La vieja guardia quiere dirigir la apertura económica en Cuba

Continuismo, sin duda: de los históricos, de los militares y del imaginario revolucionario y socialista. Raúl Castro sustituye a Fidel en la directiva del Partido Comunista.

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por Mauricio Vicent (El País), La Habana



Continuismo, sin duda: de los históricos, de los militares y del imaginario revolucionario y socialista. Y, a la vez, el esperado respaldo del Partido Comunista Cubano (PCC) al proceso de cambios de Raúl Castro, que lentamente abrirá el país a la iniciativa privada y al mercado en el intento de hacer sostenible el sistema.

La clausura del VI Congreso del PCC no pudo ser más simbólica: con los delegados en pie cantando la Internacional y Fidel Castro, muy frágil, levantando el puño de su hermano, que acaba de ser elegido primer secretario. Alrededor de ambos, el nuevo Buró Político del PCC, de 15 miembros, conformado mayoritariamente por generales e históricos que acompañarán a Raúl en una reforma que es todavía una incógnita, oficialmente denominada "actualización del modelo".

La aparición de Fidel en la sesión de clausura fue recibida con una ovación de los 1.000 delegados comunistas que sonó, ahora sí, a despedida política. El ex mandatario, de 84 años, mostró mucha dificultad para caminar y no dijo palabra, sólo arropó con su presencia a su hermano. Horas antes, el propio líder comunista había dado a conocer su renuncia en un artículo en el que reiteró que tras su enfermedad, en julio de 2006, nunca trató de ejercer responsabilidad alguna.

A su vez, Raúl hizo duras críticas al aparato del PCC, por su exceso de burocracia y resistencia a los cambios, y afirmó que por "los errores cometidos" no había relevo "preparado" para suceder a los históricos.

El ex mandatario expresó su apoyo a la propuesta de limitar a un máximo de 10 años "el desempeño de altos cargos políticos y estatales fundamentales" a partir de ahora. Raúl volvió a esta idea al clausurar el VI congreso y, tras ser elegido primer secretario, consideró esta como su "última tarea". La "misión principal" de su cargo, aclaró, es trabajar para "defender" y "perfeccionar el socialismo, y no permitir jamás el regreso del régimen capitalista". Al mismo tiempo, dijo que no renunciará a "hacer los cambios que hagan falta", al ritmo que "demanden las circunstancias" y "sin poner en riesgo" la unidad. Sobre apertura política, nada de nada.

Raúl dijo en voz alta, por si a alguien le quedaban dudas, que los militares van a ocupar un papel relevante en el futuro. En el nuevo Comité Central, de 115 miembros, la proporción de militares es gráfica: 24 generales, sin contar al propio Raúl, ni a Ramiro Valdés y Guillermo García, los comandantes históricos que quedan vivos y también integran el organismo, que es la máxima instancia de poder.

En el Comité Central, que fue renovado en un 50%, se mantuvieron los principales históricos y lo mismo ocurrió con el Buró Político. Como segundo secretario del PCC, José Ramón Machado Ventura, uno de los representantes de la dirigencia histórica y partidario del ala más ortodoxa de la organización.

Más del 60% del politburó está integrado por generales o históricos. Raúl Castro dijo que esta "composición" no le satisfacía, pero insistió en que, como consecuencia de los "errores" cometidos por el Partido Comunista, no había cuadros jóvenes "debidamente" preparados.

La visión de Marco Aurelio García

Entusiasmado. Así volvió de La Habana el principal asesor internacional de Dilma Rousseff, Marco Aurelio García, según la prensa brasileña. El consejero de la presidenta presenció el VI Congreso del Partido Comunista Cubano, que finalizó ayer, y a su regreso a Brasil les dijo a periodistas locales que las reformas económicas emprendidas por Raúl Castro se convertirían en un paso previo a reformas de tipo político, que llegarían "en un corto plazo". Incluso, Marco Aurelio García fue más allá y afirmó que el puerto de Mariel, financiado en parte con fondos brasileños, "no tiene sentido si no es para exportar hacia Estados Unidos". Así, según los medios brasileños, se estaría ante una nueva etapa en Cuba, en una suerte de transición.

Alcibiades Hidalgo, ex jefe de despacho de Raúl Castro: "Fidel seguirá en una posición de supervisor del poder"

En los 80, Alcibíades Hidalgo se transformó en uno de los asesores clave y luego en jefe de despacho de Raúl Castro. También fue vicecanciller, miembro del Comité Central del Partido Comunista Cubano y representante ante la ONU, hasta que en 2002 se escapó a Miami. Hidalgo conoce como pocos el modus operandi de Fidel y Raúl.

¿Cuál es la consecuencia concreta de la renuncia de Fidel a la dirección del Partido Comunista Cubano?

En relación con la situación anterior, ninguna. Es decir, Fidel sigue en su papel de líder supremo. No usará el título de Comandante, sino que el "compañero" Fidel, el de las reflexiones, y va a seguir en una posición de supervisor del poder. Hoy (ayer) se vio a un Fidel muy débil. No pudo ni hablar.

En términos simbólicos, ¿de qué manera se puede interpretar la presencia de Fidel en el último día del VI Congreso del PCC y el hecho de que levantó la mano de su hermano Raúl?

Es muy curioso que Fidel haga quizás su última gran aparición en público con buzo deportivo marca Fila. Es muy extraño en toda esta puesta en escena. Lo del brazo es un gesto para la galería. Con su presencia ha sacralizado todo lo que se discutió en el congreso, si es que se discutió algo. Porque todo eso estaba decidido y el resultado final es descorazonador para el pueblo.

¿Por qué sería tan malo para los cubanos?

Porque el PCC se reunió para ver cómo continúa en el poder durante todo el tiempo posible. No hay relevo ni solución para los problemas del país.

¿Cómo visualiza la reforma económica anunciada por Raúl Castro?

¿Cuál es la reforma económica? ¿De qué estamos hablando? Es decir, hay cambios, indiscutiblemente. El propio Raúl lo ha dicho, a través de un desliz verbal. El ha dicho que están al borde del precipicio. Y entonces, al borde de ese precipicio, toman medidas que nunca antes hubiesen tomado.

¿No se está en presencia de ninguna transición real?

Pienso que no. Creo que el congreso ha significado la consolidación de una cúpula cada vez más pequeña, cada vez más militar, cada vez más alejada del conjunto del país. Se ha impuesto la desconfianza de los militares sobre los intelectuales.

De todos modos, el asesor brasileño Marco Aurelio García se mostró más optimista. Incluso dio a entender que podrían mejorar las relaciones con EE.UU. ¿Está de acuerdo con él?

Estados Unidos estará siempre esperando que Cuba tenga una actitud diferente. En ese sentido, podría coincidir con Marco Aurelio. Pero esto es una continuidad muy clara de lo anterior. No ha habido sorpresas.

La Tercera, Chile