Dortmund y Bayern, el secreto del éxito del fútbol alemán

alemanesUna de las características más llamativas de ambas eliminatorias fue la superioridad física, el ritmo y la intensidad de los equipos alemanes. Si Real Madrid se lavó un poco la cara en el estadio Santiago Bernabeú, donde rozó la hazaña de remontar en los últimos minutos impulsado por el orgullo de la camiseta, la debacle de Barcelona fue contundente. Sobre el césped de Wembley se escribirá un nuevo hito de la historia del fútbol alemán, que pintará las gradas de amarillo, rojo y negro -los colores de la bandera- como símbolo de su conquista.

Una de las características más llamativas de ambas eliminatorias fue la superioridad física, el ritmo y la intensidad de los equipos alemanes. Si Real Madrid se lavó un poco la cara en el estadio Santiago Bernabeú, donde rozó la hazaña de remontar en los últimos minutos impulsado por el orgullo de la camiseta, la debacle de Barcelona fue contundente. Sobre el césped de Wembley se escribirá un nuevo hito de la historia del fútbol alemán, que pintará las gradas de amarillo, rojo y negro -los colores de la bandera- como símbolo de su conquista.

La final entre Borussia y Bayern se jugará en ocasión del 150º aniversario de la Asociación Inglesa de Fútbol, que será anfitrión en una fiesta ajena en la que la mayoría de los 90.000 espectadores serán alemanes. A los ingleses esto les escuece, dada la relación histórica, no sólo en el ámbito futbolístico. Pero todo esto ya se veía venir: lo cierto es que el poderío de los dos gigantes españoles, así como el de otros grandes clubes ingleses e italianos, no logra ocultar las grietas en el sistema operativo de las grandes ligas europeas, salvo la Bundesliga alemana, que tiene una robustez llamativa. La reorganización de la Bundesliga incluye una notable prudencia administrativa y la exigencia de que por lo menos 51% de la propiedad de los clubes sea de sus socios, con dos excepciones históricas: el Bayer Leverkusen, propiedad de la farmacéutica Bayer, y el Wolfsburgo, de la automotriz Wolkswagen. Los socios del Bayern Múnich tienen 82% de las acciones, pero el club también tiene dos inversores privados: Adidas y Audi.



Ambas empresas se han ajustado al requisito de la Bundesliga de demostrar su interés por el club y su apoyo al fútbol durante un mínimo de 20 años. La financiación de los clubes alemanes también se caracteriza por su sensatez. Los ingresos por televisión son mucho menores que en Inglaterra, por ejemplo, pero compensan con los contratos comerciales, gracias a la fortaleza de la economía alemana. El año pasado, al comentar la final Bayern Múnich-Chelsea, dimos otro dato revelador: en el año financiero 2010-2011, el Bayern tuvo una ganancia de US$79 millones, mientras que el Chelsea registró una pérdida de US$106 millones. Los alemanes también tienen un enfoque favorable a los espectadores en el sistema de precios de las entradas.

En semifinales, los periodistas españoles pusieron el grito en el cielo al comprobar que las entradas para los partidos del Barça y el Madrid en Alemania fueron mucho más baratas que las que hubo para los partidos en España, en cruel contraste con los respectivos poderes de compra de los aficionados. La sensatez administrativa también explica esto: la entrada más barata en el estadio de Stamford Bridge del Chelsea costaba el año pasado 56 libras (entonces US$88), mientras que en el Allianz Arena del Bayern se podía ver los partidos por US$19 y hasta US$15. Hace ya tres años explicábamos en El Blog de Lalo el funcionamiento del sistema de venta de abonos y entradas del Bayern Múnich: en su nuevo estadio, decíamos, 2.100 aficionados, obviamente muy ricos, pagaban entre 6.000 y 10.000 euros por sus abonos. Agregábamos que el ingreso por este rubro subsidiaba la venta de otros 12.500 abonos por 120 euros cada uno, menos de la cuarta parte que el abono más barato en la mayoría de los clubes de la Premier League inglesa. El club limitaba a 37.000 el número de abonados, dejando para la venta libre nada menos que 32.000 butacas.

Fuente: bbcmundo