Nuevo liderazgo cruceño

El Día – Editorial

HERLAND_thumb ¿Quién ganó en el Comité Cívico? El flamante vencedor de las elecciones celebradas el pasado sábado asegura que las derrotadas fueron las logias cruceñas. “Santa Cruz se cansó de las logias”, ha dicho el médico nefrólogo Herland Vaca Díez, quien ya había intentado en el pasado postularse como candidato independiente y no había conseguido penetrar la vigorosa barrera que han elevado los grupos de poder locales alrededor de las instituciones, desde las comparsas y fraternidades, hasta las cooperativas de ahorro y las gigantescas entidades de servicios públicos.

Vaca Díez afirma que ha ganado el pluralismo y la apertura. También se puede afirmar que ha triunfado la meritocracia. El nuevo líder cívico ha conseguido un prestigioso sitial en la medicina y en la ciencia gracias a sus aportes como precursor del trasplante de órganos. El equipo de profesionales que ha ayudado a formar y los logros conseguidos han colocado a Santa Cruz como un centro de referencia nacional e internacional en la práctica de la ablación. No se puede dejar de celebrar que un cruceño con estas credenciales ingrese en el mundo de la política.



Los desafíos del Comité Cívico son de gran trascendencia. Es tan grande el extravío en el que ha caído la dirigencia local que de pronto ya nadie habla del papel que está llamada a cumplir la región en el país. El derrotismo, el acomodo y los complejos han dominado por completo a las instituciones que durante las últimas décadas han manejado las riendas del departamento. Dos connotados intelectuales paceños han tenido que ser los encargados de recordarles recientemente a los cruceños el tamaño que tienen, el rol político preponderante que deben asumir a nivel nacional, el éxito del modelo productivo departamental y finalmente un hecho concreto e indiscutible: esta región le da de comer al resto del país.

No se puede afirmar que ha sido el MAS el único responsable de haber amilanado a los cruceños hasta el extremo de confundirlos, dividirlos y castrarlos desde el punto de vista político. Cómo es posible que el complejo de sonsos grandotes que sólo sirven para trabajar y producir haya calado tan hondo en la dirigencia, que hasta llevó a afirmar a uno de ellos que a Santa Cruz le da igual el capitalismo y el socialismo, pues lo único que busca es trabajar en paz. Se trata de los mismos líderes que se dejaron correr con la vaina del sable y abandonaron sin mayores complicaciones el proceso autonómico. ¿Les da lo mismo el centralismo?

Es obvio que una dirigencia con estas características no podía seguir al mando de la institución, cuya misión es justamente ponerse en sintonía con la visión regional, con sus grandes intereses y los principios que hay que defender de manera irrenunciable. Resulta inaudito subordinar el papel y la proyección de toda una región a los apetitos de unos grupos clientelares que han perdido la brújula y que no representan más que a su propia conveniencia. El principal reto de Herland Vaca Díez es recuperar la mística cruceña, el orgullo de ser y pensar diferente y desde esa perspectiva ser protagonistas fundamentales del destino de un país que merece el aporte de Santa Cruz.