Poco avance, a casi un mes del balazo al gobernador

Rubén Costas. Gobernador de Santa Cruz: «No hay cuórum por la seguridad»

Inseguridad. No hay pistas de los autores del ataque a Rubén Costas, mientras que entre la población persiste la incertidumbre que causan los atracos. Hay algunas iniciativas aisladas, pero falta coordinar.



image Reflexivo. El gobernador Rubén Costas ya tiene una lista de demandas sobre seguridad ciudadana para exponerlas en una segunda cumbre. La primera fue idea suya y espera que allane el camino

El Deber, Christian Peña y Lillo H.

Las investigaciones que llevan adelante el Ministerio Público y los agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra Crimen (Felcc) para dar con los delincuentes que, luego de robar más de Bs 120.000 a dos funcionarios de una empresa de seguros dispararon contra el vehículo que manejaba el gobernador cruceño, Rubén Costas, aún no han registrado avances.

Luego de un intenso movimiento policial en los días posteriores al hecho de sangre que casi le costó la vida a Costas, ‘las  aguas se calmaron’. Los agentes de élite que el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, ordenó que vengan hasta la capital cruceña para indagar sobre lo ocurrido tampoco consiguieron mucho y retornaron a sus actividades rutinarias en La Paz.

A cuatro días de cumplirse  un mes del tiroteo, que motivó una serie de reuniones y anuncios de planes para mejorar la seguridad ciudadana, solo se tiene un cuaderno de investigación con dos retratos hablados de la apariencia que puede tener el sujeto que descargó dos proyectiles de un revólver, calibre 38 largo, en contra de la vagoneta que estaba al mando de la primera autoridad política del departamento, e incluye también las declaraciones de testigos, más la versión de las víctimas.

Luego de la ‘cacería de brujas’ que se desató a los días de la balacera y los varios sospechosos que entraron y salieron de las oficinas de la Felcc, hasta el momento no hay ni un detenido por el caso del robo a los funcionarios de Credinform y lo mismo sucede con la tentativa de homicidio en contra del gobernador.

Carlos Gutiérrez, coordinador del Ministerio Público en la Felcc, confirmó que de momento no hay mayores avances en las pesquisas del caso, en el que resultaron afectados el gobernador y las otras dos víctimas del atraco (Dolly Valverde y Marcos Quispe).

“Esta es una investigación complicada, que no solo está siendo indagada en nuestro departamento”, manifestó Gutiérrez y apuntó que muchas de las líneas investigativas que se siguen son mantenidas en absoluta reserva por parte de los agentes de la Felcc, ya que pretenden evitar que se filtre algún dato.

Además, el fiscal aclaró que, de acuerdo con los procedimientos judiciales en esta primera etapa, ellos tienen hasta 180 días para dar con los autores de los delitos cometidos la mañana del 12 de abril.

Para realizar la investigación el Ministerio Público conformó un equipo de fiscales integrado por Adán Arteaga, Carlos Rudy Parada y Consuelo Severiche.

Arteaga, uno de los integrantes de la comisión, se limitó a indicar que se está trabajando en el caso y que ya se tiene un estudio balístico, realizado por los peritos del Instituto de Investigación Forense (IDIF), sobre la trayectoria y el daño que provocaron los dos proyectiles disparados por uno de los atracadores, aunque aclaró que se está llevando un segundo informe para tener mayor precisión sobre este aspecto.

Respecto a las medidas de seguridad del gobernador, cuestionadas luego del tiroteo puesto que ese día no estaba con ningún guardaespaldas, no se han dado modificaciones importantes.

Costas no tiene de forma permanente un efectivo policial como guardaespaldas, aunque  cuenta con tres guardias civiles que lo acompañan a los actos oficiales, aunque no se ha podido confirmar si ellos usan armas de fuego.

Tras el ataque al gobernador la urbe cruceña continúa presa de la inseguridad ciudadana, pues los atracos violentos se registran a diario, con saldo de heridos y fallecidos.

   Otros hechos después del tiro al Gobernador   

– Atraco. Un día después del incidente que casi termina con la vida del gobernador cruceño, Rubén Costas, cerca de las 20:00, delincuentes armados le robaron a un carnicero más de Bs 20.000 en el barrio Estación Argentina. La víctima, que luchó para evitar el asalto, terminó con varias cuchilladas en el cuerpo. Los bandidos aún no han sido detenidos.

– Muerte. La madrugada del viernes 15 de abril, un joven de 32 años falleció con un disparo en la cabeza. La víctima era Paúl Valle Cuéllar (foto de arriba), que murió cuando salió a espiar el robo de un vehículo en la puerta del karaoke La Cueva del Oso, ubicado en el barrio El Pari. Por este caso está detenido en el penal de Palmasola Ignacio Cabrera Cuéllar (derecha), al que se le acusó por el delito de homicidio.

– Crímenes. Las muertes de Freddy Cardona Ortega, hallado degollado en Montero, y del español Carlos Fernando Pujol, encontrado quemado en un camino por la zona de Colpa Bélgica, todavía no han logrado ser esclarecidas. Ambos hechos fueron conocidos el sábado 17 de abril.

– Violencia. La madrugada del miércoles 20 de abril, el gendarme Fabio Soliz Medina (20) fue baleado por delincuentes que asaltaban a su esposa María Marinés Ríos. El hecho sucedió en el barrio Magisterio. Los investigadores aún no encontraron a los malhechores y la víctima salvó su vida.

  Cronología   

– Herido. Martes 12 de abril: a  las 10:30, en la intersección de las calles Juan de Garay y Monseñor Santistevan, dos delincuentes atracaron a dos funcionarios de la empresa de seguros Credinform. El hecho fue visto por el gobernador cruceño, Rubén Costas, que manejaba una vagoneta junto a su amigo y funcionario de la Gobernación, Germán Rodríguez Roca. La autoridad política decidió seguir a los asaltantes que estaban a bordo de una motocicleta, pero fue repelido por los sujetos que dispararon en contra del motorizado que conducía Costas. Un tiro le provocó un hundimiento de cráneo en el hueso temporal.

– Operado. El miércoles 13, Rubén Costas sale de Unidad de Terapia Intensiva de la clínica Ángel Foianini, luego de que se le practicara una intervención quirúrgica para retirar las esquirlas que dejó el proyectil en la cabeza del gobernador.

– Recuperado. Dos días después del incidente, el jueves 14 de abril, la primera autoridad política del departamento lució un mejor semblante y ya había salido de la sala de cuidados intensivos. En aquella jornada se reunió con el comandante de la Policía, Humberto Echalar, y con su equipo de la Gobernación, para definir acciones conjuntas a fin de frenar los índices de inseguridad que se viven en la capital cruceña.

– De alta. La mañana del sábado 16 de abril, el equipo médico que atendió a Costas decidió darle el alta médica para que pueda retornar a su casa. Los galenos le pidieron reposo y evitar exponerse a los rayos de sol, puesto que corría riesgo de contraer una infección.

  Las cifras  

493

Son los robos agravados, atracos y asaltos ocurridos durante la anterior gestión.

756

Robos de vehículos registrados  el año pasado, de los que un alto porcentaje son a mano armada.

3 casosEste es el promedio diario de hechos delictivos violentos suscitados en 2010.

El balazo todavía ‘no sirve’

Inseguridad. Los proyectos quedan a medias por falta de coordinación y apoyo. Algunos se salvan, pero no tienen las competencias necesarias. El Gobierno solo espera una cumbre

El Deber, Cecilia Dorado N.

Más ideas, muchos lamentos y pocas acciones, eso es lo que se puede percibir cuando se habla de seguridad ciudadana en Santa Cruz. Este jueves se cumple un mes del balazo en la cabeza que recibió el gobernador Rubén Costas, al intentar evitar un atraco, suceso que traspasó las fronteras del país en lo informativo, pero que aún no ha logrado provocar soluciones reales a la ola de violencia en Santa Cruz.

“Que sirva pa’ algo”, dijo Costas, cuando estaba postrado en la clínica Foianini recuperándose del balazo y con la esperanza de provocar un cambio; ahora cierra la frase con un: “Eso esperamos”.

Angustiado por su experiencia, el Gobernador realizó hasta ahora una Cumbre por la Vida, en abril, y luego tuvo lugar en La Paz una reunión nacional con miras a la cumbre de Seguridad Ciudadana, convocada por el presidente Evo Morales para fines de este mes en Santa Cruz.

Aunque el debate sobre la inseguridad recobró fuerza, en los hechos es evidente la falta de coordinación, los esfuerzos  aislados, los recursos insuficientes y el escaso compromiso.

Mientras tanto, los hechos de sangre, cada vez más violentos, no cesan. “Cuando no hay características de un robo, atraco o asalto de por medio, siempre están las deudas u otro tipo de negocios y compromisos incumplidos”. Esta explicación, que corresponde al jefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), coronel Miguel Gonzales, es una de las más frecuentes, en los últimos meses, referidas a las causas de los presuntos ‘ajustes de cuentas’.

Gonzales reconoce que el balazo al Gobernador no causó grandes cambios. “La seguridad tiene un problema de fondo. Hay que potenciar a la Policía, necesitamos más vehículos, por lo menos 100 patrulleros, para multiplicarse en toda la ciudad. Por más que tengamos 1.000 policías, no vamos a avanzar si no tenemos los medios para desplazarnos”, insiste Gonzales.

“La Felcc trabaja con un total de 200 hombres en todo el departamento de Santa Cruz, por eso es que en los módulos policiales hay uno o máximo cuatro policías”, admite.

Según el Comando de la Policía, en Santa Cruz se dispone de 4.556 policías.

“Todavía seguimos en planes, el propio ministro de Gobierno (Sacha Llorenti) ratificó que la única autorizada es la Policía, o sea que nos vuelven a amarrar las manos para que  no podamos ejercer el control que necesitamos”, se queja el oficial mayor de Defensa Ciudadana del gobierno municipal, José Canudas.

Hace cinco años la Alcaldía creó la Guardia Municipal, que hoy cuenta con 1.230 efectivos. Canudas lamenta que hasta ahora no les den permiso para usar armas ni gases pimienta o lacrimógeno, además de permitir la detención de antisociales.

Destaca la construcción de 19 centros de seguridad ciudadana, con el apoyo de la Gobernación, aunque solo funcionan ocho porque no hay policías para el resto. Este año se pretende construir otros 11.

La Oficialía, que vela por la seguridad ciudadana y defensa del consumidor, maneja un presupuesto anual de Bs 63 millones. Entretanto, la Gobernación, según el director de Seguridad Ciudadana, Guillermo Saucedo destina, al momento, Bs 12,6 millones para seguridad. Del total, Bs 8 millones son para la Policía, de los cuales Bs 800.000 fueron para la compra de combustible el año pasado.

Ahora, la Gobernación plantea crear la Guardia Departamental. Consultado al respecto, el viceministro de Seguridad Ciudadana, general Miguel Vásquez, se limita a decir que no quiere adelantarse a la cumbre, pero que toda propuesta debe respetar la Constitución y las normas vigentes en el país.

Sin embargo, asegura que el Presidente “tiene toda la intención de trabajar con todas las instancias para dar una respuesta integral a la inseguridad y no solo más policías”.

Desde los barrios, el secretario ejecutivo de la Federación de Juntas Vecinales, Pedro Zabala dice, en tono de reclamo: “No importa quién se haga cargo de la seguridad, pero que lo haga, ya”.

   Iniciativas aisladas  

Guardia Municipal

Se creó el 17 de octubre de 2006. Hasta el año pasado contaba con 1.000 efectivos, ahora son 1.230, entre hombres y mujeres. Este año se seguirá reclutando hasta llegar a los 2.000. Custodian colegios, mercados, plazas, hospitales, edificios municipales y áreas verdes. También hay 25 bomberos municipales.

Cámaras de vigilancia

La Gobernación cuenta con 50 cámaras que son parte del proyecto Ojo Vivo. Están en intersecciones de mayor tráfico y accidentes, además de plazas, incluso en barrios populosos. Este año quieren comprar 250 cámaras. Funcionan 24 horas y se da parte a la Policía o a la Defensoría de la Niñez de los casos.

Centros de seguridadLa Alcaldía construyó 19 centros de seguridad ciudadana, con una inversión que bordea los Bs 5 millones, y la Gobernación los equipó, como parte de un convenio interinstitucional. La Policía tiene el compromiso de poner el personal, pero no abastece. Varios no pudieron ser entregados por ese motivo.

No hay poder de mando

Ernesto Justiniano /  Exvicemin. de Defensa Social

Todo sigue igual. Con lo del gobernador hubo un pico de emoción de la gente, pero mientras no hay soluciones de fondo. Más bien, se ha desnudado la impotencia existente para atacar el tema tan crítico. Me refiero a un centralismo que no hace ni deja hacer, tienen poder de mando y coerción sobre la Policía; sin embargo, la inseguridad se está desbordando. Otra vez volvemos a la fase declarativa, el gobernador no solo tiene que tener el poder de hablar, sino también de hacer. Hay dos opciones, que el Estado actúe con la Policía en el departamento y que dé las competencias para hacerlo. Pero tenemos un Estado impávido mirando de palco lo que está pasando, pese a tener el poder de coerción.

Antes había un prefecto al que el comandante de la Policía le hacía caso, hoy tenemos un gobernador que no gobierna nada en el área de la seguridad. No le informan sobre los operativos ni el hallazgo de laboratorios de droga. Veo un futuro muy grave, porque esto tiende a empeorar por el narcotráfico.

Si matan por un celular, cómo no van a matar por los millones que mueve el narcotráfico. Entre 2005 y 2009 se movieron $us 3.600 millones en Bolivia por esta actividad ilícita. El propio director nacional de la fuerza antidrogas, coronel Gonzalo Quezada, ha confirmado públicamente que en Santa Cruz se están acumulando capitales del narcotráfico.

Rubén Costas Aguilera | Gobernador de Santa Cruz: «No hay cuórum por la seguridad»

El gobernador de Santa Cruz reconoce que la seguridad no es prioridad en la agenda de los políticos. Pide que la próxima cumbre no se utilice como una cortina de humo para tapar otros problemas y se muestra escéptico de lo que pueda dar el Gobierno

El Deber, Cecilia Dorado N.

Su nuevo corte de pelo le da un semblante rejuvenecido, pero no logra disimular del todo la marca de unos ocho centímetros que le dejó una bala al rozar el lado izquierdo de su cabeza el pasado 12 de abril, cuando intentó frustrar un robo. El gobernador Rubén Costas recuerda ese momento como si fuera hoy y aunque dice sentir impotencia, pese a ser la máxima autoridad política de la región, está decidido a impulsar cambios para frenar la inseguridad en Santa Cruz.

Falta de coordinación a escala regional, recorte de recursos económicos, presiones, politización del tema y temores son algunos de los aspectos que Costas deja en evidencia a escasas semanas de la Cumbre por la Seguridad Ciudadana convocada por el presidente Evo Morales.

– ¿Cómo se siente a poco de cumplir un mes de haber recibido un balazo en la cabeza?

– Mis ánimos están bien, mi salud no ha sido vulnerada. Falta una tomografía para descartar una secuela, pero hasta ahora todo está muy bien. Los ánimos son muy importantes porque a raíz de esto se han suscitado eventos como la Cumbre por la Vida, a la que asistieron varios sectores. Fue un encuentro muy horizontal, se escuchó a todos, hubo diagnósticos que conocemos, pero se dejó clara la necesidad de que la gente quiere soluciones reales, tangibles y concretas.

– ¿Se puso plazos para concretar esas ideas?

– Sí, porque hay una agenda, desde que el Presidente (Evo Morales) se comprometió a convocar a una Cumbre por la Seguridad Ciudadana (para fines de este mes). Hace unos días hubo una reunión en La Paz con representantes de los nueve departamentos, que vieron que el camino que abrió Santa Cruz es el más beneficioso para llegar a una cita donde todos las regiones puedan tener una experiencia similar a la nuestra.

Por eso se ha decidido que a fin de mes se pueda hacer la Cumbre por la Seguridad Ciudadana y se ha elegido a Santa Cruz como sede.

– ¿Cree usted que la seguridad ciudadana es prioridad en la agencia nacional?

– No, no lo es y debería serlo.  Usted ve en las encuestas que el tema económico y la seguridad ciudadana son los primeros que están en la lista, de manera permanente. Hay esa ansiedad y demanda de protección entre la gente.

– La gente lo pide, pero ¿no es prioridad?

– Definitivamente eso sucede, por eso hay que trabajar y además creemos que esta cumbre no tiene que ser usada mediáticamente, ni se la debe utilizar para hacer una cortina de humo frente a los problemas tangibles que hoy vive el país, como el tema económico, la inseguridad ciudadana, el respeto a la democracia, a la ley, la manipulación o judicialización de la política. Todos estos asuntos que angustian y causan zozobra.

Lo importante es que en la cumbre podamos concertar, coordinar y tener respuesta inmediata y tangible que es lo que realmente el pueblo necesita.

– Hace mucho que Santa Cruz demanda cosas al Gobierno sobre seguridad, ¿cree que ahora habrá una respuesta real?

– Yo creo que va a ser muy difícil, no creo en caminos llenos de rosas. Así como la autonomía, este 4 de mayo festejamos la aprobación de nuestro estatuto con el 84% de votos y ¿acaso podemos decir que tenemos autonomía plena?, ¿o que esta es la autonomía que queremos? Seguramente no, pero tampoco podemos dejar de reconocer que desde hace siete años, desde el primer cabildo, el 22 de junio de 2004, se avanzó. Tenemos gobernadores electos, tenemos parlamento legislativo en las regiones y hay algo que es irrevisable e irreversible: la autonomía. Pero   va a costar, porque hay países que llevan 30 años en la autonomía como España y aun hay regiones que pelean por competencias. No nos olvidemos nunca que el centralismo se va a disfrazar de autonomista, como ha sucedido en nuestro país, pero son dos doctrinas diferentes.

– Como región ¿somos capaces de dar una respuesta ante la inseguridad ahora?

– No hay una respuesta así, de decir sí o no, o esta es la varita mágica. Hay problemas que no se han solucionado, hay un problema estructural cuando hablamos de inseguridad. Partamos del principal que es la pobreza y eso conlleva hacer un análisis de lo que está sucediendo con la política económica que lleva adelante el Gobierno del MAS. Entonces, ¿esta medida populista va a producir mayor inflación y pobreza? La respuesta la estamos viendo y es que genera marginalidad y delincuencia.

Pero también está lo otro, el régimen penitenciario. Con los magros recursos, recién y después de mucho tiempo hemos podido inaugurar el Centro de Nueva Vida Santa Cruz (ex granja de Espejos), pero con eso no basta. Santa Cruz ya tiene 2 millones de habitantes, por tanto, de estos centros de rehabilitación de adolescentes debería haber 15, uno en cada provincia y aquí en la capital hasta tres, y esto nos lleva a hablar del tema de recursos. No nos olvidemos que nos quitaron los recursos del IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos) que teníamos.

– ¿La seguridad es cara?

– De eso se trata y es más cara todavía cuando no hay recursos y cuando te cercenan los recursos. Ahí viene otro tema que es la miopía política: le quitan los recursos a las gobernaciones y cada vez que se necesita dinero, como en el caso del ‘prediario’ (para los reos), dicen que lo solucionen las gobernaciones. No es nuestra competencia, nos quitan los recursos y encima quieren que nosotros lo resolvamos, todo porque hay un interés político de traspasar sus problemas.

Aun así tenemos la firme voluntad y la predisposición (de dar soluciones) porque en este asunto está en juego la vida del ser humano. Es prioritario y no queremos entrar en ningún tipo de pulseada ni de politización del tema. Por eso volvamos al génesis de la pregunta, ¿hay posibilidades de que surja un cambio con esta cumbre? Eso esperamos.

– ¿Qué es lo más urgente?

– Debería haber soluciones claras a temas como las leyes, porque son muy benévolas. Los delincuentes salen de la cárcel rápidamente con alguna medida sustitutiva y ahí tenemos personas que entran y salen de Palmasola. Tenemos el tema de la Policía que se debe desconcentrar. De Santa Cruz sale el 50% de los recursos de la Policía Nacional y no vuelve nada. La sede de Gobierno tiene 16.000 policías frente a los 4.500 efectivos que hay en Santa Cruz, aunque sea una comparación antipática.

Hay celos porque queremos hacer una guardia departamental autonómica, que coadyuve la labor de la Policía en el serenazgo en la Villa Primero de Mayo, el Plan Tres Mil, donde la gente no puede pagarse vigilancia privada, eso es lo que queremos, darle más seguridad a los más vulnerables.

– Pero para eso se necesita autonomía…

– Tenemos autonomía, pero lo que vamos a seguir peleando son las competencias. Y no tiene que asustarse nadie, porque todos los países autonómicos o federales tienen una Policía Nacional, pero también tienen guardias ‘estaduales’ o departamentales, pero aquí hay un uso político para poner pelos en la leche apenas se habla de la propuesta. Dicen que no van permitir que se divida al país y entran con ese tema perverso que lastimosamente es el caballito de batalla de este y de todos los Gobiernos.

– ¿No cree que falta coordinación a escala regional sobre seguridad ciudadana?

– Claro que sí, la ley dice que hay un Consejo Departamental de Seguridad Ciudadana.

– Pero ¿funciona?

– No funciona, porque por ley lo preside el Gobernador, pero lastimosamente hace años no podemos tener una reunión porque los que están ligados al Gobierno  por mandato del Gobierno no asisten, entonces no hay cuórum en el Consejo que es donde se deben aunar los esfuerzos y definir las políticas para la región.

– Cuando habla de ‘ligados al Gobierno’ ¿a quiénes se refiere?

Los que fallaron en las reuniones son el comandante de la Policía, el comandante de la Octava División de Ejército, el fiscal y eso lo podemos ver en las actas que tenemos.

No funciona porque también hay la politización de este tema y lo entiendo. Yo creo que el Comandante de la Policía, el de la Octava División y otras autoridades tienen la obligación de asistir, pero muchas veces hay temor, y hay mandato de equis o zeta autoridades que les ponen piedras en el camino. Esa es una de las cosas de las que hay que hablar en la cumbre para enmendarlas y ver si de verdad hay voluntad de parte del gobierno central, de los gobiernos departamentales y de los demás actores.

– ¿Hace algún mea culpa en relación a la seguridad?

– No, qué mea culpa puedo hacer si he estado dispuesto a dar mi vida por esta situación, si he ofrecido hasta mi vida en todo esto, entonces no puedo estar más tranquilo con mi conciencia. Pero quizá este hecho fue resultado de la angustia de ver cómo mi gente es asaltada, es vejada y lo que más me angustió fue ver a una mujer de pueblo toda desmadejada e hice eso que algunos dicen ¡qué imprudencia! Quizá fue la angustia de lo que no puedo llegar a hacer por ene  cosas que hemos ya enumerado y esa impotencia fue la que me llevó a ese acto (tratar de impedir un atraco).

Además, así como la delincuencia no discrimina, porque en este caso el gobernador fue una víctima, me preocupa la gente más vulnerable, a la que le roban un celular, la que va en un micro o a pie, nuestras niñas que andan por barrios sin luz. Cuando estaba hospitalizado por el balazo dije ‘que esto sirva pa’ algo’, ojalá que sirva para algo, ojalá que en esta cumbre podamos tener soluciones reales, inmediatas y a mediano plazo que puedan darnos mayor seguridad.

Y hay algo que quiero reiterar: el narcotráfico es una de las principales causas de lo que está sucediendo, de los crímenes horrendos que nunca vimos en Bolivia. La causa está en las mafias internacionales atraídas por el narcotráfico.

– Ahora ¿se siente inseguro cuando va por las calles?

– Claro que hay inseguridad, pero si algo no voy a hacer es dar lugar a que ganen los delincuentes. Tampoco sirve que tenga protección de guardaespaldas y movilidades blindadas, me sentiría mal si tuviera todo eso y viera a mi pueblo totalmente vulnerable. Creo que es con el ejemplo y la acción, y no es ninguna bravuconada ni machismo, pero no hay que demostrar temor a los delincuentes.

Se avanza, pero no lo necesario

“La delincuencia crece a un ritmo mayor de lo que se puede avanzar”, admite el director de Seguridad Ciudadana de la Gobernación, Guillermo Saucedo, ante la interrogante de por qué, pese a los proyectos ejecutados, la población se siente insegura.

Durante los últimos años el presupuesto destinado por la Gobernación a la seguridad ascendió de Bs 1,5 millones a Bs 12,6 millones y este año se pretende incrementar esa cifra en Bs 8 millones para nuevos proyectos, según Saucedo.

Sin embargo, lamenta que en los últimos tres años el recorte del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) hubiera llegado a Bs 500 millones, mermando la capacidad de la Gobernación para este tipo de tareas. La apertura del Centro de Nueva Vida Santa Cruz, para rehabilitar a adolescentes y a jóvenes, demandó una inversión de Bs 4,6 millones. También se está equipando los centros de seguridad ciudadana con muebles, computadoras, radios y una motocicleta por módulo. Este año dispone de Bs 478.000 para equipar los nuevos.

Saucedo reconoce que hay proyectos postergados. Por ejemplo, el Centro de Atención de Incidentes (CAI), que funcionará como una central de llamadas para socorrer a la población, no puede ser creado porque el convenio no fue firmado por el comandante de la Policía, dice. El proyecto de vigilantes departamentales, que hoy son 20, se frenó en 2010 por un reajuste del presupuesto. Este año se intentará tener 100 efectivos