Bolivia. La huelga indefinida de los médicos y trabajadores en salud continúa, mientras el Gobierno volvió a llamar al diálogo.
Dirigentes de los médicos en La Paz en huelga de hambre, en su segundo día. Foto Apg Agencia
Salud: no hay señales de diálogo
Los Tiempos – 13/04/2012
La huelga indefinida de los médicos y trabajadores en salud cumplió otro día más, mientras el Gobierno volvió a llamar al diálogo. Sin embargo, no hubo respuesta de ese sector, que exige la abrogación del decreto que restituye la jornada de ocho horas.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, manifestó ayer en Cochabamba, que el Gobierno está abierto al diálogo y planteó una metodología de trabajo para llevar adelante las negociaciones. “Esperamos que se puedan generar las condiciones para que se imponga el diálogo”, sostuvo el Ministro con relación al encuentro del miércoles pasado con dirigentes de la COB, donde el Gobierno planteó organizar comisiones para negociar simultáneamente el conflicto de salud y el tema salarial.
Los dirigentes sindicales condicionaron esas negociaciones a la atención del primer tema, a que se deje en statu quo el Decreto 1126 o se incorpore a los trabajadores en salud a la Ley General del Trabajo, por lo que el encuentro quedó en un nuevo intermedio sin fecha ni hora.
Romero descalificó y minimizó la decisión ayer de dos dirigentes del magisterio urbano de tapiarse exigiendo un salario acorde a la canasta familiar, así como las medidas de presión que llevan adelante los médicos y trabajadores en salud en rechazo a la ampliación de seis a ocho horas la jornada laboral.
“Las movilizaciones del sector de salud carecen de legitimidad, no tienen sentido. Resulta incomprensible que un grupo de gente se niegue a trabajar ocho horas y precisamente gente que se encarga de velar la salud de la gente. Imagínense. En el gabinete hay ministro que trabajamos 17 horas, salimos de la oficina a las cuatro de la mañana, no entiendo”, expresó el Ministro.
Huelga de hambre
El piquete de huelga de hambre de los médicos, instalado en La Paz el miércoles, ayer cumplió su segundo día. El presidente y el vicepresidente del Colegio Nacional Médico, Alfonso Barrios y Bernardino Fuertes, respectivamente, junto con el ejecutivo del Sindicato de Ramas Médicas de Salud Pública (Sirmes) de La Paz, Eduardo Chávez, son los tres médicos que asumieron esa extrema medida.
Se anunció para ayer su masificación y la instalación de otros piquetes en el resto del país, pero, al final del día, los dirigentes de los galenos manifestaron que estaban evaluando la medida y coordinando con sus bases nuevas estrategias para continuar su lucha, que aseguran “será larga”.
Barrios informó que el martes pasado le enviaron al presidente Evo Morales una carta solicitándole una reunión para resolver el problema de salud, pero no recibieron ninguna respuesta. Reiteró que sólo se reunirán con el Primer Mandatario o el vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, porque no confían en los ministros.
Aunque ya comienzan a sentir debilidad, Barrios aseguró que continuarán con la huelga porque tienen el apoyo de sus bases, además informó que en cada departamento se realizan reuniones para coordinar la instalación de piquetes de huelga o asumir otras medidas de presión.
Por su parte, los colegios de los profesionales de salud también analizan las próximas acciones a ejecutar para continuar en la lucha de abrogar la normativa que extiende su horario laboral de seis a ocho horas.
Salubristas toman oficinas del Sedes en Potosí
Los trabajadores en salud de Potosí tomaron ayer las instalaciones del Servicio Departamental de Salud (Sedes) en protesta a la actitud del Gobierno de no atender su demanda. Amenazaron con instalar piquetes de huelga de hambre e iniciar una marcha desde Caracollo hasta la ciudad de La Paz.
Este sector, que se encuentra en huelga indefinida hace 11 días, desde el 29 de marzo pasado, en Cochabamba ayer hizo una tregua en sus movilizaciones callejeras diarias (marchas y bloqueos). Para hoy tienen prevista una reunión informativa en la que definirán nuevas medidas de presión exigiendo su incorporación a la Ley General del Trabajo.
El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Cochabamba, Guido Sánchez, dijo ayer que aguarda la instrucción del Ministerio de Salud para proceder con los reemplazos del personal que no está cumpliendo su trabajo.
El ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce Catacora, dijo que el Estado necesitaría 125 millones de bolivianos cada año para atender la demanda de los trabajadores en salud de Bolivia.
CONTINGENCIA
En Cochabamba, el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Guido Sánchez, informó que el plan de contingencia previsto para ayer fue suspendido debido a que, según explicó, más del 70 por ciento de los centros y hospitales de salud del departamento están funcionando y sólo el 30 por ciento acata el paro, sobre todo en Cercado, Sacaba y Quillacollo.
La principal ejecutiva de los trabajadores en salud de Cochabamba, María Gamboa, informó que efectivamente existen personas en el área rural y en centros de las ciudades que atienden emergencias y a pacientes que están internados.
Sin embargo, esto no representa una desobediencia a las medidas del sector, sino el cumplimiento de sus funciones, justificó Gamboa.
En cambio, en Oruro y La Paz, los puestos móviles de atención gratuita sí funcionaron, brindando consulta externa a las personas que llegaron hasta estos lugares en busca de ateción.
Mientras tanto, en Santa Cruz, al igual que en Cochabamba, los puestos móviles se suspendieron las mismas razones.
FISCALÍA
El fiscal General del Estado, Mario Uribe, declaró ayer que aguardaba los informes de los fiscales de distritos sobre los funcionarios que habrían interrumpido sus labores en los servicios de salud para iniciar las acciones respectivas.
El presidente del Colegio Médico de Bolivia, Alfonso Barrios, contra quien se pidió iniciar una acción penal por impulsar la huelga, ayer informó que aún no recibió ningún tipo de requerimiento fiscal.
“No le tememos a ningún proceso penal porque estamos fortalecidos, tenemos el apoyo de los más de 50 mil profesionales de salud”, dijo.