Es un paisaje de Cobija, el norte de Bolivia. Las imágenes muestran una casa de calamina pintada de verde con gradas de madera, donde un perro está descansando. Dos mujeres se asoman a la ventana. Apoyando la cabeza en sus brazos, una pregunta: ¿Qué compra usted?.
-Coca (cocaína), responde el hombre.
-No tengo, dice ella
-Si no tiene, ¿puede conseguir para la tarde? negocia el otro.
– Más tarde
– ¿A qué hora?
– A las seis.
– ¿Cuánto?
– Mil quinientos.
Ese es el precio de un kilo de cocaína en Cobija, lugar hasta donde fue un equipo de investigación periodística de un medio brasileño y destapó que el comerció de esa droga es libre y sin control.
El reportaje, que dura aproximadamente cinco minutos, fue difundido en Brasil, a través del Sistema Brasileño de Televisión (SBT) y publicado en su página web el 21 de enero. El episodio es parte de una serie de investigaciones con un título común: Frontera Abandonada. Las indagaciones se realizaron en Brasil, Bolivia y Perú.
Usted puede hacer click en: Frontera abandonada para poder ver el vídeo que ha difundido el Sistema Brasileño de Televisión
El primer episodio fue el de Cobija. Se inicia en Sao Paulo, Brasil, donde viven 11 millones de habitantes. Allí, dice el periodista, "donde se mira alguien vende cocaína". Pero, pregunta, "cómo esa droga llega tan cerca de su casa?". Entonces comienza el viaje hacia el estado de Acre, que tiene dos mil kilómetros de frontera con Bolivia (618 Km) y Perú (1.430Km).
Antes de llegar al puente que une a Brasil con Bolivia, en el lado brasileño hay un puesto de control. Cuando el carro en el que viajan los periodistas pasa, nadie sale a mirar. El relato señala que los personeros están adentro con aire acondicionado y que de vez en cuando un vehículo de la Policía Federal se queda parado ahí (controlando), pero es raro. En la práctica, concluye, el tránsito es libre, tanto para quien va, como para quien ingresa al territorio brasileño.
Ya en Cobija, informa el reportero, la cocaína es parte del día a día y es ofrecida en varios puntos. Algunos mototaxistas servirían de puente entre quien busca y quien vende esa droga.
Y fue un mototaxista, sin saber que estaba siendo grabado, quien llevó a uno de los investigadores, quien se hizo pasar por comprador de cocaína, a esa casa de calamina donde la mujer pidió mil quinientos dólares por un kilo de cocaína.
Otro mototaxista llevó al productor del reportaje hasta la vivienda de un traficante. El mototaxista es quien negocia la venta de la droga. La compra mínima es de un kilo.
El mototaxista señala que el traficante no tiene la droga en ese momento, pero que se la va a traer. Quién lleva la cámara oculta pregunta "¿cuánto tiempo?" a lo que el mototaxista responde "10 minutos, 20 minutos".
SBT mostró la casa donde vivía el traficante. El precio que le pidieron era de 1.700 dólares por un kilo.
El mototaxista hace otra parada para hablar con otras personas y calcular así el precio en reales. "3.966 reales" afirma frente a la cámara oculta.
-Y, ¿a qué hora van a traer?
Ahorita, responde el mototaxista.
Incluso, los periodistas piden probar la calidad de la droga y el traficante va a buscar una muestra. El punto de encuentro es otro, esta vez frente a un gimnasio cobijeño.
Mientras el presunto comprador espera la muestra gratis, otros hombres lo vigilan, se relata.
Pero, si es que se realizara una compra, ¿cómo entraría la cocaína a Brasil? pregunta el reportero.
Un traficante boliviano responde:
Aquí es tranquilo, no pasa nada
-Policía?
-No hay mucho, bueno, digamos hay, pero no molestan.
-Cómo hago para pasar hasta Brasileia con la "mercadoria"(sic).
-Pasa nomás, aquí no molestan. Pasa nomás como si fuera una gente tranquila.
-¿Muchos brasileros vienen aquí para buscar coca?
-Sí vienen, vienen, todos los brasileros siempre pasan tranquilos por allá (el puente). Pasan en carros, en motos… todos tranquilos.
Después de pocas horas el negocio fue cerrado y la muestra de cocaína fue entregada y con destino a Brasil.
El reportaje fue realizado por Fabio Diamante, Ronaldo Dias y Fernando Rodolfo.
Desde Cobija
En julio pasado, la Policía Federal de Brasil informó que el 54,3% de la droga que ingresa a ese país tiene origen en Bolivia, mientras que el 38% se fabrica con coca peruana y el 7,5% es de Colombia. Los datos son concretos debido a que se hicieron análisis químicos a las 51 toneladas de droga que fueron incautadas entre el 2010 y el 2011. ¿Cómo determinaron el origen?, pues llegando a uno de los principales ingredientes, la hoja de coca.
Los últimos resultados del Censo de Población y Vivienda que se realizó el año pasado en Bolivia muestran que el departamento de Pando es el primero en crecimiento, pues en 12 años su población se incrementó en un 108%, pues el 2001 tenía 52.525 habitantes y el 2012, 109.173 pobladores.
Oxígeno, La Paz