La negligencia médica hoy estará frente a los tribunales

Walter Javier Arrazola Mendivil

WALTER ARRAZOLA Hace cuatro años Aníbal Casanovas un niño de también cuatro años, murió en la clínica Urbari un 12 de abril, por negligencia médica.

Los síntomas eran de una simple apendicitis, que se transformo en una peritonitisal no ser atendido ni medicado adecuadamente. Se pudrió internamente mientras los negligentes médicos descubrían que eran los cólicos que tenía en su estomago, sufriendo una muerte lenta y dolorosa por tres días. Tortura que nadie puede imaginar.



Su padre Anibal Gerardo Casanovas y su esposa Karina, iniciaron un proceso penal por la comisión de los delitos de Homicidio Culposo y Negligencia Médica en contra de los galenos Welfrid Mario Montaño Mariscal, Daniel Humberto Borda Koller, Yolanda Vargas Caba y German Quevedo Perales.

Los padres desconsolados por la muerte de su hijo Aníbal sufrieron cuatro años de tortura judicial, presión psicológica y de malos fiscales que rechazaban sus denuncias, retardaban los informes periciales, como las abundantes pruebas de esta negligencia médica. Las mismas que se presentan y dilucidan hoy en el juicio oral por prestigiosos peritos y médicos forenses, quienes el día de ayer ratificaron aquella mala praxis médica.

Hoy viernes a las 9 de la mañana se reinicia el juicio oral contra estos malos médicos. Unos de los pocos casos de negligencia médica que ha podido llegar a los estrados judiciales y que dependiendo de los jueces ciudadanos se hará o no justicia.

La presión se la puede ver inclusive, en la misma audiencia en contra de los jueces ciudadanos.

La historia de la muerte de Anibal

El día Martes 10de abril de 2007, al pequeño Anibal se le presento algunos dolores de estomago, sin embargo en hora de la noche del mismo día el pequeño empezó a vomitar, este malestar le provoco la pérdida del apetito.

Al día siguiente (Miércoles 11 de abril del mismo año), el pequeño Aníbal al no presentar ninguna mejoría en sus malestares, sus padres lo llevaron a la Caja Bancaria, pues era afiliadode ese seguro. Fueron atendidos por el Dr. Welfrid Mario Montaño Mariscal, el mismo que lo atendió y solicitó análisis de sangre, manifestando que los resultados de los exámenes no podrían ser entregados antes del día siguiente. Ese día el niño no hizo sus necesidades biológicas, y además los dolores no disminuyeron en ningún momento, pero sin embargo este profesional luego de pedir los análisis de sangre se limito a darle una receta para los vómitos, fiebre y un suero de hidratación.

Los padres retornaron a su domicilio, toda vez que el galeno manifestó que no podría hacer nada más ya que tendrían que esperar los resultados de los análisis. Ya en su casa, el pequeño seguía con los malestares cada vez peor y estuvo así durante todo el día, al ver que no mejoraba, nuevamente fue llevado a emergencias de la clínica Urbari, Clínica con la que trabaja la Caja Bancaria. En esa oportunidad lo atendió el Dr. Daniel Humberto Borda Koller, al mismo que se le indicó el cuadro de malestar que tenía el niño explicándole además que ya se encontraba así desde el día anterior, con vómitos, dolores en el estomago, fiebre, sin embargo este médico manifestó que se trataría de gases (cólico estomacal), por lo que se limito a darle una simple receta, la misma que consistía en un inyectable para el vomito y la fiebre, por lo que nuevamente fue llevado a su domicilio aquel infortunado niño.

El día jueves 12 de Abril, cabalmente el día del niño, a horas 7:30 a.m. aproximadamente, al ver los padres que su hijo no tendría ninguna mejoría en su estado de salud, nuevamente lo llevaron a la clínica Urbari, en esta oportunidad fue atendido por un Medico General de nombre Raúl Javier Correón Pereira, debido a que no había en ese momento un médico pediatra de turno, el mencionado galeno preguntó sobre el cuarto de los dolores que tenía el pequeño por los que se le explico lo mismo que se le dijo a los otros médicos, fuertes dolores de estomago, vómitos, fiebre, pérdida de apetito y que además no había hechos sus necesidades durante dos días, por lo que este profesional, volvió a solicitar un análisis de sangre y como le habíamos indicado que el médico de la caja ya tenía los resultados, los solicito vía fax, y se le saco los análisis de sangre otra vez, por lo que nos manifestó que era necesaria su internación y procedió a sacarle una radiografía de tórax y nos manifestó que podría tratar sede una apendicitis, por lo que se quedo en una camilla ya que no había lugar para su internación.

Este médico fue el único que dijo cabalmente lo que el niño sufría y dio su informe al respecto. Lamentablemente este médico fue botado de la clínica por haber dado un diagnostico adecuado.

Luego del diagnostico de este buen médico, en la clínica solo le colocaron una inyección para la fiebre, hasta que llego una pediatra la Dra. Yolanda Vargas Borda la misma que manifestó que el niño tenía que ser intervenido quirujicamente y que el cirujano seria el Dr. Quevedo. Sin embargo recién a las 12 del medio día, aproximadamente, internaron a Aníbal y la pediatra solicito una ecografía. El niño estuvo de examen en examen, para rendir su prueba final.

Luego de haber sido colocada una inyección, Aníbal comenzó a ponerse morado de los dos pies, de las manos y de los labios, la pediatra informo a los padres que era algo normal por la reacción del dioxadol que se le había colocado, ya que se le estaba pasando la fiebre y se trataba de un cambio de temperatura y que por lo tanto ocasionaría ese efecto de cambio de color.

A las 13:10 aproximadamente llego el cirujano, Dr. Quevedo, quien hablo con la pediatra que le había atendido y ordenó una radiografía del pulmón la misma que fue tomada 20 minutos más tarde, posteriormente ordeno que se realice una ecografía la misma que no pudo ser tomada en ese momento ya que no había personal para realizarla y se realizó a las 18:30 p.m., y que según los resultado el ecógrafo había señalado que había muchos gases y el Dr. Quevedo vía telefónica recién ordena su internación y la preparación para someterlo a una cirugía, a las 19:45aproximadamente el Dr. Quevedo le manifiesta a la madre que era necesario intervenir a su hijo pero que se trataba de una cirugía de alto riesgo, pero que sin embargo era necesaria por lo que debería hacerse lo más rápido posible. A horas 21:30 concluye la cirugía, y el cirujano Dr. Germán Quevedo ante la madre de Aníbal y con el apéndice en las manos le indica que el apéndice se encontraba podrido y que ya tenía dos días de haberse reventado, y que había hecho todo lo que pudo, siendo sus palabras textuales las siguientes “Señora Usted ha visto que hice cuanto pude, ya solo queda rezar por el niño”, y que lo estaba llevando a terapia para recuperación. El mencionado galeno se fue de la clínica y el anestesista nos indico que todo ya estaba infectado antes de la operación.

Pasaron 45 minutos desde la operación y según los padres, escucharon en los pasillos a las enfermeras hablando en voz baja, e ingresaron al lugar donde estaba el cuerpo del pequeño Anibal, al verlo que estaba sin movimientos y sin respiración, se informaron que ya hacia 20 minutos desde que su hijo ya había fallecido y ninguno de los ahí presentes se habían siquiera acercado a darles la noticia.

Lugar y día del Juicio Oral

Palacio de Justicia de Santa Cruz.

Juzgado 4to de Sentencia, piso 6.

Jueces Técnicos: Uby Suarez y Mario Antonio Porras, más tres jueces ciudadanos.

Hora del juicio: 9 am. (viernes 26 de agosto de 2011).