Elecciones donde los candidatos representan a una sola opción política.
Elecciones donde las autoridades del tribunal electoral pertenecen al oficialismo.
Elecciones donde se hostiga a la única posibilidad de oposición (el voto nulo), pero donde los afines al partido de gobierno tienen carta blanca para violar las reglas electorales y hacer campaña por el “voto consigna”.
Elecciones donde el tribunal adicto al oficialismo restringe la libertad de información.
Elecciones donde se prohíbe el control electoral por parte de delegados opositores.
Elecciones donde los candidatos del gobierno (todos) reparten panfletería a su gusto, obviando toda la normativa vigente.
Elecciones donde el gobierno moviliza de manera forzosa a los funcionarios públicos y les realiza descuentos salariales para fortalecer la opción oficialista.
Elecciones, en fin, de partido único, como en Cuba.
¿Serán los comicios judiciales las primeras elecciones de partido único de Bolivia?
¿Un experimento político-social que determinará los futuros procesos electorales del país?