Disidentes llaman a construir programa alternativo al MAS

Realizan al menos 7 observaciones a las políticas gubernamentales.

Críticas. Colectivo afirma que la nacionalización de los hidrocarburos no posicionó a YPFB y que la producción hidrocarburífera está en manos de Petrobras y Repsol.

imagePágina Siete / La Paz, Bolivia



El exviceministro Almaraz en pasillos de la Fiscalía, en 2012. APG.

El colectivo integrado por disidentes del MAS y activistas de la reconducción del proceso de cambio planteó en un manifiesto al menos ocho observaciones al Gobierno del presidente Evo Morales y convocó a las agrupaciones y ciudadanos que están construyendo una alternativa política a un encuentro deliberativo que se realizará en Cochabamba.

Este colectivo, integrado por personalidades como el exviceministro de Tierras Alejandro Almaraz; el exembajador Gustavo Guzmán; Ana María Bravo, Emma Céspedes, Marcelo Delgadillo, Raúl España, Roberto Fernández, Fernando Machicao, José Martínez, Pablo Regalsky, Luis Rojas y otros, realiza observaciones a las políticas y al manejo de los conflictos sociales por parte del Gobierno.

Este colectivo llamó a ciudadanos que ven la necesidad de una alternativa política para un mejor país a concurrir a un espacio deliberativo para construir un programa para la transformación de la sociedad y el Estado. El encuentro durará dos días y será la primera semana de julio.

Entre las observaciones se informa que a siete años de la nacionalización de los hidrocarburos y la refundación de YPFB, esta entidad no ha salido, dicen, de su marginalidad y la producción de los hidrocarburos sigue bajo el monopolio de Petrobras y Repsol.

También concluye que se continúa negando el derecho de consulta a los pueblos indígenas y que para imponer el negocio de las grandes petroleras y mineras se recurre a la represión directa, a la división de las organizaciones indígenas y a la cooptación y compra de sus dirigentes.

Agrega que la llamada “revolución de la justicia” no está funcionando y que el Gobierno de Evo Morales es profundamente anti-indígena por el manejo del conflicto del TIPNIS.