Choquehuanca apela a las profecías mayas para pronosticar un “tiempo nuevo”

Según el canciller de Bolivia, “estamos viviendo el fin del no tiempo” y el “año 2012 viene cargado de energías”.

imageEl 2012 viene cargado de energías que nos convocan a los seres humanos para que volvamos al camino del equilibrio”.

El canciller de Bolivia, David Choquehuanca. Foto archivo



Por JUAN CARLOS SALAZAR

Tiquipaya, ANF.- Tiquipaya, según lo describe David Choquehuanca, es un lugar pleno de “magia” y “encanto”. Conocida como la capital de las flores del valle cochabambino, es además, en palabras del canciller boliviano, el corazón no solamente de Cochabamba y Bolivia, sino de América del Sur, un corazón que “ha empezado a latir” para marcar un nuevo tiempo, el “final del no tiempo” y el comienzo del “tiempo del equilibrio”.

Veinticuatro horas después de que el presidente Evo Morales anunciara el propósito de su gobierno de promover la “refundación” de la Organización de Estados Americanos (OEA), el jefe de la diplomacia boliviana apeló a las “profecías mayas” para pronosticar el advenimiento de una “nueva época”, no solamente para el organismo interamericano, sino para la región en su conjunto, a partir del “evento histórico” que congrega en Tiquipaya a los cancilleres del continente.

”El año 2012 viene cargado de energías que nos convocan a los seres humanos para que volvamos al camino del equilibrio”, dijo un convencido Choquehuanca ante un poco expresivo José Miguel Insulza, antes de evocar una de las “profecías” supuestamente contenidas en el calendario maya, según la cual la humanidad está viviendo el “tiempo del no tiempo”. ”El calendario maya –agregó- nos señala que después de este año vamos a entrar al tiempo, al equilibrio. Estamos viviendo el fin del no tiempo”.

Choquehuanca no sólo pasó por alto que las famosas “profecías”, una de las cuales “pronostica” el fin del mundo para el 21 de diciembre próximo, han sido desmentidas por la ciencia, pues no existe ninguna evidencia de ellas en el calendario de la civilización que floreció en el sudeste mexicano, sino que las conectó con la leyenda andina del Pachakuti. “Vivimos el macha, el no tiempo”, dijo después de explicar que “pacha” equivale a “equilibrio” y “kuti” a “retorno”. Es decir, estamos en vísperas del “retorno al equilibrio”.

No en vano la Cancillería boliviana introdujo el símbolo del Pachakuti en el logo de la Asamblea General de la OEA. Choquehuanca justificó su inclusión en el tema que abordará el evento, la “Seguridad alimentaria con soberanía”, en procura de adoptar políticas que garanticen “no sólo la comida” para la población latinoamericana, sino y sobre todo, como dijo el propio canciller, “alimentos adecuados, alimentos sanos”.

La Asamblea de Tiquipaya es, pues, el evento fundacional desde el cual la región podrá proyectarse al futuro para estar “a la altura de los nuevos desafíos”. Choquehuanca citó como antecedente de este proyecto la cumbre de movimientos sociales que se realizó hace dos años en esta misma población “en defensa de la Madre Tierra” y que pasó a la historia por una desafortunada afirmación del presidente Evo Morales cuando vinculó la homosexualidad con el consumo de carne de pollo.

José Miguel Insulza, conocido por su pragmatismo, no se mostró muy convencido con el pronóstico del canciller boliviano acerca del advenimiento de un “nuevo tiempo”. No al menos en lo que se refiere a la OEA. “La organización está en permanente cambio”, dijo categórico al responder a un periodista que le pidió su opinión acerca de una declaración del presidente Morales, quien anunció en la víspera que su gobierno impulsará la “refundación” de la institución interamericana. La organización, agregó el veterano político chileno que lleva más de siete años al frente del organismo, ha evolucionado y experimentado “cambios profundos” en su más de medio siglo de vida. En otras palabras, menos diplomáticas, no precisa de “refundación” alguna.