Evo y sus narcofalacias

evo coca Sin sonrojarse, Evo Morales declaró en Chimoré que su gobierno está “batiendo récords en la lucha antidrogas”. Para justificar su audaz aseveración el mandatario adujo que se ha incrementado el número de operativos, así como la cantidad de droga incautada, agregando que en la gestión 2010 se erradicaron 8.200 hectáreas de coca. Lo cierto es que el presidente incurre en una serie de falacias o sofismas, definidas en los diccionarios como “patrones de razonamiento malos que aparentan ser buenos”. Las narcofalacias presidenciales se basan en la falsa suposición de que un incremento de operativos, incautación y hectáreas erradicadas significan una disminución de la cantidad de droga producida y en circulación, cuando en realidad sucede exactamente lo contrario. Tanto el aumento de operativos (13.755 en el 2010) como de la cocaína incautada (27 toneladas) son claros síntomas de un negocio en crecimiento, ya que se estima que apenas se incauta el 15% de lo producido. La cifra más creíble hasta el momento, sostenida en varios informes de organismos internacionales, es de 150 toneladas anuales de cocaína producidas en Bolivia, lo que supone un incremento de casi un 100% desde la llegada de Evo al poder (80 toneladas en el 2005). En cuanto a la erradicación, la superficie mencionada por Morales es apenas una mínima parte de las nuevas tierras cocaleras cultivadas desde su ascenso a la presidencia, que ya bordean las 31.000 hectáreas cuando la ley 1008 sólo admite 12.000 para el abastecimiento del mercado legal de la coca. Al decir de los expertos en la materia, se combate la fiebre y no la enfermedad, tolerando desde el poder la expansión descontrolada del cultivo de coca-para-cocaína y combatiendo una porción de lo producido a través de las fuerzas de interdicción, a las que sí hay que reconocer eficiencia. Otra arista interesante del tema es que, a pesar del aumento de operativos, la cifra de detenidos en los mismos no hace más que decrecer (4.503 en el 2006, 3.660 en el 2010). Según el Viceministerio de Defensa Social, esto se debería a la “sofisticada tecnología” manejada por los narcotraficantes. No queremos pensar que en realidad se trate de “mecanismos de alerta temprana” disparados desde sectores de la propia estructura gubernamental…

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