El Evo antiecologista

antieco “El ambientalismo es el nuevo colonialismo” es la frase célebre más reciente del presidente Evo Morales. Súbitamente, luego de utilizar la demagogia pachamamista durante años para la promoción de su imagen internacional, el gobernante cocalero descubrió que, en realidad, el ambientalismo sería una ideología imperial.

Parafraseando un título famoso de Lenin (que al vicepresidente García Linera también le gusta parafrasear), podríamos hablar de “El antiecologismo, enfermedad tardía del evismo”.

En el fondo, el nuevo giro ideológico muestra que el “pachamamismo verde” no fue otra cosa que discurso for export, y que lo realmente decisivo a la hora de diseñar las políticas del régimen es el entramado de intereses internos y externos que le allanaron el camino hacia el poder al presidente cocalero.



Entre estos, cabe mencionar a los cultivadores de coca-para-cocaína del Chapare, el chavismo (PDVSA tiene concesionada buena parte del TIPNIS para exploración y explotación petrolera) y el lulismo (presunto co-beneficiario de los aportes de la OAS)…

Lo que no se dijo de Viena

Varios sucesos que acompañaron a la presencia de Evo en Viena pasaron desapercibidos para los medios nacionales, como una manifestación de jóvenes austriacos a favor del TIPNIS.

También se dio el caso de una periodista española que, durante la conferencia de prensa en la capital austríaca, inquirió a Morales sobre su apoyo a la dictadura siria.

“Usted parece periodista boliviana”, dijo el cocalero, que sin embargo se vio rápidamente frenado por la entrevistadora.

De yapa, el mandatario volvió a decir desde ese foro aquello de que “los periodistas son la única oposición que tiene en Bolivia”.

Como resultado de estos exabruptos, el Instituto Internacional de la Prensa (IPI por su sigla en inglés) se declaró consternado por el hecho de que el presidente considere a los medios como su oposición y no condene las agresiones de sus partidarios contra la prensa…

[email protected]