Fernando Lugo: «Franco siempre conspiró, siempre hizo oposición»

Suspendido presidente de Paraguay. Confiado y desafiante frente a las nuevas autoridades constituidas en Paraguay, habló en exclusiva con EL DEBER. Alertó que la democracia retrocede en América Latina y señala a poderosos intereses económicos locales y transnacionales de detener el movimiento popular

image Democracia. El expresidente asegura que hubo una ruptura del proceso en su país. Lugo asegura que por esta situación a Paraguay le llevará tiempo recuperarse.



Carlos Morales. Asunción, El Deber

Fernando Lugo anticipó que impulsará un frente político progresista que permita destrabar el proceso de cambio que, según él, encabezó su gestión gubernamental desde que asumió el poder el 15 de agosto de 2008 y que fue interrumpido tras su destitución el viernes 22 de junio pasado. Reconoció que cometió errores, pero que los mismos no justificaban la interrupción del proceso democrático paraguayo.

– ¿Usted, que es cristiano y ha sido obispo católico, siente que, como Jesucristo, fue condenado sin un juicio justo?

– Sería atrevido compararme con Jesús, pero hay cierta similitud, ¿no?. El Senadrín que, entre noche y madrugada, se reunió para ponerse de acuerdo en un juicio sin posibilidad de la defensa. Sin un proceso justo y que no tuvo en cuenta los derechos fundamentales. Hasta el que tiene un accidente en una bicicleta tiene nueve días para preparar su defensa. Yo tuve dos horas. Y de las 17 horas que siguieron a la aprobación del juicio, apenas había cinco horas hábiles, negándonos todo tipo de información. Creo que sería demasiada presunción compararse con el Maestro, pero hay cosas que en lo mínimo, nuestra actitud cristiana, nos lleva a eso. Cuando era agente pastoral aprendí que cualquier persona, en cualquier parte del mundo, si hiciese lo mínimo que Jesús hizo puede terminar como él terminó. Yo no terminé crucificado, pero siguiendo sus enseñanzas, en parte pasé por lo que él pasó.

– ¿Minimizó el paso de quienes, al final, fueron sus  verdugos?

– Yo creo que este golpe de Estado comienza cuando presenté mi candidatura a la Presidencia. Como dice el dicho popular, soy como sapo de otro agujero. Intentaron por todos los medios jurídicos y políticos abortar mi candidatura. Pero valieron más los argumentos de la racionalidad y el apoyo ciudadano. La segunda maniobra fue que si ganaba no me iban a entregar el poder. También los pudimos sortear con una gran presencia internacional, sobre todo, de los países amigos. La tercera trama surgió luego que reconocen que fui el legítimo ganador y, desde que asumí la Presidencia, el Parlamento impulsó 23 juicios políticos contra Fernando Lugo por motivos nimios.  El intento número 24 prosperó finalmente en el Congreso, porque el juicio político no es cuestión de letras o de números, sino cuestión de argumentos. Fue cuestión de acordar, de sumar y de ejecutar. Y eso hicieron.

– El proceso, sin embargo, se ajustó a la ley y la Constitución…

– En lo formal, pero creo de verdad que por los acontecimientos que se están dando en la primera semana de Gobierno, sin duda que hubo mano negra. Hubo una trama donde actuaron no solamente los políticos, sino también grupos económicos interesados, nacionales y transnacionales, que estuvieron detrás de este golpe de Estado aquí en Paraguay.

– ¿Cómo ve a Paraguay ahora? El presidente Federico Franco asegura que es una taza de leche…

– El país está en una situación muy difícil. Nosotros teníamos la posibilidad de revertir una serie de situaciones de aislamiento, de pobreza acumulada en décadas, y en estos cuatro años Paraguay se transformó en un país creíble, de oportunidades y de grandes inversiones.  Con este proceso, estas inversiones se van a perder. Pierde la democracia paraguaya, pierde la región y perdemos todos al final. Poder resarcir todo lo que se hizo en términos políticos y económicos le va a llevar mucho tiempo a Paraguay para recuperarse.

– Cuando se produjo la destitución, usted avaló el proceso al aceptar el fallo y retirarse del Gobierno. ¿Por qué después dio un paso atrás y denunció que fue un “golpe de Estado”?

– Nuestra Presidencia fue la primera en la historia paraguaya que generó un cambio de mandato de un signo político a otro sin violencia. La primera en casi 200 años de vida republicana. Este presidente es un pacifista. En ese momento se estaba preparando una masacre. La información que teníamos era que había francotiradores, gente en la plaza y ese escenario -ya lo conocemos- iba a terminar en un baño de sangre, como fue el Marzo Paraguayo, en 1999 (cuando murieron ocho jóvenes durante un enfrentamiento), ocurrió en la matanza de Curuguaty (en que fallecieron seis policías y 11 campesinos ‘sin tierra’) y se iba a plantear el mismo escenario en la plaza. Yo no estaba dispuesto, humanamente ni como jefe de Estado, a avalarlo después. Hubiera sido mucho más grave avalar una matanza que aprobar la destitución de un presidente por un medio que tiene la fachada jurídica, que tiene el ropaje jurídico, pero ninguna razón de ser.

– Afuera se pensaba que la gente iba a salir a las calles en su defensa. ¿Siente que se quedó solo?

– No me quedé solo, yo tenía gente que estaba dispuesta a salir. Yo tuve que atajarlos para que no lo hicieran. Paraguay es un país pequeño, nunca hubo manifestaciones al mismo tiempo en 10 o 12 lugares. Hubo cortes de rutas en 40 sitios en todo el país. Y movilizaciones importantes de la gente, que salió a protestar con sus propios medios. Los movimientos sociales, políticos y los jóvenes salieron a defender la democracia de forma espontánea, eso es innegable. Aquí hay un profetismo civil que no se puede controlar totalmente, como no se ha dado en décadas en Paraguay.

– ¿Pero no ve que su movimiento ha quedado completamente debilitado?

– El movimiento popular en Paraguay nunca fue tan articulado, yo creo que está en su mejor momento. Los sectores sociales, los partidos de izquierda están en su mejor momento.

– ¿Con ellos piensa volver al poder?

– No sé si yo quiero volver al poder, no se trata de Fernando Lugo, aquí se trata del proceso democrático y de los cambios que se han iniciado. La ciudadanía no quiere retornar al pasado. Fernando Lugo puede ser un símbolo de la lucha democrática, civil y extrapartidaria, pero hay cosas más importantes como la ciudadanía y el bien común, la superación de la pobreza y dar oportunidades a todos los paraguayos sin distinción y sin discriminación. En este momento, con Franco en el Gobierno, la política es para un partido, para un grupo de intereses y para un entorno político.

– ¿Cuáles fueron sus errores? ¿Minaron su poder las denuncias sobre la paternidad de varios niños no reconocidos?

– Sin ninguna duda. Yo siempre he afirmado que no existen procesos químicamente puros. Cuando nos acusaban de que íbamos a copiar lo de Evo Morales en Bolivia y lo de Hugo Chávez en Venezuela, yo siempre decía que lo haríamos a la paraguaya. Así como nuestras posibilidades reales nos lo permitan. Es lo que hemos hecho. Quizás, el mayor error fue no transar con la oligarquía, no transar con la clase política dominante, porque el precio era muy alto. Yo no podía perder mi libertad de movimiento y de acción quedándome encadenado y al mismo tiempo como esclavo del capricho político de cómo se hace la política tradicionalmente. La manera prebendaria y clientelar de hacer política en Paraguay la quisimos corregir, y de alguna manera lo hemos hecho. Creo que el precio que hemos pagado ha sido esta destitución.

-Federico Franco trabajó con usted, al lado suyo, ¿ahora, lo considera un traidor?

– No, él siempre conspiró. Él siempre hizo oposición, nunca cambió su chip de opositor y creo que también la historia lo juzgará por lo que se ha prestado a hacer en este momento histórico para el país.

– Esta mañana se reunió con la misión de la OEA. ¿Espera algo de los organismos regionales frente a esta crisis?

– La región puede hacer mucho más por este proceso. La OEA, en el caso hondureño, se ha expedido muy fuertemente. Honduras fue suspendida. Yo creo que algo similar debería hacer con Paraguay. Porque el caso es similar, con actores diferentes, pero con el mismo fin. Aquí, aparentemente, los medios privados y empresariales dan a entender que no ha pasado nada y que solo fue una transición, un cambio de mando sin violencia. Y que la vida sigue adelante. Esa impresión se quiere dar desde los medios de comunicación, pero la vida no sigue igual, Paraguay no es igual después de este golpe de Estado. Hubo una ruptura institucional, una ruptura del orden democrático, se ha sacado a un presidente que fue elegido de manera popular, en elecciones libres y transparentes.

– Se pensaba que en América Latina la democracia estaba consolidada. ¿Hay un retroceso?

– Sin ninguna duda, con esto no solo retrocede Paraguay, retrocede toda la región. Al Mercosur le duele sinceramente lo que está pasando. Tener que dar una sanción a uno de sus miembros fundadores. Pero tenía que hacerlo. Lo mismo con Unasur. Con esto pierde la democracia latinoamericana.  Se ha resquebrajado el hecho de que todos sus miembros hayan sido elegidos por el voto popular. Reconstruir eso costará y llevará mucho tiempo.

– ¿Cómo vio el apoyo de su aliado, el presidente Evo Morales? Bolivia ha retirado a su embajador, esto favorece las relaciones entre ambos países?

– Hablé con Morales y con los otros presidentes de la región. Ha notado un sentimiento de enorme tristeza por lo que ocurrió en Paraguay cuando faltaban nueve meses para las elecciones. Al retirar al embajador de Bolivia, el Gobierno de Morales está diciendo mucho.

– ¿Cuál es el futuro político de Fernando Lugo? ¿Será candidato a senador en abril de 2013? ¿Va a dar batalla y rearticular su movimiento político?

– Estamos pensando en un gran proyecto político nacional. Esto será lo que nos lance a postularnos a alguna candidatura electiva. Pero eso lo decidirá la ciudadanía. Lo vamos a poner a consideración de la ciudadanía, ella es el soberano. En nuestra Constitución, la soberanía reside en el pueblo, son ciudadanos que suman pero que no se arrean como animales. Mi futuro político lo voy a poner a consideración de la gente, no está todo dicho. Pasará un tiempo de reflexión y veré cuál será la decisión más conveniente. Faltan nueve meses para las elecciones. Tenemos un equipo político interesante y plural. Siempre con medios democráticos.

– Hay gente que señala sus vínculos con el guerillero Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). ¿Usted. qué dice?

– Somos profundamente pacifistas y patriotas, lo que buscamos es lo mejor para Paraguay. Esas acusaciones no tienen fundamento.

Para OEA, la situación es delicada

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, calificó ayer de tranquila aunque delicada la situación en Paraguay, donde se encuentra en misión de evaluación tras la destitución de Fernando Lugo como presidente.Insulza y los delegados de la Organización de Estados Americanos (OEA) se reunieron con Lugo y antes con su sucesor, Federico Franco, y con el canciller, José Fernández, que dijo a la prensa que agradecían haber podido exponer su versión de los hechos.

"Si algo yo agradezco a la delegación es que es la primera vez que nos permiten exponer (…). Ése es el espíritu que espero se vaya introduciendo en otros organismos internacionales", declaró Fernández.

Franco le explicó "que las instituciones están plenamente vigentes, las tropas están en sus cuarteles, que la Policía garantiza el orden, que hay absoluta libertad de prensa, que no hay restricciones de ningún tipo, que no hay presos políticos", agregó el canciller.

El jefe de la misión de la OEA admitió a los periodistas que ha observado una situación tranquila, independientemente de que la gente esté contenta con ella, y que no se atrevía a calificarla de grave, sino de "delicada, por lo menos".

Insulza aclaró que la suya es una misión meramente informativa y que son el Consejo Permanente o la Asamblea General de la OEA los órganos pertinentes para tomar decisiones sobre Paraguay, que en cualquier caso garantizó no se verán influidas por la adoptada por el Mercosur y la Unasur.

La misión, que incluye a representantes de EEUU, Canadá, México, Honduras y Haití, también mantendrá otras reuniones con diversos sectores.

Ayer el exmandatario salió de la reunión con Insulza sin hablar a la prensa y almorzó después con una delegación de la Izquierda Unitaria Europea-Izquierda Verde Nórdica del Europarlamento, encabezada por el español Willy Meyer.

En una entrevista con la radio Primero de Marzo, Meyer denunció el "golpe de Estado" a Lugo tras un "juicio sumarísimo inaceptable" y comparó al nuevo presidente con el dictador español Francisco Franco.

"Estamos con otro Franco, otro Franquito que ha aparecido aquí" y "no tenemos intención de darle respiro a la gente que, en contra del pueblo, se levanta y depone a un presidente electo", declaró. /EFE