CN: “Mandela es un líder integrador”

OLIVA OK “Para Convergencia Nacional (CN), el expresidente Sudafricano Nelson Mandela es uno de los pocos ejemplos de liderazgo político integrador. Esperamos que en Bolivia, los nuevos líderes reflexionen sobre el hecho de que es posible hacer política sin dañar a nadie, sin dividir, sin odiar, sin persecuciones legales y sin enfrentar a los sectores sociales que forman parte de un Estado”, reflexionó el jefe de la Bancada de Diputados de Convergencia Nacional, Adrián Oliva, al referirse al delicado estado de salud que enfrenta ese paladín de los derechos humanos y valores democráticos.

“Quienes consideran que el pensamiento político se acabó en Robespierre, Stalin u otro tipo de absolutistas o dictadores de derecha o izquierda, no toman en cuenta que Mandela antes, durante y después de ser gobernante, antepuso el amor al odio y al resentimiento partidario”, añadió.

El racismo o apartheid es una de las formas más reprochables de discriminación y la forma más cruda de esta actitud o prejuicio la vivió Sudáfrica y la superó gracias a un liderazgo “positivo”. “Mandela no sólo ganó su lugar como presidente de esa nación sino que además tomó la iniciativa de gobernar sin dividir, acordando un gobierno de transición, teniendo como a su vicepresidente al anterior presidente de esa nación, derrotando de esa forma el pensamiento que sustentaba a las políticas absurdas racistas aplicadas con anterioridad”, sostuvo.



Mandela fácilmente pudo tomar la decisión de enfrentar más a negros y blancos y acentuar la división social, pero optó por la integración. “No confrontó, no movilizó a los sectores sociales sudafricanos para que defiendan su gobierno, ni para que enfrenten a otros pobladores e imponer a palos sus criterios en las calles, es decir, renunció a la violencia política o de otra índole”, añadió Oliva.

El diputado opositor considera que el sudafricano no sólo fue un gran gobernante, sino un supremo estadista porque tuvo la visión de utilizar el poder que tenía para unir a la sociedad sudafricana y rescatar a su país del odio y rencores que durante muchos años antes sufrieron los sudafricanos.

Por eso Mandela es un personaje que en el ámbito de la “política tradicional” puede resultar desconcertante porque no actuó bajo las lógicas que lamentablemente hoy aún reproducen ciertos gobernantes sudamericanos de utilizar el poder para servirse del pueblo y no para servirlo, pero además justificar estas prácticas a nombre de los pobres.

El fruto de esa integración se ve hoy en una Sudáfrica desarrollada en lo económico y político, una nación que superó la crisis del racismo enfocándose en objetivos más altos como es la unión.

“Otra característica que destacan de Mandela es su generosidad en el liderazgo, supo identificar otros liderazgos y los sumó a su visión para lograr su cometido”, destacó Oliva.

Finalmente, otro ejemplo que nos dio Mandela es que en vez de perseguir a sus opositores e inclusive a sus verdugos que lo tuvieron 27 años encarcelado, puso en primer lugar el bien social común para lograr una reconciliación nacional.

Por todo lo citado, “Mandela no será una leyenda política, sino un símbolo eterno de los valores democráticos que deben regir a todas las naciones y a sus líderes”, concluyó Oliva.