La caída de Gadafi

evo-gadafi El régimen del coronel Muammar Gadafi ha colapsado y los rebeldes libios ya pasean por Trípoli, mientras la población se vuelca masivamente a las calles para celebrar la caída del tirano.

Según comunica la Corte Penal Internacional (CPI), tres hijos del dictador, Seif, Saadi y Mohamed, ya fueron capturados por fuerzas rebeldes y se espera que pronto suceda lo mismo con su padre, para que respondan ante ese tribunal por el genocidio de miles de libios y otros crímenes de lesa humanidad.

El fiscal de la CPI, Luis Moreno Ocampo, dijo que “no hay más impunidad para estos crímenes”.



Así concluye un despotismo de cuatro décadas, que conculcó los derechos humanos hacia el interior de Libia, al tiempo que promovió el terrorismo en el exterior.

Gadafi, que consideraba a su régimen el “Estado socialista ideal para el Tercer Mundo”, también fue un estrecho aliado de los mandatarios de Venezuela y Bolivia, Hugo Chávez y Evo Morales. Del primero recibió una réplica del sable de Simón Bolívar, mientras que el segundo fue galardonado -y financiado- por la dictadura de Trípoli en 1996, con un premio de 100.000 dólares por sus actividades de sabotaje a la erradicación de coca ilegal.

Morales también visitó a Gadafi en sus dominios en más de una ocasión, habiéndose convertido en los últimos tiempos, junto con Chávez, en uno de los pocos defensores a nivel internacional de la sanguinaria tiranía libia.

Ahora, como bien adelanta el fiscal Ocampo, vendrán las investigaciones y los juicios, en los que saldrán a relucir las dimensiones del mal que asoló a ese país norafricano. Se conocerán detalles sobre las fosas comunes, las ejecuciones y la tortura bajo la opresión gadafista.

Entonces, quedará muy claro lo equivocada que ha estado la política de alianzas internacionales del gobierno boliviano, que ha preferido acercarse al club de las dictaduras en lugar de integrarse plenamente al concierto de las naciones democráticas.

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