En reiteradas ocasiones se ha hablado sobre la presencia en Bolivia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), narco-guerrilla estrechamente ligada a la producción y tráfico de cocaína.Ahora, las declaraciones del director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), coronel Gonzalo Quezada, confirman esa sospecha.En un informe anual de la Fuerza de Tarea Conjunta presentado en Chimoré, Quezada reveló que los narcotraficantes con los que se enfrentaron en octubre pasado efectivos de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (UMOPAR) en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), pertenecían a las FARC.“En las acciones se detuvo al colombiano José Wilmar Toro García, encargado y químico de laboratorio. Según los informes de inteligencia de la Policía Nacional de Colombia, éste y los otros prófugos estaban vinculados a las FARC de Colombia”, dijo el director de la FELCN.En el Operativo “Los Tojos” se desmanteló un laboratorio gigante dedicado a la refinación de cocaína, con una capacidad de producción diaria de 100 kilogramos de cocaína de alta pureza. Durante la incursión de UMOPAR se produjo un tiroteo que acabó con la vida del subteniente Estiven Medrano Candia (26) y el narcotraficante colombiano Yeison David Sosa Rincón, y en el que resultaron heridos los uniformados Eloy Mamani Paucara y Javier Zapana Condori. Cabe recordar que en las famosas computadoras de “alias Raúl Reyes” se encontraron al menos 57 e-mails referidos a la expansión de las FARC en Bolivia, incluyendo mensajes donde el abatido comandante narco-guerrillero pedía “administrar bien las relaciones con Evo y otros amigos dentro de ese gobierno”.Lo cierto es que la elección de alianzas internacionales le quema las manos al régimen cocalero, en un contexto que fortalece las tesis que hablan de “Narco-Estado”.La presencia de las FARC en el TIPNIS supone un nuevo ingrediente para uno de los escenarios político-sociales más conflictivos de los últimos tiempos…[email protected]