Así como la UDP llevó a Bolivia a la hiperinflación, bajo el actual gobierno el país parece estar en marcha hacia la hipercorrupción. Lo dice el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que en su informe anual revela que entre 2007 y 2010 (primer y segundo gobierno de Evo Morales) sancionó 72 veces a Bolivia por corrupción y mal manejo de los créditos otorgados.
De 36 casos de irregularidades en la ejecución de proyectos en los 48 países socios, nada menos que 26 casos corresponden a Bolivia. Dicho de otra manera, de casi cinco decenas de países, el Estado Plurinacional copa el 72% de los casos de corrupción…
Por supuesto, la mayor parte de estos proyectos son ejecutados en asociación con diversos niveles del sector público. ¿No se ha enterado de esto la ministra de transparencia Nardi Suxo?
Otro caso altamente preocupante es el de Fructuoso Ávila, que ha declarado ser asesor de Evo Morales, a quien la FELCN acaba de incautarle una narco-avioneta. ¿Investigará este caso la Ministra de Transparencia?
Por si esto fuera poco, un periodista que denunció corrupción en el programa presidencial “Evo cumple”, financiado con petrodólares de Hugo Chávez, acaba de ser acusado de “racismo”.
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Pero el colmo del asunto sería el caso de Jorge Suxo, hermano de la citada ministra, sobre quien pesa la sospecha de favorecer a acusados de presuntos actos de corrupción en la Caja Petrolera, en un proceso que data de hace dos años y se encuentra paralizado.
Por supuesto, dentro del paquete también debe contarse a la norma que legaliza el contrabando de autos (¿robados?, ¿intercambiados por cocaína?), dentro de la peculiar lógica del “le metemos nomás” del Estado Chuto.
No hace falta tener dones adivinatorios para adelantar que el próximo informe de Transparencia Internacional no será nada halagador para la Bolivia de Evo Morales…