Gran Chaco pierde ganado por la sequía. La población de Bolivia sufre, desde hacen tres semanas, los efectos de una alteración radical del comportamiento del clima.
Temperaturas bajo cero y las infecciones respiratorias agudas cobraron la vida de decenas de personas. Suben las cifras de contagiados con la gripe A/H2N3.
EL DIARIO
Foto: Autoridades nacionales y de los gobiernos municipales de Villamontes y Yacuiba, además de representantes del sector de ganaderos, agropecuarios e indígenas, coordinan acciones dirigidas a mitigar la sequía en la región del Chaco.
La población boliviana sufre, desde hacen tres semanas, los efectos de una alteración radical del comportamiento del clima en su territorio, con temperaturas bajo cero en los departamentos de Occidente y de calor intenso con sequías en el oriente, de acuerdo a los informes técnicos procedentes del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).
El Consejo Nacional para la Reducción de Riegos y Atención de Desastres y Emergencias (Conarade) tiene previsto realizar una evaluación general durante la presente semana, en especial, en lo que se refiere a las intensas que afectan a parte de los territorios de Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija, donde se perdieron por efecto de las sequías, al menos, 84.000 hectáreas de cultivos que afectan a, no menos, de 16.000 familias afectadas.
La población del Chaco sufre, en especial, grandes pérdidas por la muerte de ganado vacuno que no cuenta con agua ni alimentación y, lo poco que pueden hacer las comunidades es contratar vehículos tanque para transportar agua para atender el requerimiento de la población y del ganado.
El viceministro de Defensa Civil, Oscar Cabrera, anunció ayer que durante esta semana se evaluará la situación del Chaco boliviano y será el Conarade la instancia gubernamental que determinará si es necesario declarar en emergencia nacional a la región del sudeste boliviano. “Nosotros hemos recibido toda la información para poder hacer una evaluación en el Conarade”, dijo al explicar que está conformado por los ministerios: de Desarrollo Rural, de Aguas, de Salud y de Planificación. En base a esa evaluación vamos a tomar una decisión sobre la posibilidad de emitir una declaratoria de emergencia nacional”, dijo.
Un segundo problema que agobia a los bolivianos es el referido a la ola de frío que afecta a la población del occidente, en los departamentos de Potosí, Oruro, La Paz, Cochabamba y Chuquisaca. En total estamos hablando de miles de familias afectadas por las bajas temperaturas.
El Gobierno cuenta con un presupuesto de 18.500.000 de bolivianos destinados a vituallas y ayuda humanitaria para sobrellevar la situación que viven algunos municipios que no cuentan con los recursos suficientes para enfrentar los cambios climatológicos. Se anunció que este presupuesto puede incrementarse en caso de la declaración de emergencia nacional.