Alimentos. Privados desahucian producción estatal

Política. El Gobierno quiere aumentar la frontera agrícola. Los empresarios y economistas ven con cautela la intención del Gobierno de producir alimentos. El Estado debería invertir en otras áreas de su competencia, opinan.

imageMaíz. La producción fue afectada por la restricción a las exportaciones hace dos años



Carla Paz Vargas, El Deber

Los empresarios y economistas ven con cautela la intención del Gobierno de producir alimentos. Los productores creen que el Ejecutivo no tiene oportunidad para dedicarse a la agricultura y debería invertir en otras áreas de su competencia.

Como se recordará, el Gobierno, a través del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, afina detalles para crear la primera empresa estratégica de producción, que iniciará actividades con el trigo y maíz, con el objetivo de ampliar la frontera agrícola de 2,7 millones de hectáreas a 4 millones de hectáreas.

El proyecto es diseñado por técnicos del Programa de Apoyo a la Seguridad Alimentaria, que ya identificaron los terrenos donde se iniciará la producción de estos granos. De forma inicial el proyecto cubrirá una superficie de 20.000 hectáreas en La Paz y Santa Cruz.

Cristhian Sattori, ex dirigente de la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol), señaló que está convencido de que el Gobierno no puede reemplazar al sector productivo, porque es un mal administrador de empresas y un pésimo productor de alimentos. “Se debe respetar a quienes saben producir; es imposible que nos reemplacen y lo único que hacen es generar más incertidumbre y distorsionar el mercado”, dijo.

Explicó que el Estado no debe convertirse en una competencia para los empresarios bolivianos, favoreciendo a los extranjeros con las importaciones.

Por su parte, Demetrio Pérez, titular de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), afirmó que independientemente de quién participe en la producción, lo que se espera es que haya transparencia. “Los gobiernos no están preparados para producir, el cultivo requiere atención durante todo el ciclo”.

Aseguró que la producción estatal de trigo no les afecta, porque hay déficit, pero considera que el Estado en vez de producir debe apoyar al sector productivo y brindar seguridad a las inversiones.

En criterio de Luis Baldomar, asesor de la Confederación Agropecuaria Nacional (Confeagro), dijo que el Gobierno tiene la idea de participar en la producción primaria y están conversando la posibilidad de formar asociaciones mixtas para  que se trabaje en algunas áreas entre los sectores públicos y privados. Por ejemplo, hizo notar que una zona con gran potencial es el sur del departamento, para desarrollar un programa de maíz con riego.

“Lo importante es que tanto el esfuerzo público como el privado para producir alimentos viene bien, porque estamos en la posibilidad de dar un salto gigantesco. Nos enfrentaremos a una crisis debido a los cambios climáticos”, sostuvo.

Los maiceros aseguran que una de sus preocupaciones es que no hay el incentivo para que se pueda reactivar la producción de maíz. “Nosotros vemos con preocupación que la industria como el Gobierno (…) favorecen a la producción de trigo y soya porque alcanzan buenos precios, sobre todo la soya, pero en el maíz el productor se las ve solo”, afirmó Vicente Gutiérrez, presidente de la Asociación de Productores de Maíz, Sorgo y Frejol (Promasor).

Sostuvo que para revertir dicha situación se debe reactivar el sector mediante políticas agropecuarias y el incentivo con la entrega de semillas bajo la modalidad de pago por cosecha u otros mecanismos que deben ser concertados.

Indicó que falta el apoyo del Gobierno en cuanto a la provisión de semillas, porque no sólo el grano es el que sube, sino tambén el precio de la semilla y, sobre todo, el 85% de la producción en este momento se está haciendo con material híbrido, que tiene un alto valor económico.

El productor recordó que en el mercado internacional el precio del maíz se incrementó, así como en Estados Unidos se aprobó la decisión de utilizar un 15% en la producción de biocombustible, razón por la cual se restringe la exportación o se realiza la importación de este alimento.

Finalmente, Gutiérrez dijo que la agenda productiva establecida entre el Ejecutivo y la CAO, del cual forman parte, no está tocando temas específicos como la producción del maíz porque se abordan aspectos relacionados con la tierra, seguridad jurídica y otros aspectos.

En tanto que el sector arrocero también expresó su preocupación porque a estas alturas ya deberían tener sembradas más del 80% de las 100.000 hectáreas de arroz de esta campaña para garantizar la seguridad alimentaria el próximo año.

El presidente de la Federación Nacional de Cooperativas Arroceras (Fenca), Gonzalo Vásquez, aseguró que la producción arrocera que tienen proyectada este año no alcanzará para cubrir la demanda interna para el 2011 y tendrán que recurrir a la importación para cubrir el déficit. Añadió que a principios de la campaña tenían previsto sembrar 140 mil hectáreas, pero por la sequía no será posible.

Vásquez dijo que es difícil que el sector arrocero acceda a créditos financieros y aseguró que el sector gestiona la creación de un crédito agropecuario.

  La experiencia en otros países 

➠ ARGENTINA

Subieron impuestos al agro

La agricultura empresarial genera gran parte de las exportaciones del país. A partir de los gobiernos de los esposos Kichner se aumentaron los impuestos a la producción de exportación, lo que provocó la reacción de los agricultores y también el Estado dejó de subsidiar la producción en la pampa argentina debido a problemas económicos, lo que generó la concentración en los granos en desmedro de la producción ganadera.

➠  COLOMBIA

Importa $us 10 millones

El actual Gobierno colombiano desarrolla políticas económicas que ponen en riesgo la soberanía y seguridad alimentaria de la población, favoreciendo los intereses del gran capital nacional y transnacional. “Es urgente y necesario adoptar estrategias que apunten a producir alimentos, ahora importamos más de $us 10 millones anuales, pese a poder producir”, consideró el senador colombiano Jorge Enrique Robledo./ecoportal.net

➠  BRASIL

Promovió la expansión

A partir de 1985, el Gobierno brasileño promovió la expansión del área cultivable para incrementar la producción de alimentos básicos, la estabilización de los precios, la reforma agraria y el establecimiento, por tres años, de precios de garantía. El agro creció un 64% de 1980 a 1991. Esto se logró gracias a los apoyos gubernamentales y a la incipiente aplicación del proyecto modernizador, principalmente en la agricultura empresarial.

➠  CHILE

Colaboró a la producción

Durante el periodo de crisis-ajuste, iniciado en 1981, lo más significativo en la agricultura chilena fue el cambio de la política gubernamental. El Gobierno apoyó de manera directa la producción de algunos cultivos tradicionales. Es necesario mencionar que, a pesar del impulso dado al trigo, oleaginosas y remolacha, los márgenes de comercialización decayeron por las políticas de ajuste, que contrajeron la demanda agregada.

  ➠ La opinión 

“No debe competir con los campesinos”

Waldo López. Col. de Economistas

La incursión del Estado en la producción de alimentos no es necesaria para el país; lo que se debe hacer es darle condiciones para que los agricultores amplíen su producción y mejoren sus niveles de productividad para no sólo abastecer el mercado interno, sino también exportar. Sin embargo, vemos que ocurre todo lo contrario.

En este sentido, el Poder Ejecutivo debería trabajar más en el área de servicios para mejorar la logística del transporte de los productos. Así también, destinar recursos a la construcción de carreteras, escuelas fiscales, hospitales, aeropuertos, vías férreas que son bienes públicos por esencia.

Si el Gobierno hubiera abarcado todas las áreas que le competen en esencia como administrador del país, quizás ahí puede darse el lujo de producir los bie-nes que produce el sector privado, en todo caso parece una distracción de los recursos del país cuando pueden dar mejor resultados en otros aspectos.

Por lo general, los gobiernos de orientación socialista como Cuba o Rusia se dedicaron a producir y los resultados fueron deficientes, incluso malos, de lo contrario ahora no tendrían que importar varios productos de la canasta familiar o sufrir escasez.

Reitero, es una mala política, más todavía en el caso del MAS porque es competir con su base que son los campesinos, cuando tiene que apoyarlos para aumentar la producción. Es una distracción de los recursos, cuando puede mejorar la tecnología e invertir en semillas para lograr mejores resultados en producción.

  En números 

El aporte al PIB 11% corresponde a agricultura, silvicultura, caza y pesca, sólo después de los derechos sobre importaciones que corresponde y de la extracción en minas y canteras

Inversiones en $us 500 millones es lo que ha invertido el sector soyero y genera 120 mil empleos, según la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo)

Exportaciones en $us 700

millones se exportaron el año pasado de productos del sector oleaginoso. Hasta octubre de este año fueron $us 585 millones, la torta es el cuarto producto con mayor venta.