Las autoridades indonesias elevaron hoy a 154 la cifra de muertos y a 400 la de desaparecidos tras el terremoto de 7,5 grados en la escala de Richter y el posterior tsunami que sacudió el martes la costa occidental de la isla de Sumatra.
Según la Agencia Nacional de Gestión de Desastres, una decena de aldeas del archipiélago de las Mentawai fueron destruidas por el tsunami que desencadenó el seísmo con olas de hasta seis metros de altura que penetraron 600 metros en tierra.
Fuentes de la gobernación de la provincia de Sumatra Occidental, la más afectada, solicitaron asistencia para los muchos damnificados que han perdido sus casas y se quedaron a la intemperie.
La Cruz Roja de Indonesia habla de al menos unos 2.000 desplazados y unos nueve barcos desaparecidos.
Cuando se produjo el tsunami, había al menos ocho españoles en la zona que se encuentran bien, indicó a Efe la Embajada de España en Yakarta.
Naciones Unidas envió hoy una misión para evaluar los daños y las necesidades de la población de las Mentawi, un archipiélago formado por unas 70 islas e islotes, con torno a 62.000 habitantes.
Entre los pueblos más dañados se encuentra el de Betumonga, en la isla de Pagai Utara, donde al menos el 89 por ciento de las viviendas, la mayoría de cañas de bambú, han sido destruidas o registrado daños.
"Hay muchos desaparecidos y tememos que han muerto", dijo el jefe del centro de crisis, Mujianto, al canal de televisión Metro TV.
El epicentro del seísmo, cuyo desastre precedió a la erupción del volcán Merapi, en la isla de Java, fue localizado a 33 kilómetros de profundidad bajo el nivel del mar y 149 kilómetros al sur de la ciudad de Padang, capital de Sumatra Occidental.
Durante las siguientes horas se sucedieron 14 réplicas de hasta 6,2 grados en la escala abierta de Richter.
La falla donde se produjo el terremoto es la misma que el 26 de diciembre de 2004 causó un sismo de 9,1 grados y luego un tsunami que destruyó localidades costeras de una docena de naciones bañadas por el océano Índico y causó 226.000 muertos.
La ciudad de Padang, que como las islas Mentawi se asienta sobre un placa tectónica de gran actividad sísmica, fue el año pasado escenario de otro seísmo de 7,6 grados que causó más de 700 muertos.
Indonesia está situada sobre el llamado "Anillo de Fuego del Pacífico", una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría de escasa magnitud y que pasan desapercibidos para la población.
EFE
Erupción de volcán indonesio deja al menos 28 muertos
Uno de los volcanes más activos de Indonesia liberó el miércoles nubes de ceniza y gas en una erupción que ha dejado al menos 28 muertos y 14 heridos.
El monte Merapi, ubicado en las afueras de la ciudad de Yogyakarta, en la isla de Java, entró en erupción el martes, un día después de que un tsunami golpeó islas remotas del oeste de Indonesia, dejando al menos 154 muertos, según la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres.
La agencia dijo en su página de internet que 4.000 personas han sido desplazadas por el tsunami y que 400 siguen desaparecidas. El canal de televisión Metro mostró imágenes de pueblos arrasados por la enorme ola, que dejó abatidos sobrevivientes buscando sus pertenencias entre los escombros.
Las autoridades han estado luchando para manejar el desastre, con más de 40.000 pobladores evacuados de las laderas del monte Merapi, donde muchas casas han sido destruidas y las ruinas han quedado cubiertas por cenizas blancas.
Kresno Heru Nugroho, portavoz del hospital Sardjito de Yogyakarta, dijo que 28 personas habían muerto por el mortífero aire caliente liberado por el volcán a última hora del martes. Su colega Endita Sri Andrianti informó que algunas estaban tan quemadas que eran imposibles de identificar.
"Aún estamos recolectando detalles para identificarlos. La mayoría de ellos murieron quemados", dijo a Reuters por teléfono, agregando que 14 pobladores sufrieron quemaduras.
Guardián espiritual
Otro funcionario de un hospital dijo a Reuters que era probable que entre los muertos estuviera el anciano guardián espiritual de la montaña, Mbah Maridjan, que muchos habitantes locales creen que tiene poderes mágicos.
Se estaban realizando pruebas para confirmar si un cuerpo carbonizado encontrado en el volcán era el suyo.
"No tendremos los resultados del ADN hasta mañana pero pensamos que es una posibilidad", dijo Banu Hermawan.
La mujer de Maridjan y sus hijos estaban en el hospital y habían reportado su desaparición, agregó.
Muchas de las víctimas fueron encontradas en la casa de Maridjan o en sus alrededores en el poblado de Kinahredjo, cerca del cráter del volcán, reportaron medios locales.
Un camarógrafo de Reuters en Kinahredjo dijo que vio víctimas quemadas que fueron descendidas desde la montaña en bolsas para cadáveres. Las casas en la localidad resultaron destruidas.
"Varias casas y cabezas de ganado fueron quemadas por la nube caliente que procede desde la montaña", dijo el camarógrafo Johan Purnomo. "Todas las viviendas están cubiertas con cenizas, completamente blancas. Las hojas han sido consumidas en los árboles", agregó.
Nubes de humo y ceniza oscurecieron la parte superior de la montaña, lo que hacía imposible ver si la lava ha comenzado a fluir, declaró.
El vulcanólogo de mayor rango del país, Surono, dijo que Merapi ahora está "bastante calmado".
"No hay señales de otra erupción inminente pero yo no puedo garantizarlo y no sabemos si esta es una pausa temporal", indicó Surono.
"Advertí a los funcionarios locales que continúen las evacuaciones. (El volcán) todavía está en su nivel de alerta máxima", agregó.
El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, regresó desde Hanoi, donde participaba en una cumbre de líderes asiáticos, para supervisar los esfuerzos de asistencia por la erupción del Merapi y el tsunami de Sumatra.
Pero dijo que esperaba volver a Vietnam para la reunión principal que se celebrará de jueves a sábado.
"Regresaré a Indonesia para asegurarme que toda la respuesta a la emergencia ha sido ejecutada bien y luego de eso… volveré para asistir a la cumbre", dijo a periodistas en Hanoi.
El portal de noticias indonesio Okezone citó al administrador del aeropuerto internacional de Adisucipto, en Yogyakarta, diciendo que la nube de cenizas no ha interrumpido los vuelos.
En una erupción en 1994 luego de que el domo de lava del volcán colapsó, 70 personas murieron. Y causó la muerte de 1.300 personas en 1930.
Reuters