La revolución de los mestizos

Jimmy Ortiz Saucedo

jimmy-ortiz1 Noticia: La categoría mestizo no será incluida en el censo (El Deber 3-08-12).- La categoría ‘mestizo’ no figurará en la pregunta sobre autoidentificación étnica que presentará la boleta del onceavo Censo de Población y Vivienda en Bolivia, que se realizará el miércoles 21 de noviembre. Así lo confirmaron ayer la ministra de Planificación para el Desarrollo, Viviana Caro, y el director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Ricardo Laruta.

Comentario: Este gobierno todo lo hace de mala fe, nunca hace nada honestamente. Ya lo conocemos, ese es su estilo. El caso del próximo censo no podía ser la excepción. Incluso con la plata del Banco Mundial, pretende tergiversar la encuesta a su favor.



La exclusión de la categoría mestizo es una discriminación inadmisible, además de ser una violación constitucional, cosa muy de moda en estos tiempos plurinacionales. La Constitución Política del Estado (CPE) nos da, el derecho a la autoidentificación cultural, en su artículo 21.1.

Bolivia es un país mayoritariamente de mestizos, tanto étnica como culturalmente. Esa es una realidad incontrastable. Nadie nos cuenta el cuento. Uno lo ve en la gente de la ciudad y del campo. Además de la gran cantidad de encuetas de opinión independientes que se han publicado.

Los pretextos que pone la ministra de planificación para sesgar la encuesta son engañosos, por decir lo menos. Ella no leyó el diccionario, ni la CPE. Afirma la Sra. Caro: “La palabra mestizo (ver RAE) incorpora una definición biológica de raza (lo cual es una media mentira) y nuestra Constitución, por principio, no es discriminatoria”.

¿No es discriminatoria?, permítame que me sonría Sra. ministra, la constitución de La Calancha Si es discriminadora. Ella crea ciudadanos de primera, las Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos (el capítulo cuarto es solo para citar sus derechos); y de segunda, las Comunidades Interculturales.

El gobierno del que usted forma parte es también discriminador, ¿a caso ustedes no son indigenistas? El colonialismo aimara que practica Evo Morales, en detrimento de los otros 35 pueblos que reconoce la constitución y las comunidades interculturales urbanas, es clarísimo.

El otro argumentó de la ministra que: “además, desde hace 10 años esa pregunta no se incluye en los formularios de los países de la región”, no es una razón valedera. ¿A caso Bolivia no es un País soberano? ¿No podemos tener nuestras propias preguntas acordes a nuestra realidad? ¿Acaso ustedes mismos no escogieron las preguntas que les parecieron convenientes, sin la presión externa? ¿Acaso Evo Morales no aprobó la boleta?

Lo que pasa es que el gobierno tiene miedo de mostrar que los mestizos somos mayoría. Lo que echaría por tierra una de las bases principales de su chavista revolución “democrática” y cultural.

Revolución que de, democrática no tiene nada; y que lo cultural solo le sirvió para una conveniente careta indigenista, que se le cayó definitivamente en Chaparina, con la brutal pateadura a la CIDOB y CONAMAQ, los auténticos indígenas. Este es el tema de fondo.

Recomiendo a la clase política, que quiere llevar adelante un censo de buena fe, hacer una férrea defensa para restituir la pregunta mestizo en la boleta censal. Incluso planteando los recursos legales ante la justicia masista, con todas las debilidades conocidas.

Así mismo llevar este alegato ante el Banco Mundial, haciendo conocer esta clara manipulación que ya se conoce, y alertando por las que todavía no se conocen.

Caso que todo esto no rinda los frutos deseados, preparémonos para hacer una campaña masiva, de forma que nos auto identifiquemos como otros o ninguno, según venga la papeleta censal. Cuidando, además, que los votos no sean escamoteados por el Tribunal Electoral de Wilfredo Ovando, digno sucesor de José Luis Exeni.

El censo, con sus delicadas connotaciones económicas, políticas y sociales, que tiene para la planificación nacional, no puede dejarse en manos de los masistas, con las “virtudes ética” que ya son inocultables. So pena de transformarnos en el País de los ningunos.

Cuidado que la revolución indigenista de las minorías, de paso, a la revolución mestiza de la mayoría.