Secuestrada. Investigaran si existe vínculos de exsenadora boliviana con las Farc

La exsenadora Ana María Flores aseguró que sus captores tienen antecedentes en otros países. Ratificó que pagó $us 100.000 para su liberación y dijo que está dispuesta a someterse a una investigación de fortuna.

Investigaran si existe vínculos con las Farc

El secuestro alarma, dijo un Ministro. Ana María Flores. Señaló que pretenden desprestigiarla.

image EL DÍA, Santa Cruz, Bolivia



Ref. Fotografia: Ana María Flores (izq). Relató lo doloroso que resultó la experiencia.

La exsenadora y candidata presidencial Ana María Flores relató con detalles, en una conferencia de prensa, cómo vivió las horas de secuestro y cómo amedrentaron a sus familiares, amenazando con matarla e incluso con arrojarla desde una avioneta si no pagaban la suma requerida por sus secuestradores.

Los detalles del secuestro. Acompañada por su hija, la exautoridad relató cómo "tres personas vestidas con uniforme de la Feln (Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico) entraron pateando puertas" y redujeron a sus familiares y luego la atormentaron asfixiándola con una bolsa plástica que colocaban en su cabeza, mientras la obligaban a delatar el lugar de una caja fuerte donde supuestamente había dinero. “Les dije que no había caja fuerte, que la persona que las contrató se equivocó", precisó  mientras recordaba sollozando las horas de angustia vividas el pasado lunes. “Pude reconocer a uno de ellos”, comentó Flores, y por ello sentó la denuncia en contra de los ahora detenidos Wálter Sediel Muriel, Felipe Gallego Ovale y Ricardo, conocido con el apodo de Gordo, que figuran con antecedentes penales, y vínculos con las Farc colombianas, según las investigaciones policiales.

Flores señaló que las declaraciones sobre negocios con bonos venezolanos son solo acusaciones que pretenden desprestigiarla.  “Soy una persona muy conocida, vinculada a actividades empresariales”, señaló.

“Es un caso muy grave, un caso que nos provoca alarma”, dijo el ministro Carlos Romero, durante su visita a Santa Cruz, ayer. Romero indicó que se reunirá con la comandante de la Policía cruceña para pedir un informe sobre los hechos.

“No creo que alguien sea capaz de autosecuestrarse”, agregó Romero, mientras informaba que las personas extranjeras detenidas por este caso son investigadas para conocer si existen vínculos con organizaciones criminales internacionales.

La plata del rescate fue entregada en Santa Rita

$us 100.000 fueron proporcionados por la hija de la exsenadora Ana María Flores y por el ingeniero José Antonio Barriga, exviceministro de Participación Popular.

image Vivencia. Ana María Flores abrió sus puertas a los periodistas y mientras contaba cómo fue secuestrada lloraba y era consolada por su hija Wendy Vanesa Calvert F.

El Deber, Santa Cruz

Los $us 100.000 que pidieron de recompensa  los secuestradores para dejar en libertad a la exsenadora Ana María Flores Sanzetenea fueron entregados en medio del monte, en la localidad de Santa Rita, a 30 kilómetros de Santa Cruz de la Sierra.

Los encargados de llevar el dinero fueron la abogada Wendy Vanesa Calvert, hija de Ana María Flores, y José Antonio Barriga Arroyo, exviceministro de Participación Popular y considerado el tercer hombre más importante del partido Nueva Fuerza Republicana (NFR). 

Barriga, de profesión ingeniero y constructor, se declaró un incondicional amigo de la familia de la exsenadora. Vive en la casa de Ana María Flores, que está en plena etapa de refacción, donde ayer también hizo revelaciones del plagio. Se solidarizó con Ana María Flores y coincidió en que los cuestionamientos de tres detenidos y de un español carecen de veracidad y solo tratan de confundir y desvirtuar la realidad.

Aseguró que el lunes estaba junto a su esposa y sus dos hijos cuando irrumpieron cinco sujetos en el inmueble, uno de los cuales estaba con capucha y los otros con el rostro descubierto.

Llegaron en un auto, estaban vestidos con uniformes de policías con distintivos de la Felcn y armados. Manifestó que después de ser tendidos boca abajo y enmanillados se llevaron a la exsenadora luego de buscar dinero y dejar un total desorden en todas las habitaciones. “Nos dejaron sin teléfonos, pero después pedimos ayuda a los familiares y dimos parte a la Policía,  pero recibimos amenazas de los secuestradores porque advertían con matar a Ana María si denunciábamos a la Policía”, dijo.

Contó que empezaron las llamadas y le indicaron que les entregaran $us 100.000 que había aceptado la exsenadora. Les dieron instructivas que se movilicen en una vagoneta de Ana María Flores.  “Hacíamos todo lo que nos decían. Wendy, la hija de Ana María, consiguió la plata y nos hicieron dar vueltas por toda la ciudad hasta que nos indicaron que fuéramos al kilómetro 30 de la carretera cerca a El Torno.  “Llegando a Santa Rita nos exigieron que entremos a la izquierda por lo menos dos kilómetros. Después de pasar una tranca nos llamaron para que dejemos la plata en un árbol con una piedra. Ahí dejamos la plata en tres bolsas de color negro cuando eran casi las 17:00 del martes. Volvimos a la ciudad y aproximadamente a las 22:30 nos encon tramos con Ana María en el supermercado Slam de la zona de Equipetrol. Ella estaba salva, fue emotivo”, dijo.

El exviceministro aseguró que solo dos de las llamadas que hicieron los secuestradores fueron de números que se identificaban, pero después lo hicieron de privados. 

Las investigaciones policiales permitieron la captura de Richard Herela Gonzales, de su hija Helen Stephanie Herela Limpias y de Carlos Wilson  Bleichner. El primero afirma ser socio de Ana María Flores y que ella armó  con artimaña un autosecuestro para no cumplir con obligaciones económicas por pagos de ventas de terrenos, de inmuebles y otros. Herela también la acusa de no pagar bonos a ciudadanos colombianos, posibles emisarios de las FARC. Helen Stephanie trabajó con Ana María y mantenía relaciones sentimentales con el colombiano Felipe Gallego, que está prófugo. Carlos Wilson  Bleichner era el chofer de la exsenadora. Los tres fueron enviados a la cárcel de Palmasola tras ser imputados por los delitos de secuestro, asociación delictuosa y robo agravado.

«Fui secuestrada por una mafia internacional»

Ana María Flores Sanzetenea /  Exsenadora y empresaria

La exsenadora Ana María Flores Sanzetenea abrió las puertas de su casa en las Colinas del Urubó, donde hace seis días fue secuestrada. Apoyada en su bastón y de la mano de su hija, la abogada Wendy Vanesa Calvert Flores,  recorrió su casa, mostró su dormitorio, las habitaciones en completo desorden y en el primer piso señaló las cintas másquin que usaron sus captores para amarrar a las personas que estaban en el lugar, miembros de las familias Flores y Barriga. Mientras relataba, lloró, se abrazó de su hija que la consolaba y afirmó que los autores materiales e intelectuales del secuestro son integrantes de una mafia delincuencial internacional. Confirmó que pagó $us 100.000 por su libertad y que se somete a una investigación de patrimonio.

– ¿Usted denunció que fue  víctima de un secuestro?

-No dimos antes conferencia de prensa para no entorpecer las investigaciones de la Policía. Este es el lugar, mi dormitorio en el segundo piso es donde querían matarme si no liberaba el millón de dólares que supuestamente tenía en una caja fuerte. Acá redujeron a la familia de José Antonio Barriga, entraron uniformados de negro de la Felcn y estaban con capuchas. Era el lunes, a las 6:45, yo estaba descansando con la pierna en lo alto porque recién había sido operada cuando ingresaron tres sujetos encapuchados con guantes, gorras y uniformes de la Felcn. Tenían metralletas cada uno y una pistola. De golpe me jalaron, les dije que estaba operada, pero cuando salgo de mi cuarto, el ingeniero Barriga y su hijo estaban enmanillados. Cuando entraron por la puerta de abajo, eran cinco, pero todos estaban sin capuchas, solo uno tenía el rostro cubierto. Por eso abajo la esposa de Barriga y su hija los reconocieron. Estaba el colombiano Felipe Gallego Ovale, yerno de Richard Herela y primo de Juan Carlos da Rosa.

– ¿Los secuestradores la llevaron a algún lugar?

– Si no entrega el millón la mato, la hago picadillo, o su vida no vale un millón acaso me dijeron. Me pusieron una bolsa en la cabeza y me sacaron en un vehículo. Recorrimos y llegamos a un lugar donde se escuchaba un tren. Les dije que podía darles $us 100.000, me pidieron el número de mi hija. Me dieron un colchón para dormir y los escuché decir que tenían a otros secuestrados por elevadas sumas de dinero en Santa Cruz. Me largaron por la avenida Tres Pasos al Frente y Cumabi.

– Richard Herela, el español Pedro Centeno y otros dos detenidos la acusan de armar un autosecuestro y de manejar bonos venezolanos, ¿es cierto?

– Son mentiras, soy conocida, ya retirada de la política. Pido al Ministerio de Gobierno que investigue mi patrimonio y me dé garantías. Que investiguen al español qué hace aquí, si tiene familia y de qué vive. Centeno me amenazó con mandarme colombianos a matarme. Richard Herela fue presidente del directorio de la cooperativa Intercoop. Mi chofer, Wilson Bleichner, que es un malagradecido y desleal, fue el que me presentó a Richard Herela, que nunca fue mi socio. Soy víctima, ahí tengo dos DPF y me acusan de todo para desvirtuar. Es difícil superar esto, el dolor de mi familia, deben apoyarnos. Debe haber condena para los detenidos. Están presos por la brillante actuación de la Policía que logró desbaratar la banda. Me secuestró una mafia delincuencial con antecedentes internacionales. Averigüen, pregunten los contratos, no debo plata a nadie. Los que están en la cárcel son culpables, gracias a la Policía, a los fiscales y a la jueza que actuaron de forma brillante. El hecho concreto es  que me secuestraron, se pagó un rescate de $us 100.000. Lo demás es especulación.