Países donantes apuntan a replantear su ayuda a naciones pobres para asegurar que no se desperdicie, y para eso aprovecharán la cumbre de la ONU que se instaló el lunes en la que líderes mundiales evaluarán el combate a la pobreza.
La cumbre de tres días congrega a 140 líderes e insistirá en mayores esfuerzos para cumplir los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM) -lanzados hace una década- para el 2015.
Si bien los países están de acuerdo con los objetivos para reducir la pobreza mundial, quieren que el debate se centre en lograr los mejores resultados de desarrollo de los programas de lucha contra la pobreza.
De los ocho objetivos, Naciones Unidas (ONU) cree que se conseguirá la meta de reducir a la mitad la pobreza y el hambre, así como el número de personas que no tienen acceso al agua potable.
Los progresos en los otros objetivos, que van desde la ayuda a las mujeres y sus recién nacidos y la sostenibilidad medioambiental, son variados.
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El jefe de la ayuda de Estados Unidos, Rajiv Shah, dijo en una entrevista con Reuters que había llegado el momento de repensar las estrategias para abordar la pobreza y centrarse en el crecimiento económico, en rendir cuentas y en la lucha contra la corrupción.
Shah agregó que el Gobierno del presidente Barack Obama, que mantuvo su compromiso de aumentar el presupuesto de ayuda de Estados Unidos a 52.000 millones de dólares, desde los alrededor de 25.000 millones, estaba presionando para conseguir un nuevo enfoque para una ayuda más eficaz.
Asimismo pidió más rigor en los criterios a la hora de rendir cuentas, programas que hagan más hincapié en el desarrollo de la economía local y un esfuerzo más significativo para que las nuevas innovaciones científicas y tecnológicas lleguen al mundo en desarrollo.
Obama tiene previsto dirigirse a la cumbre el miércoles. También va a participar el presidente francés, Nicolas Sarkozy; la canciller alemana, Angela Merkel; y el primer ministro chino, Wen Jiabao.
El ministro de Exteriores noruego, Jonas Gahr Stoere, dijo que existía el temor de que algunos donantes puedan retirar dinero a la ayuda para hacer frente a la recesión de sus propias economías.
"Necesitamos mantener la presión en los países para que revaliden sus compromisos. Hay muchos compromisos que no se han cumplido", dijo Stoere al agregar que los países deben explorar nuevas formas de movilizar fondos para cuestiones como el cambio climático.
El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, en declaraciones preparadas para la cumbre publicadas el domingo, dijo que era importante "conectar los puntos", y enfatizó en que no es suficiente construir clínicas de salud si no había carreteras para llevar a la gente a ellas.
Las agencias de ayuda sostuvieron que los donantes deberían también rendir cuentas de los compromisos individuales que han hecho, incluida la ayuda. Los países ricos han mantenido un flujo constante de unos 38.000 millones de dólares al año desde el 2008 cuando saltó la crisis económica.
"Tendríamos un motivo para el optimismo si cada líder en esta cumbre aceptara responsabilizarse personalmente de su contribución a los ODM", dijo Emma Seery, portavoz del grupo de desarrollo mundial Oxfam.
"Tienen que estar dispuestos a permanecer de pie frente a sus ciudadanos cada año hasta la fecha límite del 2015 y explicar lo que han hecho para combatir la pobreza extrema", agregó.
Reuters