Doce consejos antes de quedarte embarazada

pic.aspx Si estás pensando en tener un bebé, puedes empezar ya mismo a preparar tu cuerpo y tu mente para esta experiencia vital. En general, los embarazos se producen en torno a dos semanas después de la última regla y antes de la siguiente, por lo que lo habitual es descubrir que estamos embarazadas, al menos, en la tercera semana de gestación. Por esta razón, si adoptamos hábitos saludables desde el mismo momento en que empezamos a buscar un bebé estaremos beneficiándolo aun cuando no seamos conscientes de su existencia. Además, obtendremos resultados positivos para nuestro cuerpo que nos han de acompañar toda la vida. 
Aquí te ofrecemos doce consejos que puedes seguir para prevenir complicaciones en el embarazo: 
Mens sana…
Tener un hijo es una decisión trascendental  y un compromiso irrevocable. Podemos divorciarnos de nuestra pareja, pero no de nuestros hijos. Desde que nacen requieren de una atención plena y aunque pensemos que esa dedicación se va reduciendo con los años, más bien al contrario, cada vez necesitan más, pues aunque ya no requieren de nuestra ayuda para alimentar su cuerpo siempre necesitan de nuestro apoyo, tiempo y energía para alimentar su inteligencia emocional e intelectual.
1. Reflexionar serenamente: En la mayoría de los casos, tener un hijo es cosa de dos. Así, debemos mantener una conversación profunda para cerciorarnos de que ambos estamos de acuerdo en tener un hijo y que sabemos lo que implica para cada uno y para la pareja. En algunos casos, la llegada de un hijo es un proceso totalmente natural en el que la familia se adapta perfectamente. Sin embargo, en otros se produce un ‘shock’ que alguna de la partes no alcanza a asumir completamente. En este sentido, no está de más reflexionar -antes de la concepción- sobre cómo nos vamos a organizar cuando llegue el bebé: ¿cómo compatibilizaremos el trabajo y su cuidado?, ¿vamos a buscar cuidadora o lo llevaremos a la guardería?, ¿tenemos guardería cerca de casa o cerca del trabajo?, ¿cómo haremos cuando se ponga enfermo?, ¿estamos realmente decididos a reducir nuestros viajes y nuestras salidas de ocio?
2. Hablar con amigos y familiares: Es interesante charlar un rato con nuestros amigos o familiares que ya hayan tenido hijos y conocer qué significó para ellos, si les resultó sencillo adaptarse o no. La llegada de un bebé a la casa puede provocar cambios en la relación de pareja, más allá de lo que supone la dedicación que requiere un recién nacido. Esos cambios llevan en ocasiones a tensiones familiares nada positivas para el bebé o para el desarrollo de la familia, así que preguntando a nuestros conocidos tendremos unas expectativas más realistas, sabremos mucho más sobre qué puede suceder y cómo superarlo llegado el caso.
3. Cuestiones económicas: se estima que la llegada de un bebé supone un gasto de entre 6.000 y 10.000 euros en su primer año de vida. Así, puestos a hacer cuentas, es muy probable que nunca sea el momento ideal para tener un hijo. Teniendo esto en consideración, no está de más empezar a ahorrar unos meses antes, pero no debemos perder de vista que, al margen de las necesidades fisiológicas de alimentación e higiene, lo principal que necesita un bebé es el amor y la dedicación de sus padres, por lo que siempre podemos reducir gastos en las cuestiones más superfluas.
4. Adiós al estrés: Muchas mujeres viven sometidas a un estrés continuo que se ve considerablemente incrementado cuando intentan quedarse embarazadas. Las situaciones de tensión y de estrés son negativas para la vida en general y para la concepción en particular, por lo que es recomendable practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga.

…In corpore sano

5. Revisión médica: Es interesante someternos a una revisión médica antes de quedarnos embarazadas para descartar cualquier tipo de problema. Del mismo modo, debemos informar al médico si sufrimos algún tipo de enfermedad que pueda verse complicada con un embarazo o que pueda interferir en la gestación. Así, si ya tenemos otro hijo es recomendable esperar unos 18 meses antes de volver a quedarnos embarazadas. También debemos explicar al médico si hemos sufrido algún tipo de incidencia en el embarazo anterior. 
6. Ácido fólico: El ácido fólico previene problemas graves como la espina bífida o enfermedades cerebrales. En este sentido, al informar a nuestro médico de cabecera sobre nuestro deseo de quedarnos embarazadas, será él quien decida si es ya el momento de empezar a tomar suplementos de ácido fólico. De todos modos, siempre podemos ayudar con nuestra dieta tomando alimentos ricos en esta vitamina como las verduras de hoja verde, las legumbres, las naranjas o los cereales.
7. Malos hábitos: Fumar, beber o consumir cualquier tipo de droga causará puede causar daños irreversibles al bebé, incluso provocar su pérdida. Así que si queremos tener un hijo lo mejor es abandonar estos hábitos nocivos. 
8. Deporte: La actividad física ayuda a mantenerse saludable tanto física como emocionalmente. De hecho, son muchos los beneficios psicológicos que nos ayudarán a estar mentalmente fuertes durante todo el embarazo. A saber, mejora el estado de ánimo, ayuda a controlar el estrés y a dormir bien. 
9. Controla tu peso: La obesidad puede ser un obstáculo a la hora de concebir, por lo que mantener el sobrepeso a raya es la mejor opción si queremos quedarnos embarazadas. Además, con un peso ideal es más cómodo sobrellevar el embarazo, nos sentiremos más ágiles y llegado el momento de dar a luz, podemos estar más fuertes y preparadas para el trabajo de parto.  El sobrepeso también incrementa las probabilidades de desarrollar ciertas patologías durante el embarazo como la hipertensión o la diabetes.
10. Visita a tu dentista: Durante el embarazo puedes y debes acudir a tu dentista para mantener tu salud bucodental. Sin embargo, si ya estás pensando en quedarte embarazada puedes hacerte una revisión y así tener tus dientes y encías saludables para cuando lleguen los cambios propios de la gestación o para enfrentarse al desgaste que significan los posibles vómitos. Durante el embarazo debes mantener el cuidado de tu boca.
11. Dejar la píldora: Si estás tomando anticonceptivos orales no hay ningún problema para quedarte embarazada cuando lo decidas. De hecho, un estudio realizado por la revista académica Obstetrics and Gynecology, determina que el 21 por ciento de las mujeres que dejaron de tomar anticonceptivos orales quedaron embarazadas en su primer ciclo menstrual y casi el 80 por ciento, lo hicieron antes del año. La recomendación general es que no dejes el tratamiento a medias sino que esperes a terminar con el ciclo que estés tomando. El objetivo es evitar sangrados confusos y conocer más claramente tus fechas de ovulación y, en su caso, de concepción. De todos modos, debes tener en cuenta que la píldora cambia tus procesos naturales y si bien las hormonas salen de tu cuerpo en unos días, tu sistema reproductivo puede tardar algo más en volver a su estado natural. También debes tener en consideración que tardar varios meses en quedarse embarazada es absolutamente normal, incluso muchas parejas llegan a tardar un año. Transcurridos unos doce meses puedes acudir al médico para que realice los estudios de fertilidad que considere necesarios.
12. Alimentos apropiados: Existen una serie de alimentos que son beneficiosos para la fertilidad, tanto femenina como masculina. En el caso de las mujeres se recomienda tomar alimentos ricos en hierro, aumentar la ingesta de vitaminas, para lo que se recomienda introducir el mayor número de ‘colores’ en nuestros platos: verde, rojo, naranja, amarillo (lechuga, pimiento, fresas, calabaza…) ya que eso nos garantiza la variedad de nutrientes y de antioxidantes. Por otro lado se recomienda reducir los carbohidratos refinados y la cafeína a la par que se elimina completamente el alcohol. La dieta del futuro papá también puede adaptarse para mejorar la calidad y movilidad del esperma eliminando el alcohol, mientras se aumenta la cantidad de ácido fólico, zinc, vitamina C y otros antioxidantes, vitamina D y calcio. Esto significa tomar frutas frescas de temporada ricas en vitaminas, legumbres para el zinc, cereales y verduras de hoja verde para el ácido fólico y lácteos o salmón para la vitamina D y el calcio. 

Fuente: mujerhoy.com