Colombia logró sostener, por tercer año consecutivo, la caída en los cultivos de coca y la producción de cocaína, que ya están en niveles de antes de la explosión del narcotráfico de la segunda mitad de los años 90.
Según la medición anual de Naciones Unidas, el 2010 se cerró con 59.000 hectáreas de coca. Son 9.000 menos que en el 2009 y representan la estadística más baja en materia de narcocultivos de los últimos quince años.
En 1995, las mediciones reportaron 51.000 hectáreas, que saltaron, un año después, a 67 mil. Eso significa que la cifra reportada ayer es la menor en 14 años hasta el 2010. El pico máximo se dio en el 2000, cuando se contaron 163.000 hectáreas, concentradas en el suroriente.
Según el estudio del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci), administrado por la ONU, la producción de cocaína cayó también en una cifra cercana al 12 por ciento con respecto al 2009. Eso significa que el año pasado se habrían producido 343 toneladas de cocaína, frente a las 390 del 2009.
Ayer, el ministro del Interior y de Justicia, Germán Vargas Lleras, dijo que las mayores reducciones se dieron en los departamentos de Nariño, Cauca, Guaviare y Bolívar, que figuran también en la lista de los que más coca tienen en sus jurisdicciones. En contraste con lo que pasa en el resto del país, hay más coca en parques nacionales, donde guerrillas y bandas se reparten cultivos y producción.
El repunte entre el 2009 y el 2010 es del 8 por ciento, lo que significa que existen unas 4.500 hectáreas de coca en esas áreas de alta sensibilidad ecológica.
En 18 de los 55 parques hay coca, y hay preocupación porque los grupos armados están sembrando minas para dificultar la acción de erradicadores manuales.
Uno de los factores que analizará el Simci es si el invierno influyó en la reducción de los cultivos. Según el Gobierno, se cree que por esa razón disminuyeron las matas de coca en Bolívar.
En unos meses se debe revelar la medición de la CIA, que usualmente reporta mayores extensiones de coca. En los últimos años, mientras en Colombia caen los cultivos, hay repunte en Perú y Bolivia.