Cristina despide a su esposo Néstor Kirchner en la Casa Rosada

La Presidenta llegó pasadas las 11 junto a sus hijos Máximo y Florencia. En la puerta de la Casa de Gobierno hay una larga fila para sumarse al velatorio, que comenzó a las 10. La cola llega hasta la 9 de Julio. Alicia Kirchner, Aníbal Fernández, otros ministros y gobernadores, en el Salón de los Patriotas. El público accede por Balcarce 50. La presidenta Cristina Kirchner apoyó su mano derecha sobre el féretro con los restos del ex presidente Néstor Kirchner y durante algunos minutos permaneció inmóvil, bajo un silencio absoluto en el Salón de los Patriotas. Hasta que alguien del público lo cortó con gritos de aliento al Gobierno.



Allí, la mandataria se recostó sobre el hombro de su hija Florencia, ambas con anteojos oscuros, y el gesto de dolor se hizo más pronunciado. Ocurrió poco después de las 11, tras la llegada de la Presidenta a la Casa de Gobierno, donde desde las 10 velan al ex mandatario. Algunos de los primeros en saludarla junto al féretro fueron el líder de la CGT, Hugo Moyano, y las titulares de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto y Hebe de Bonafini. Afuera, una larga fila que llega hasta la 9 de Julio, con miles de personas, aguarda su turno para despedir a Néstor Kirchner.

Hasta la llegada de Cristina, su madre y sus dos hijos –Máximo se mantuvo un par de pasos detrás de su madre y su hermana- fue la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, la que estuvo a la cabeza de la ceremonia, rodeada por el resto del Gabinete y gobernadores. Desde el comienzo se vieron gestos muy conmovidos y llanto, tanto de los cientos de personas que empezaron a pasar por el lugar como de algunas de las figuras políticas del oficialismo que estaban formadas junto al féretro con los restos del ex mandatario, que es velado a cajón cerrado. Alicia Kirchner se llevó varias veces las manos al rostro en un gesto de

incredulidad y dolor. A su lado, el gobernador mendocino Celso Jaque se enjugaba unas lágrimas. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, fue otro de los que no ocultó expresiones de pena. Y uno de los pocos que habló fue Daniel Scioli: "Venimos a darle el último adios a un gran argentino, un gran presidente, un gran peronista", dijo al ingresar a la Casa Rosada.

Noticias de TV: CNN.

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