Analistas: Argentina desconfía de Bolivia en el gas y asegura compra GNL de Qatar

Oposición. En Argentina existen opiniones en sentido de que los $us 2.000 millones que costará el gasoducto al noreste deberían invertirse en compras de GNL.

imageEl presidente de YPFB, Carlos Villegas, abre las válvulas del GIJA. ABI

Página Siete / La Paz



Analistas dicen que Argentina desconfía de Bolivia en el gas

Con compras de GNL de Qatar garantiza seguridad energética.

Argentina desconfía del suministro que le pueda garantizar Bolivia y por eso se aseguró la provisión de gas natural licuado (GNL) del emirato de Qatar, coinciden analistas del sector.

El ex superintendente de Hidrocarburos Carlos Miranda opinó que con el contrato con Qatar Argentina anuncia que se llenará de GNL si es que Bolivia tiene problemas para suministrar gas.

Recordó que en 2014, cuando el Gasoducto Noreste Argentino (GNEA) se conecte con el Gasoducto Juana Azurduy de Padilla en el lado boliviano, se podrá vender más de 14 millones de metros cúbicos de gas por día (MMmcd) hasta llegar a los 27,7 millones contratados.

Sin embargo, ambos países están incumpliendo el contrato, pues de acuerdo con la adenda de marzo de 2010 el GIJA debía haber iniciado operaciones el 1 de mayo de este año. El país está preocupado por la demora, pero Argentina no tanto.

Según Miranda, en el país vecino la construcción del GNEA no es apoyada por todos. La oposición va desde opiniones que sostienen que al llevar gas el noreste argentino, que es la única región de ese país que no usa gas, se estaría incrementando la dependencia de este recurso de 53% a 60%. Otros depositan su fe en mayores descubrimientos de reservas de gas no convencional.

Hay quienes sostienen que con una disponibilidad de 30 MMmcd de capacidad para recibir GNL es suficiente para este invierno y que la inversión de dos mil millones de dólares -que costaría el GNEA- sería mejor llevarla al gas natural licuado.

A esto se debe añadir que Shell acaba de anunciar que iniciará su proyecto Prelude con la construcción de la primera planta flotante de licuefacción de gas.

Miranda considera que esto puede ser positivo para el país porque Petrobras acomodaría su producción interna del PreSal y garantizaría la demanda de gas de Bolivia luego de 2020.

Sin embargo, la noticia también puede ser mala porque refuerza la posición de los opositores al GNEA y podría abaratar el costo del GNL.

El ex ministro de Hidrocarburos Guillermo Torres indicó que en Argentina temen que el país no pueda cumplir con sus compromisos de venta, pese a que el contrato considera multas y penalidades al respecto.

“Por un lado ellos no confían, pero por otro lado están asegurándose, con las multas que van a cobrar, con eso quieren compensar la compra a Qatar”, precisó.

Recordó que países como Chile, Brasil, Argentina aprendieron que no pueden depender de una fuente de aprovisionamiento, por ello su política es de diversificación de fuentes.

Por eso es que al país vecino no le importa pagar más para garantizar su seguridad energética, porque los costos de transporte del GNL son elevados.

2.000 millones de dólares es lo que le costará a Argentina importar gas natural licuado de Qatar.

Sin embargo, Torres considera que los 27 millones de metros cúbicos de gas que demandará en el futuro Argentina no irá todo a Buenos Aires, sino al norte. Además, el 52% de su matriz funciona a gas natural, lo cual convierte a ese país en un gran consumidor de este energético.

El analista Francesco Zaratti agregó que, dependiendo del precio y seriedad del suministro, a mediano plazo Argentina continuará la demanda, pero a largo plazo usará sus reservas.

Más datos sobre el GIJA

Ingresos En los seis meses que quedan de este año, a partir de la puesta en marcha del Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA), Bolivia percibirá alrededor de 450 millones de dólares, con una exportación a la Argentina de 7,7 millones de metros cúbicos por día (MMmcd), según anunció YPFB.

DatosEl GIJA va desde la localidad de Campo Grande, en Tarija, hasta Campo Durán, en Argentina. Tiene una longitud de 43 kilómetros, de los cuales 13 están en Bolivia. Su construcción demoró aproximadamente cinco meses desde la recepción de cañería hasta la puesta en marcha. En las obras participaron 350 personas.