomas de la testera que realizaban en forma permanente los masistas cuando eran minoría.
Y si de transfugio se trata no podemos dejar de mencionar a los varios militantes de partidos «neoliberales» y del Movimiento Sin Miedo que se volvieron masistas sin transitar por la categoría de “independientes”. Si quieren un ejemplo ahí tenemos al presidente accidental de la Cámara de Senadores, René Martinez.
Pero parece que el partido gobernante quiere curarse en salud en previsión de una estampida de sus asambleístas, que podrían anteponer los intereses de sus regiones a los designios que vienen del palacio de Gobierno como ya ocurrió con los potosinos.