El Presidente de la Suprema calla y se prolonga crisis en la justicia

Ultimátum: Los ministros de la Suprema le quitaron su confianza y piden su renuncia. Julio Ortiz evita las declaraciones. El Gobierno y la Asamblea Legislativa han evitado hacer comentarios al respecto, con el argumento de que se trata de un conflicto de otro poder. “Hemos llegado a un nivel de improvisación muy grande, debido a que muchos magistrados fueron electos por el presidente Evo Morales en una forma poco razonable”, dijo ayer el diputado Andrés Ortega, de Convergencia.

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Debate: Julio Ortiz Linares participa en una de las sesiones de Sala Plena



El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Julio Ortiz, decidió guardar silencio hasta el miércoles 3 de noviembre, día en el que se realizará una sesión de Sala Plena en la que los demás magistrados esperarán haber recibido ya su renuncia al cargo.

El viernes, los supremos se reunieron y nueve de los once magistrados le quitaron su confianza bajo el argumento de mala administración del máximo tribunal de justicia, las denuncias de acoso sexual en su contra y su cercanía con el presidente Evo Morales y el MAS, que quitarían independencia a esa institución judicial.

El Gobierno y la Asamblea Legislativa han evitado hacer comentarios al respecto, con el argumento de que se trata de un conflicto de otro poder.

Fuentes allegadas a Ortiz confirmaron a La Prensa que el presidente de esta instancia judicial optó por no emitir declaraciones relacionadas con su posible alejamiento después del ultimátum.

Entre las amenazas vertidas por los magistrados, si es que Ortiz no deja el cargo, están la inasistencia a salas plenas y el incumplimiento de disposiciones que emita esa autoridad.

Julio Ortiz Linares fue designado el 22 de febrero de 2010, en remplazo de Beatriz Sandoval, la decana de esa institución que debió dejar el cargo de Presidenta ante la elección de los nuevos magistrados. Ortiz llegó con un grupo de ministros nombrados por el presidente Evo Morales y debe quedarse en el cargo, supuestamente, hasta después de la elección de magistrados por voto popular instituida en la Constitución.

La Prensa intentó ayer comunicarse con algunos de los ministros disidentes, pero fue inútil, porque sus celulares estaban apagados. El encargado de Comunicación de la Corte Suprema, Julio Pimentel, dijo incluso que Ortiz había cambiado de número de celular y que desconocía el actual.

Consultados al respecto, tanto el vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera , como el viceministro de Coordinación Gubernamental, Wilfredo Chávez, además de algunos parlamentarios, coincidieron en señalar que se trata de un asunto interno del Tribunal Supremo de Justicia del país que debe ser resuelto solamente por los miembros de esa institución, sin injerencia de los demás poderes del Estado.

García Linera abogó ayer por una pronta solución a la crisis de gobernabilidad en la Corte Suprema de Justicia. Hizo votos por que todo se resuelva en las horas que vienen, porque consideró que ese problema no tiene por qué retrasar los procesos judiciales.

“Somos respetuosos de lo que pueda suceder allí y estaremos atentos a las decisiones que puedan tomar a partir de sus normas, de sus procedimientos y de las reglas éticas que tienen que regir en las obligaciones de un cargo público”.

Entretanto, el analista Carlos Alarcón dijo que ésta es la peor época en la que está viviendo Bolivia para el sistema de justicia porque, según él, el Gobierno está utilizando también al Poder Judicial como un espacio de lucha política.

La crisis de la Corte Suprema está en suspenso hasta el miércoles, cuando se sabrá si Ortiz se irá o se quedará.

“Es un problema interno”

El viceministro de Coordinación Gubernamental, Wilfredo Chávez, dijo que éste es un problema interno de la Corte Suprema de Justicia y en especial de los ministros que conforman ese alto tribunal.

“Ellos sabrán en la medida de sus posibilidades cómo resolver. Nosotros somos otro órgano de poder, no podemos pasar sobre ellos. Éste es un problema interno. Nosotros hacemos votos para que las cosas se calmen. No podemos decir si hay o no una crisis porque es un problema interno de la Corte, es un problema del tribunal en su composición interna. No estamos haciendo un balance del Poder Judicial”, sostuvo.

Chávez aseguró que un cambio de presidente en la suprema no debería generar una crisis. “El Presidente de la Corte Suprema es un ministro más que ha estado durante un tiempo y que ahora tiene que ser sustituido por otro. En esa medida, es un tema de confianza y nosotros poco o nada podemos hacer. Respetamos mucho lo que digan los ministros”, señaló.

“El tribunal debe resolver”

“Entiendo que hay algún conflicto judicial. Antes de emitir un criterio prefiero dejar que sea el propio tribunal el que internamente resuelva este tipo de situaciones, por un principio de respeto a la independencia de poderes”, dijo el senador por Convergencia Bernard Gutiérrez.

En esa lógica, aseguró, si algún órgano del Estado debe ser de constitucionalidad pura es precisamente el judicial. “Por ese principio de respeto, yo no quisiera ingresar en consideraciones ni juicios de valor sobre los motivos que han determinado el alejamiento del presidente de la Corte Suprema de Justicia. Se ha señalado que habría falta de gestión, sin embargo, no tenemos elementos para establecer si aquello ha ocurrido o no. Será la propia dinámica de ese órgano y las posiciones de sus vocales las que puedan orientar”.

Dijo que lo que se tiene que hacer es alentar para que ese órgano se fortalezca. “No se olvide de que tenemos pendiente la elección de los miembros del Tribunal Supremo”.

Convocatoria en diciembre

“En diciembre se estaría preparando la convocatoria para las elecciones de las nuevas autoridades del Tribunal Constitucional de Justicia. Estos magistrados tienen poco tiempo más en sus cargos, entonces no es necesario que peleen”, aseguró el senador masista Eugenio Rojas.

“No sé muy bien, se lo está acusando de desconfianza y de falta de gestión, pero esto no está muy claro. Habría que esperar que digan algo más claro los miembros de la Corte. Entretanto, yo no puedo emitir un criterio porque no conozco muy bien las acusaciones”, sostuvo el senador, y expresó su esperanza en que estos líos no repercutan en los litigantes.

“Nombramientos improvisados”

“Hemos llegado a un nivel de improvisación muy grande, debido a que muchos magistrados fueron electos por el presidente Evo Morales en una forma poco razonable”, dijo ayer el diputado Andrés Ortega, de Convergencia. “Esto ha generado retardación de justicia, la misma que están criticando ahora, entonces hay una contradicción en sí misma”, aseguró el asambleísta.

“Mala época para la justicia”

“Ésta es la peor época en la que está viviendo Bolivia para el sistema de justicia. Uno de los temas que han quedado en evidencia es que el Gobierno esta utilizando como instrumento de lucha política al sistema de justicia en el país y, en lugar de tener una justicia independiente, como nunca, la mayoría de los ciudadanos tenemos la sospecha de que la actual justicia en Bolivia no responde a ni a la ley ni a la justicia, sino al Gobierno”, fue el comentario del analista y abogado constitucionalista Carlos Alarcón.

“Yo creo que todas éstas son revelaciones de esta crisis estructural que está atravesando actualmente el Poder Judicial en el país. La solución es construir un verdadero Poder Judicial independiente, creíble y con gente altamente calificada”, agregó.

La Prensa