La sensualidad en Glee desata la polémica

GLEE A pesar de que ni Fox ni los productores de Glee han querido referirse a las polémicas fotos sensuales que protagonizaron en la última edición de la revista masculina GQ tres de los actores de la exitosa serie, ha sido precisamente una de las afectadas la primera en disculparse ante las personas que pudieron sentirse ofendidas.

La actriz Dianna Agron, que representa a la animadora Quinn en la serie, asegura que las imágenes "no representan" quién ella es en la vida real y pidió perdón a sus jóvenes seguidores si se sintieron ofendidos. En la sesión de fotos de GQ, Agron, Lea Michele, que interpreta a Rachel, y el actor Cory Monteith (Finn, en la serie), aparecen posando sensualmente en un entorno escolar. Las chicas, vestidas con tacones y ropa interior.

Ante la aparición de las imágenes, que fueron publicadas justo después de la emisión de un episodio centrado en Britney Spears, un grupo de padres estadounidenses se quejó ante las autoridades y varios críticos y guionistas de televisión reaccionaron consternados. Según ellos, las fotos rozan la pedofilia.



"Si las imágenes te han hecho daño o te han hecho sentir incómodo, nunca fue nuestra intención", escribe ahora Agron en su blog. ""Para GQ, nos pidieron interpretar versiones muy intensificadas de nuestros personajes escolares. Una versión Hit Me Baby One More Time de ellos. En ese momento, no era mi idea favorita, pero no me negué".

La actriz aclara que solo escribe por sí misma y agrega: "Ahora, respecto a perpetuar el tipo de imágenes que evocan este tipo de emociones, lo lamento. Y si su hijo de ocho años tiene una copia de nuestra portada de GQ, lo lamento de nuevo. Pero tendría que preguntar ¿Cómo que llegó hasta allí?".

"He sido una chica bastante tranquila toda mi vida. Nadie es perfecto, y esas fotos no representan quien soy (…) Esas no son imágenes que voy a enmarcar y poner en mi escritorio, pero tampoco lo son ninguna de las fotografías que me saco para otras revistas", concluye.

Glee, que es vista por más de 13 millones de estadounidenses cada semana, muchos de ellos adolescentes, es uno de los programas más comentados en la televisión estadounidense, gracias a su combinación de música alegre y temas como la sexualidad adolescente, la discapacidad, la homosexualidad y la muerte.

Agron señala en su blog que la polémica sesión fotográfica no era la primera en ponerla a prueba en un mundo de celebridades como Madonna, Britney Spears, Miley Cyrus y el programa televisivo Gossip Girl.

El País – Madrid