Luis Núñez Ribera*
Un día antes de dejar el Comité pro Santa Cruz, lo dije en una entrevista que me hizo el director de un prestigioso medio televisivo. El modelo de elecciones del sistema cooperativo cruceño está agotado, y alerté que era necesario y urgente cambiar y avanzar, porque de lo contrario el centralismo con su política totalitaria, va a tomar y destruir lo que tanto nos constó construir en casi cien años.
Y no se trataba de una profecía o de un descubrimiento, sino que, no hay peor ciego que el que no quiere ver la realidad actual. La sociedad se ha desarrollo y ya no nos pueden meter ‘gato por liebre’, antes, íbamos a votar por unos señores y señoras, que, en muchos casos, no sabíamos quienes eran, pero al final terminábamos votando, pero nunca tuvimos la oportunidad de elegir.
Cabe aclarar, que no estoy cuestionando el exitoso modelo cooperativo cruceño, que es un referente internacional en cuanto a la dotación de los servicios básicos, como son: agua, energía eléctrica y telefonía, sin lugar a dudas el mejor del país; me refiero a la forma de elegir a los consejeros y el manejo en ciertas áreas de la administración.
Paradójicamente, el régimen autoritario de Evo Morales, que a través de sus voceros criticó a las cooperativas, al parecer copió el modelo y ahora pretende aplicarlo, para que el pueblo boliviano avale a sus personajes impuestos y desconocidos.
Seguramente, el gobierno de Evo Morales, cree que el pueblo boliviano sigue sumido en la demagogia populista y que vamos a aceptar como rebaño ir a las urnas sin saber por quién votar. Estamos siendo víctimas de la más flagrante violación a nuestros derechos de decidir a quién elegir, nos quieren imponer jueces y magistrados sin méritos que sólo obedecerán órdenes del autoritarismo.
Para colmo, el árbitro, que debería ser imparcial, el Tribunal Supremo Electoral o Corte Nacional Electoral, está tomado por el partido de gobierno y por lo tanto, no será imparcial y sus decisiones siempre estarán en contra del pueblo.
El pueblo boliviano no debe olvidar que son varias las leyes impuestas por el régimen autoritario, en las cuales introdujeron artículos que están en contra de la Constitución Política del Estado y de los acuerdos y pactos internacionales sobre derechos humanos.
La Ley Electoral, que en uno de sus artículos restringe el trabajo periodístico. La Ley de Autonomía, que viola el principio universal de la presunción de la inocencia mientras no se demuestre lo contrario, y lo más grave, el objetivo implícito de esta normativa es derrocar a las autoridades elegidas por el voto popular que no respondan a los lineamientos de la dictadura. La Ley Contra el Racismo, que en tres artículos coarta la libertad de expresión y de prensa, y ahora, la Ley que reglamenta las elecciones del Órgano Judicial, que no permite conocer ni cuestionar a los candidatos. Este plebiscito pude calificarse como la elección de fantasmas.
Felicito y me adhiero a la firme lucha por la libertad de expresión de los gremios de la prensa, los periodistas y de algunos medios de comunicación.
La libertad de expresión es un derecho universal del ser humano que no se debe negociar, porque si no hay libertad de expresión, no hay democracia y donde no hay democracia se impone la dictadura.
En ese contexto, Evo Morales dio órdenes para que se revise el artículo 82 del Reglamento de Elecciones Judiciales, pero, como ya sabemos el tipo de gobernante de tenemos, eso solo será una cortina de humo, para demostrar que es demócrata, porque en el fondo, la línea antidemocrática no cambia.
Esta orden, es una trampa para mejorar el mecanismo de designación de sus magistrados y jueces. Los tiranos no tienen piedad, solo les interesa avanzar en su plan maquiavélico de la toma del poder total. Ya lo demostró con la Gobernación de Pando y de Tarija, ahora va por Santa Cruz y Beni. El fin justifica los medios y no les importa utilizar a los indígenas.
Propongo retomar la lucha democrática sin violencia, continuar con la firma de los libros contra la Impunidad en Bolivia y llevarlos a todas las instancias internacionales, porque en nuestro país, por culpa de algunos que nos vendieron y otros casos, por egoísmos personales, hemos perdido la batalla, pero no la guerra.
Siempre libres, cruceños seamos…
*Ex presidente del Comité pro Santa Cruz